No podía dejar de dar vueltas al asunto, esto no podía ser más complicado.
Desde la niñez había tenido experiencias con suscesos inexplicables.
A algunos les maravillaba a otros les repudiaba.
Mi familia no me quería con ellos, la escuela estaba a punto de terminarla con grandes esfuerzos.
Para que me entiendan un poco a lo que me refiero, me pasaban cosas como que al enojarme las cosas a mi alrededor explotaban, si estaba en un lugar vacío como el patio de deportes de la escuela se ponía nublado.
Cuando dormía tenía sueños tan especiales y maravillosos, como sombrios y escalofriantes.
Una tarde salí a caminar para despejarme, porque había tenido una gran pelea en casa, en la que para variar yo era quien ofendia.
Con que? No lo sé, solo se enojaban y empezaban a discutir por todo.
Mis familiares decían que presentían algo malo y extraño en mi, por otro lado yo siempre tuve la sensación de que tenía mucho para dar, algo bueno, algo especial.
Pero no podía sacar de mi cabeza todas sus palabras, sus reclamos, quejas, insultos.
Pude llorar sin sentirme ridícula porque la calle estaba vacía casi ni pasaban autos, y empezó a llover, camine sin rumbo, y no me preocupe de mojarme ni de que tan lejos me iba.
Llegué a un viejo parque, subí con facilidad a uno de los juegos más altos, no sabria explicar cómo ni porque, pero una de mis habilidades adquiridas al crecer era levitar.
Seguí con lo mío, y columpiaba mis pies, llorar con molestia es muy cansado.
Deseaba tener sentido de pertenencia, pero a la vez quería ser libre, como dije, era complicado.
De repente las luces de un auto me deslumbraron, poco a poco le bajó la intensidad.
Un tipo se bajó del auto.
Me baje y estaba por irme.
-Estoy perdido- Me dijo.
-Todos en este mundo lo estamos amigo-.
Aprete el paso.
-Pero solo quiero ayuda con una dirección, no me vas a ayudar?-
No respondí.
-Porfavor! Mi jefe me matara, es solo la ubicación de una calle-.
-Como puedo saber que no mientes?-.
-Y yo cómo puedo saber que no me llevarías a otro lugar?-.
-Facil, porque tú eres hombre, yo soy una chica...-
Iba a seguir refutandolo hasta alejarme pero, algo me hizo querer darme la vuelta, y cuando lo ví.... Sentí, que lo reconocía.
-Oye, yo a ti ya te había visto!-
Algo muy extraño invadió mi pecho, deje de alejarme, y tuve la urgencia de acercarme a el, sin saber que haría este tipo, me apresure a abrazarlo.
Era como si lo había buscado desde hace mucho, esperaba que no fuera aprovecharse de mi total estupidez.