Sonrisas de metal y hierro (poesía)

XXII. Si me dejas

Si me dejaras

solo si me dejaras.

Si me dejas

pintaría todas las letras

que escribo de colores.

Para ver si así saltan

y bailan

entre tus miedos

y mis penas

como si al unirse

te hicieran

un ramo de flores.

Si me dejas

puedo romper el tiempo.

Machacar el eje cronológico

que nos ha traído

a este ahora

y que nos negó

la vida en su momento.

Marcar con una ‘x’

todas las casillas

en las que he caído por puro azar

no por gusto ni placer

para no volver a caer.

Revertiría todos los días

que pasamos

porque fueron los mismos que

en realidad

nos mataron.

Si me dejas y hablo en serio

prometo obviarlo.

No olvidarlo.

Obviarlo.

Si me dejas

puedo contarte

todo lo que he aprendido

en este lapso en el que he crecido

y en el que

desde el primer instante

he estado perdido.

Si me dejas

quiero enseñarte mis manos.

Limpias vacías

a veces llenas.

Mis ojos no mentirosos.

Las palabras más verdaderas.

No solo lo que soy

sino cómo me he construido.

Si me dejas

solo si quieres y me dejas

no será el último libro

que tengas sobre tu regazo

con tu nombre en la dedicatoria.

Si me dejas comer

ese eterno helado nuestro

de tu boca

te debo un abrazo de esos

que hasta llega a doler

el pecho.

Si me dejas…

Pero yo también

tengo que dejarme.

Si yo me dejara llevar

como de costumbre me has dicho…

Si yo te diera la mano

o un tímido beso

repentino en la cara

y en los labios…

Si lo hago mientras que te enseño

nuestra historia…

quizá siempre te quede

en la memoria.

Solo así podremos descubrir

si solo es una tarde más

o la primera de todas.



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En el texto hay: poesia, relatos, amorimposibe

Editado: 09.09.2024

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