Ni media vida gastamos
tu bien lo sabes
aún podemos tener
dos o tres más
por lo menos.
Y yo que soy un gato
tengo más de siete
todas ellas desperdiciadas
en mujeres de retrete.
Las pocas que me queden
no las quiero pasar
sin verte el verde
sin rebelarme
ni resarcirme.
Eso sí
prometo no ser un cobarde.
Irme olvidándote
olvidarte yéndome.
Colmaré el vaso
con una gota más siempre
aquel con los cristales
que le falten pegados.
Cuerpos arreglados.
Me pintaré unos bigotes
y maullaré a tu lado
quedándome dormido
en tus brazos.
Aprovechando los días
para perder otra vida.
Y si no
pues me atropellará
un coche
o me perderé en los jardines
de casas nuevas
todas las noches.
Beberé las catorce vidas
de un gato
que es gato
y es doble.
Que está triste
y es pobre.