Actualidad, octubre año 2****
El Gran Palacio del Kremlin, Moscú
Oficina Presidencial
— ¡Por última vez solnyshko, no irás!— ruge el gran presidente Veniamin Romanov— te lo he dicho, mi hija no va a enlistarte para combatir esas cosas, ya el ejército y los ciudadanos se están encargando, no perderé a mi única hija por un capricho— sentencia de manera absoluta mientras observo cómo golpea su escritorio, para dar fuerza a la palabras que llevo escuchando desde hace más de medio año, y no pienso ceder.
— Entonces tendrás que encerrarme para que no lo haga Πana, tengo 25 años, no puedes obligarme, cumpliré con mi deber como ciudadano, defenderé mi país— respondo de manera segura, mi padre tiene el sexto sentido de oler el miedo, y no pienso dejar que se salga con la suya.
— Escucha con atención Sonya, eres todo lo que me queda en la vida, y si tengo que encerrarte, lo haré — declara con la autoridad de presidente, pero ya no soy una niña.
— Tu mejor que nadie sabes que estoy calificada, he sido entrenada desde que tengo uso de razón, se manejar armamento mejor que cualquiera de tus hombres, tengo preparación en más de un arte marcial, soy fuerte y ágil, sería la mejor opción, ya hemos perdido muchos hombres, no puedo sentarme solo a observar— gruño tratando de de calmar mi mal humor, mi padre lo sabe, yo haría una real diferencia entre esos monstruos y nosotros.
— Entiende por favor hija, no pienso verte morir por mi culpa, ya perdí a tu madre, me niego a perderte a ti— puedo ver cómo sus ojos se llenan de miedo y preocupación, se que es un hombre sumamente fuerte, y ha construido un imperio desde la nada, y aún así también ha perdido mucho, no debería de estar pidiéndole esto, pero él sabe que soy lo que necesitamos para ganar.
— Lo lamento Πana, pero lo haré te guste o no— concluyó y salgo de manera apresurada de la oficina, me dirijo hacia la salida del Gran palacio con pasos apresurados hasta donde está mi moto estacionada, sobre ella se observa un bolso de viaje con las pocas pertenencias que me permiten ingresar al enlistamiento, así que con la misma determinación que llegue, me dirijo a cumplir con mi deber como ciudadana Rusa.
Las calles siguen desoladas, hace menos de 72horas del último ataque de los AQ-09A, es imposible saber cuando ocurrirá de nuevo, por eso no puedo solo sentarme a esperar, cosa que me repito constantemente mientras atravieso entre los autos abandonados, y escombros de edificios en ruinas, es fácil llegar a la base más cercana al Palacio, pues es la más grande de Moscú, solo se encuentra a 15 minutos de distancia, todo por la seguridad del presidente.
Al llegar me piden la identificación, el de seguridad se sorprende al percatarse quien soy, sé que tendré que convencer a muchos para que me dejen quedar, todos piensan que soy una consentida de Πana, así que demostraré lo que soy capaz de hacer. El soldado se aparta de la entrada, mientras me devuelve el documento, me da un asentimiento, y me permite ingresar a las instalaciones, aún están ordenando las protecciones que habían sido destruidas por los AQ-09A, esos monstruos pagarán por lo que nos están haciendo.
Observo como todos se paran a verme mientras desmontó, desabrocho el casco y dejó que mis trenzas caigan libres, lo que causa más de varios susurros, es imposible no llamar la atención con un cabello tan largo, y menos siendo rojo, una herencia de mi madre, algo que portó con orgullo. Tomo mi bolso viajero y me dirijo a la oficina de enlistamiento, puedo sentir las miradas sobre mi piel, se que todos estarán pensando que es un castigo de mi Πana por malcriada, pero jamás se imaginaran que fue mi decisión, ellos no tienen oportunidad contra esas cosas.
Al entrar el General de la base se levanta, ofreciendo un saludo militar, sabe que soy la hija del presidente, pensará que vine a traer alguna información sobre los individuos del AQ-09A, pero no hemos conseguido nada nuevo.
— Me presento para el servicio a la nación General Schneider— su cara de asombro denota que no sabe de mi, solo la imagen que muestran las noticias— Puedo ser el arma que hace falta en contra de los experimentos, estoy más que calificada para estar en su equipo — debo hablar de la manera más segura, no puedo dejar que me menosprecien.
— Señorita Romanov, no puedo dejar que usted ingrese a la unidad, su Πana se encargaría personalmente de aniquilarme— se que tiene razón, pero él no puede tomar está decisión.
— Soy ciudadana de Rusia, mayor de 20 años, cumplo con mi deber, y estoy en todo mi derecho a ejercerlo, mi padre no puede oponerse, y tampoco lo hará — respiró profundamente, y calmo mis pensamientos — estoy entrenada para la guerra, mi Πana se encargó que así fuera, se utilizar de manera profesional cualquier armamento, no necesita enseñarme, solo darme lo necesario y enviarme al campo de batalla, no se arrepentirá de su decisión—
— Demuestre que lo que dice es cierto, y permitiré que se quede, no causará problemas, acatará mis órdenes, por cualquier eventualidad la enviaré de regreso al Gran Palacio— siento que por fin podré cumplir con mi promesa.
— No lo defraudare General — le ofrezco un saludo militar. El señor Schneider me observa aún con un poco de duda.
— Te llevaré con el supervisor, el te orientará en todo lo que necesitas— dice mientras sale detrás del escritorio, indicando con su mano hacia la salida, lo sigo en silencio, recordando todo el espacio que nos rodea.
La base se distribuye en 10 perímetros, 6 salas comunitarias de entrenamiento, 2 para combate cuerpo a cuerpo, 3 para el uso de armas y la última es un gimnasio, las 4 restantes son: 1 complejo de micro oficinas, 2 salas organizadas en dormitorio, y por último la cocina con el almacén, todo está organizado de manera estratégica, para que la comida jamás esté en el camino de cualquier combate, los recursos son un bien preciado en tiempo de guerra, no podemos darnos el lujo de perder nada.