Sophia // Sus ojos vieron más de lo que deberían.

CAPITULO IV

La Sombra De La Bestia

 

Nunca podría entender la mente humana, tan fácil de quebrar. Tan fácil de oscurecer. Fácil de cegar.

La mente de mi tío Mike debió de estar desecha. Debía de sentirse inundado por la ira, devastado y retorcido; doloroso. Muy doloroso ha de ser para no pensar, y actuar de manera tan cruel y dañina. De manera tan fugaz, sin pensar en las consecuencias. Ni las acciones.

Su cara lo decía todo. Estaba dispuesto a matarnos a ambos por un mal entendido.

__ ¿Tío Mike? -Susurré algo asustada, podía notar en su mirada la cual se separaba de la mía tan solo por el cristal del auto, estaba desquiciado, si una bestia eh de conocer un día, tal bestia feroz llevaría sus ojos ensangrentados en cólera.-

__ Tío Mike! -La puerta del auto se abrió y cuando eso pasó, un sonido ensordecedor hizo que por inercia cerrara mis ojos. -

SUS OJOS. 

Los ojos del tío Mike me vieron fijo, con un cuchillo que no aparentaba tener mucho filo en la mano y sangre que brotaba de su boca como perro malherido. El cinturón de seguridad aún lo llevaba en mi pecho. Aquel maldito cinturón que me salvó la vida y me retuvo contra mi voluntad, en el momento en que quería huir lejos.

  1. El Sr. Clain aún tenia su mano suspendida en el aire. La cual casi enfrente de mi rostro sostenía la pistola, dueña de la bala que atravesó el cuerpo tirado a mi derecha.

__ So-Sophi ¿Estas bien? -El policía tocaba mi cuerpo de forma impaciente en busca de alguna herida. Yo no dije nada.-

__ ¿Da miedo verdad? -Susurré mientras él  se desprendía el cinturón de seguridad  -__...Su expresión…

Mis manos temblaban y un frio recorría mi cuerpo, el aire pesaba en mis pulmones, apenas podía respirar.

__Todo está bien, tranquila. -Murmuraba él, creo, para apaciguar más sus demonios que los míos. -

Clain marcó su celular y salió fuera del auto para correr a la gente la cual mórbida y movida por la curiosidad comenzaban a mirar de lejos, murmurar cosas y señalar con cara de asombro y terror. Entre ellas, una mujer alta que no tardó en mezclarse entre la gente. También me hubiera ido si pudiera.

__ ¿Quién es el fuerte ahora? ...-Le pregunté en susurros al cuerpo frio y ensangrentado del tío Mike, sonreí.-

Esa era exactamente la respuesta que quería oír. 

__Esperaremos unos cinco minutos a que vengan de la agencia de policía por lo que sucedió Sophi. Hablé con ellos y no es necesario que vayas ahora para hablar sobre todo esto. Pero seguramente mañana necesitarán que hables y les digas lo que viste y como exactamente pasó. Okay? Hoy mejor descansemos....-Dijo el Sr. Clain desde la ventana del auto. Y entre suspiros cansados dijo.-...Esto es demasiado para una niña...

No a mí. Al viento quizá.

Supongo que creyó no lo escuchaba. Se veía frustrado, y suspiraba cada vez que soplaba el humo del cigarrillo fuera de sus pulmones. ¿Cómo me debía sentir en esta situación? ¿Feliz? ¿Triste? ¿Horrorizada como la gente que veía de lejos tal vez?

Unas dos patrullas arribaron, y el Sr. Clain caminó a paso ligero hasta una de las patrullas. Intercambiaron algunas palabras hasta señalar hacia el lugar en donde me encontraba. Y acto seguido el Policía caminó hacia donde yo estaba y me indicó que bajara.

__Sophi. Vámonos. -Sus manos me desabrocharon el cinturón de seguridad que me retenía allí y tomándome en sus brazos, salí fuera del viejo Monza ahora más estropeado que nunca.

No le comenté que hubiera sido más fácil bajarme del auto si lo hacía por la puerta del copiloto. Hubiera sido un mal chiste.

En sus brazos lo vi bien. No me había dado cuenta hasta ahora, el Sr. Clain estaba lastimado, llevaba uno de sus brazos algo hinchado y morado. En la parte superior de su ceja izquierda una herida no tan profunda y sangre seca proveniente de la misma, que caía por su mejilla.

__Esta herido Sr. Clain.

__No te preocupes ambos iremos primero al hospital. -Asentí. Ya no quería protestar, y aunque estaba cansada del mismo recorrido siempre a los mismos lugares, me quedé callada. -

El tiempo pasó relativamente lento, pero pronto ya habíamos llegado a su casa, en una de las patrullas de policía que nos habían dado a cambio del Monza. Sabía por su sonrisa gastada qué se encontraba igual que yo.

Aparentemente para el doctor yo no tenía más lesión que un gran moretón producido por el cinturón de seguridad. Nada que más analgésicos no resolvieran.

Pero a diferencia de mí, el Sr. Clain tenía una fractura en el brazo izquierdo, y una cortada en la frente propinada por los vidrios de la ventana del automóvil. 

__ ¿Quieres que hablemos? -Era incomodo-

__ El Sr. Mike era una persona terrible, se lo merecía.-Resumí la charla paternal.-

__ Era una persona, nadie merece ser juzgado. Nadie es totalmente inocente.

__ ¿Usted mató a muchas personas?

__ Quizá no es algo para vanagloriarse.

__ ¿Porque eligió ser policía? -No parecía alguien a fin con las armas. Lo sabía porque podía ver como su mano izquierda aún temblaba.-

__ Esto es un secreto que nunca compartí con nadie. Mi padre era una persona muy mala. Trataba mal a la gente y hacia cosas indebidas. Pero era mi papá, así que nunca dije nada y me comporté como un buen hijo. Pero un día, por hacer esas cosas hirió a mi madre, y ella murió. Entonces decidí que quería ser alguien más que el niño tranquilo y sumiso que veía como todo se pudría y no hacía nada por arreglarlo. Ayudaría a gente en problemas antes de que algo así vuelva a ocurrir. Fue así como me volví policía Sophi.

__ ¿Su padre también bebía como el mío?

__ No exactamente. -Y diciendo eso trajo ante mí un pequeño vestido verde limón, y una toalla.-__Creí que querrías tomar un baño mientras cocino... -asentí sonriente. El vestido era hermoso. -




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