Sophia // Sus ojos vieron más de lo que deberían.

CAPITULO X

El Hábitat De La Bestia.

 

Recuerdo a mi mamá decir...

__ Todo irá bien.

Aunque ella sabía que todo se complicaría.

Ella era esa clase de persona. Mi padre era una persona cerrada. No teníamos mucha conversación. Pero recuerdo el primer día de clases en la nueva escuela. Me dijo que todo iría bien este año, que todo mejoraría, y que el encontraría un nuevo empleo para poder darme una buena vida.

Él era esa clase de hombre.

No puedo imaginar a mi padre siendo devorado por el monstruo. O a mi madre, y eso que ella era más fuerte que él.

Pero supongo que todos tenemos un punto de quiebre. Somos personas manejadas por un hilo de cordura muy débil y la vida es una maquina constante e indecisa que saca y pone peso sobre cada quién. La vida no tiene la culpa.

 

El hilo a veces es demasiado débil.

 

Parte de mi sabía que mis padres eran esas personas que recordaba. Buenas personas.

Pero la otra parte también estaba decidida a querer recordar todo aquello que mi mente se negaba a mostrarme. Que sabía, me mostraría un lado de mi vida manchado por la oscuridad. Manchado por los malos sentimientos.

Quería recordar pese a todo eso. Quería saber la verdad, por más dura que fuera. Quería recordar.

Sin importar cuento doliera.

Desperté en el hospital. El médico que me atendió era el mismo médico que me trató cuando el accidente de coche, y también cuando el suceso en la casa de mis tíos. Si yo fuera él, creo que me daría lastima ver a una niña regresar al hospital cada dos días. Pero como no lo soy, no sé lo que piensa al respecto.

Debe de estar acostumbrado.

__ Nos volvemos a ver, Sophi. -Dijo animoso- ¿Cómo te sientes? -La pequeña linterna en sus manos no me dejaba ver más allá de la cegadora luz.-

__ Algo avergonzada.

El doctor sonrió.

__ A simple vista no parece haber nada malo contigo. -Resumió- ¿Que fue lo que pasó?

El doctor miró a los dos guardias pero fui yo quien contestó.

__ Mis manos comenzaron a temblar y comencé a quedarme sin aire. No podía respirar.

No le contaría lo que vi. No creía necesario admitir en un hospital, que estoy quedando algo loca. No le veía un buen final a esa opción.

__Bueno, por lo que me dices, parece que tuviste una crisis de ansiedad, también conocido como ataque de pánico. Sabes es algo normal cuando recordamos ciertas cosas feas o estamos demasiado ansiosos o nerviosos. También cuando tenemos un intenso miedo a algo. Para cerciorarnos haré un análisis de sangre así descartaremos tiroides y otras afecciones, de acuerdo?

Asentí.

Pasé media hora más en aquella cama de hospital, tan blanca que parecía tener luz propia. Por suerte, para mí, él Dr. Müller no demoró tanto. Los resultados salieron y se sentó sonriente antes de darme el diagnostico.

__ Estas perfecta. Eres una niña súper fuerte y sana. -Dijo-

__ No tan fuerte. -Sostuve entre susurros inaudibles.-

__ No debes de preocuparte, pero en caso de que siga pasando te recetaré una medicación, tan solo pon media pastilla debajo de la lengua cuando comiences a sentir ese malestar. ¿De acuerdo?

Volví a asentir obediente y calmada.

El doctor me sonrió y pensé. Ha de llegar a su casa con la mandíbula acalambrada si le sonreía tan ampliamente a cada uno de sus pacientes, como me sonreía a mí ahora. Yo no querría ni siquiera masticar mi comida luego de un día siendo él. Sonreí. Quizá tenía la sonrisa atascada justo en el mismo ángulo y no podía bajarla de allí.

Ser doctor se ve difícil. Con razón tienen tantos años de carrera.

De repente entra como loco rompiendo el silencio el Sr. Clain. Sacando de lugar la sonrisa del doctor.

Agitado como quién sale de una maratón en tiempo récord, apoyó sus manos en sus rodillas tomando algo de aire. Y subiendo la mirada hacia mí, tragó saliva y dijo para nadie en particular.

__ Mi corazón no podrá con este caso. -Volvió a tomar aire.- Creo que estoy algo viejo para sobresaltos...

__ Doctor, ¿así se ve un infarto?

__´Casi. -Me contestó en tono burlón- Yo lo llamé Sophi. Aunque supongo que la llamada fue algo corta y omití ciertas cosas…

Sonreí. El doctor era divertido, incluso hacía que la estancia en el hospital no fuera tan agobiante.

__Que fue lo que pasó Sophi? -Se acercó a mí, algo más tranquilo y recuperando el color. -

__ Escuché al grandulón hablar. ¿Encontraron a Tara verdad?

Él solo se limitó a tomar mis manos y darme la noticia con un asentimiento calmado.

__Ella está a salvo. Al parecer estaba en San Francisco en casa de sus abuelos paternos. Ellos se pusieron en contacto con nosotros cuando su hijo salió en las noticias, y se enteraron de todo lo que pasó.




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