Soraya Russo

Capítulo 2

—Eso de casarte va en serio, pelirroja— Me pregunta Víctor. 


—Sí,  guapo— No puedo ser felíz toda la vida, seria algo injusto con el resto de la humanidad— Respondo dándole un nuevo sorbo a mi copa de vino. 

 


—¿Qué voy a hacer yo entonces?—soy una alma libre, me rehusó a casarme, pero siento que ustedes me estan arrastrando a eso, al dejarme siendo el único soltero de este selecto grupo. 

 


—Pues no te quedaría mal, aunque si juzgamos en base a mi experiencia, mejor muere soltero— contesta Naty. 

 


—Toco madera, dice Soraya— que Roberto no me salga así de maluco, como Andrés— mira que ya con un canalla tenemos más que suficiente—Amiga nisiquiera te cobraré el divorcio, anímate a  dejar a ese patán. 

 


—No es tan fácil, Soraya— Pero cada día me convenzo más de que pronto pasara— responde Naty, algo triste. 

 


—Cambiemos de tema, Andrés no es bien recibido aquí nisiquiera, como tema de conversación—dice Víctor.  

 


—Natasha, dime algo— pregunto seria. 

 


—Aja— contesta mi rubia. 

 


—A que te referías cuando me dijiste: “ Cúbrete  las espalda”— digo mirándola. 

 


—Puedo hablar sin pepitas en la lengua o te pondrás exquisita, como lo hiciste esta mañana y terminarás corriéndome de tu palacio.  

 


—Habla sin rodeos, Natasha Rivas— respondo. 

 


—Bueno, eres una mujer inteligente, bella y millonaria— Cualquier hombre se sentiría halagado en ser tu pareja, eso no lo pongo siquiera en duda;  sin embargo tu no puedes exponerte y darle acceso a cualquiera a lo que tanto trabajo les costo conseguir a tus padres  y a ti. 

 


—¿Supongo, que te refieres a Roberto?—pregunto seria. 
—Así es, Soraya— Haz  lo que mejor haces, busca la manera de protegerte— No lo habías, considerado—¿cierto?— Pregunto intrigada. 

 


—No, lo creí necesario— contesto de forma sincera— Roberto tiene un buen trabajo y vive bien, no pareciera estar necesitado de mi dinero— O acaso Víctor y tú saben algo que yo no se— digo seria. 

 


—Bueno— contesta Víctor— Tu novio tiene problemas por deudas de juego, pelirroja, hay un par de maleantes detrás de el, buscando como cobrarle— 


—¿Lo investigaste? —Pregunto incrédula. 

 


—Por supuesto— responde Víctor mientras se pone de pie — Y ahórrate el drama, pelirroja porque sabes que si se trata de cuidarlas a ustedes, hago eso y más. 

 


—Eso no significa que esté detrás de mi fortuna, Víctor— espeto molesta. 

 


—Nadie ha dicho eso, Soraya— solo queremos que tengas cuidado, además estoy seguro que tu novio no te mencionó nada de ese tema— termina diciendo Víctor. 

 


—No, no lo hizo— respondo. 
—Eres abogada, mujer y una de las mejores. Arregla ese tema y cásate, nosotros no tenemos problemas con eso; lo único que estamos tratando es que veas mas allá de tu propia nariz— dice Naty en tono serio.  

 


—Lo pensare, no quiero que Roberto se enoje— digo algo incómoda. 

 


—No tiene porque hacerlo, acaso no fue en esos términos como nos casamos Andrés y yo, es más según recuerdo tu misma, hiciste toda la documentación y casi me obligaste a firmarlos.  

 


—Sí pero… 


—Sí, pero nada Soraya— Haz lo que tienes que hacer y punto—Dice Natasha. 

 


—Ok, arreglare toda la documentación yo misma. 


—No— Dice Natasha— Pídele a algún colega tuyo, que prepare los documentos— tu no vas a poder ser objetiva, así que deja que lo haga alguien más.  


—Listo, encargare a alguién de mi entera confianza, entonces— Digo ya más calmada. 


—Naty camina hacía mi, para sentarse a mi lado y darme un abrazo—Jamás haríamos nada que te dañe, pelirroja— Pero tampoco vamos a permitir que alguien más nisiquiera intente hacerlo. 


—Lo sé, pero no quiero perder a Roberto— Digo abrazándome a mi amiga. 


—Si realmente te ama, eso no pasara — dice Víctor. 


—Seguimos compartiendo y divirtiéndonos, hasta entradas altas horas de la noche— Víctor y Naty, deciden quedarse en mi apartamento para no manejar a esta hora, de regreso a sus casas.  


—Extrañamente, no he recibido nisiquiera un chat de parte de Roberto; para saber donde estoy— 
—¿Será que estoy haciendo bien, al casarme? — tal vez con la muerte de mis padres, he desarrollado algún tipo de dependencia emocional con Roberto. Vamos Soraya Russo, tu no eres una mujer débil y mucho menos insegura, toma el toro por los cuernos y haz lo que tienes que hacer— Como dice mi Naty, mejor pedir perdón que pedir permiso.  


—Los días han pasado volando, mañana es nuestra  boda— Naty ha estado allí, ayudándome en todo. La verdad estoy un poco nerviosa, será una boda sencilla, solo las personas mas cercanas— Pero igual es emocionante cuando te casas con el hombre que amas y sueñas con que sea para toda la vida.  


—Licenciada Russo, la cita para usted y su novio con el licenciado Tamares, es hoy a la cuatro de la tarde. 


—Gracias, le contesto a mi secretaria— mientras la veo salir de mi oficina— 


—No me he atrevido a decirle a Roberto, el motivo de nuestra cita con Tamares— No se si sea buena idea, sorprenderlo pero a decir verdad me siento algo temerosa — Bueno ya veremos, que pasa hoy. 


—Llegamos a la oficina de mi colega, cada uno por su lado— Nos encontramos en la entrada del edificio, para luego dirigirnos juntos a la oficina del abogado. 


—Hola, hermosa— Saluda mi novio. 


—Hola, amor— Contesto emocionada. 


—¿Que hacemos aquí, Soraya? — Pregunta Roberto intrigado. 


—Necesitamos firmar una documentación que el licenciado Tamares, preparo — Se trata de un documento, en donde se estipula que nos casaremos por separación de bienes, es decir que  lo tuyo seguirá siendo tuyo y lo mío seguirá siendo mío.  



#2213 en Novela romántica
#888 en Otros
#266 en Humor

En el texto hay: humor, mafia, amor

Editado: 26.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.