Soraya Russo

Capítulo 4

Despierto en mi cama, ya ha oscurecido así que presumo que dormí un par de horas, escucho voces en la sala de mi palacio, estoy segura que se trata de Natasha y Víctor. 


Me levanto para ir al baño y lavarme la cara, en este momento debo ser un espectáculo verdaderamente deprimente, llorosa, hinchada, y seguramente con todo el maquillaje corrido. Aprovecho para lavar mi cara, aplico unos pañitos de agua fría que me ayuden a bajar la inflamación, causada por el llanto— Cambio mi ropa, para ponerme algo cómodo y tomo un par de pastilla para la jaqueca.  


Salgo hasta la sala y tal como lo sospeche, allí estan mis incondicionales, creo que solo el único  día que  me dejarán sola y por supuesto que en contra de su voluntad será el día que entierren. 


—Soraya, dice mi rubia al verme—Para luego venir hasta mí y darme un abrazo de esos que te hacen sentir muy amada— Hola, Naty contesto mientras lucho con mis lágrimas , intentando que no fluyan de mi ojos— Luego se une Víctor a nuestro abrazo, definitivamente que este par son mi apoyo, en medio de mis tristezas. 


—Gracias por estar aquí, digo con el llanto ahogado— 


—Pelirroja, contigo para las que sean— responde Víctor. 
—Sí cariño, tu solo avísanos a quién hay que matar, Víctor lo mata y yo lo desaparezco— Dice Naty. 
—Son lo máximo— digo en un intento de sonrisa— Mientras un par de lágrimas rebeldes empiezan a brotar de mis ojos— 


—Ah no pelirroja, no te hace llorar quien quiere— Dice Naty 


—Sino quién puede— continúa diciendo Víctor. 


—Y se lo merece— termino completando yo la frase— Y definitivamente que Roberto Irizari no se lo merece digo mientras limpio furiosa mis lágrimas— 


—Ya sabía yo, que había sido ese infelíz, dice Víctor enojada separándose de nosotras— Lo voy a matar, continúa diciendo realmente encolerizado— 


—Aún no se bien que hizo esa rata, pero tu no te vas a ensuciar las manos con el Víctor, siempre hay almas caritativas y necesitadas a lss que podemos pagarles para que se encarguen de la buena disposición de la basura— dice Naty,  indignada— 


—Natash… 


—Natasha nada Víctor, la rubia tiene razón, para que ensuciarse las manos se hay otras formar para cobrarle a afrenta a mi ex–prometido— Digo yo seria— 


—Ahora siéntense que les voy a contar la belleza con la que me salió, Roberto— Digo mientras camino a servirme un trago— 


— Empiezo a narrarle con detalle a mis amigos, lo acontecido con Roberto; desde su reacción cuando fuimos al abogado, hasta nuestra conversación en su apartamento, Víctor solo aprieta sus puños, tratando de controlar su enojo y Naty lanza insultos nombrando  a Roberto e interrumpiendo constantemente mi narrativa— 


—Wao, sabía que era un imbécil pero supero mis expectativas— Dice Natasha— 


—Sí, francamente los subestimamos dice Víctor— 


—Gracias por advertirme, francamente no lo vi venir— Digo apenada. 


—¿Y tú como estás? — Me pregunta Natasha. 


—Soltera, rubia— Digo intentando ser graciosa— 
—Aparte de eso, responde Víctor— 


—Bueno, enojada, humillada, iracunda y con ganas de vengarme— respondo. 


—¿Estas segura?, ¿Nosotros sabemos cuanto lo amas aún?— Dice Natasha. 


—El día que me veas amar a un hombre mas que a mi misma, ponme la camisa de fuerza y llévame a un hospital psiquiátrico— Natasha Rivas— 


—Ese hombre me humillo y esa afrenta no la voy a dejar si cobrar, le dije que no se  volviera a cruzar en mi camino, pero no dije nada de que yo no me cruzaría en el de el—Así que se anotan o pasan, digo con una mirada llena de maldad en mis ojos— 


—A donde, estampo  mi firma, responde Víctor— 


—Ay yo participo, dice Naty— Pero procuren que no se me arruine el manicure, esa rata no lo vale tanto como mis hermosas uñas— 


—¿Y cual es el plan? — Pregunta Víctor, ansioso. 


—Aún no se, pero prometo ponerme creativa, por ahora déjenme vivir mi luto, apapachenme mucho, si me da la locura de tirarme de un puente; evítenlo, beban conmigo, que  de la rata nos encargaremos cuando me sienta al 100%— Digo haciendo pucheros— 


—Entendido pelirroja, pero antes de que se no olvide debes llamar a la organizadora de bodas para cancelar todo— Dice Natasha— 


—¿Y eso porque? — Contesto airada. 


—¿Cómo que porqué?, pregunta Víctor, pelirroja tu misma acabas de decirnos que no habrá boda— 


—Y así será, la boda se cancelo, pero eso no implica que no podamos beber y comer, al fin y al cabo la que pago todo eso fui yo, además a la organizadora ya le fue cancelado hasta el último centavo, así que fiesta habrá, cambiaremos un poco la temática; no será fiesta de boda,  sino más bien fiesta de rompimiento, pero de que comeremos y beberemos no hay dudas. Además los invitados, son mis allegados; así que los pondré al tanto en cuanto entren por esa puerta—Además necesito ir de compras Naty, quiero usar un vestido rojo o amarillo, un color festivo; tengo que celebrar que ese patán me dejo ver la clase de rata que era antes de contraer nupcias— Ahora entiendo como se sienten mis clientas, cuando sus maridos las han engañado. 


—Tu no calificas  como mujer engañada, Soraya. El papel de víctima no es lo tuyo— dice Víctor 


—Amigo, en serio que estoy sufriendo— Lo que pasa es que llevo mi dolor con dignidad; pero créeme me duele el alma, ese idiota me tiro a matar — Digo tomando mi bebida de un solo trago— 

 

A la mañana siguiente, muy temprano Natasha y yo salimos de compras, no hay nada mejor para subir el ánimo que salir de compras con tu mejor amiga, de mall en mall. 


—Soraya,  no tienes que hacerte la fuerte conmigo, yo entiendo lo que estas sintiendo—Dice Natasha. 


—No me estoy haciendo la fuerte amiga, soy fuerte— Respondo seria. 



#2253 en Novela romántica
#894 en Otros
#270 en Humor

En el texto hay: humor, mafia, amor

Editado: 26.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.