Capítulo 5

Me miro en el espejo y me gusta lo que veo, el vestido rojo me queda perfecto, combina con mi cabello y resalta el verde de mis ojos. 

Mi cabello suelto cae en mi espalda, dándome un aire de sensualidad del que se sacar provecho. Me veo regia, matona, diva que hombre en su cinco sentidos condiciona casarse con una belleza como yo, si se lo que estan pensando pero la modestia no es lo mío, se que soy hermosa y lo disfruto, además hasta donde se, eso no es ningún pecado. 

Hoy debiera ser el día mas felíz de mi vida, el día en que me iba a casar con el hombre de mi vida. Pero bueno uno propone y Dios dispone, al final debo estar agradecida porque descubrí oportunamente quién es realmente el hombre con el que me iba a casar. 

Al final fue realmente Roberto quién perdió aquí, si a ver vamos yo me libre de un mal hombre, que estaba más interesado en mi dinero que en mí, pero el realmente perdió a una mujer que lo amaba sinceramente, porque no lo voy a negar ese hombre se me metió debajo de la piel, aunque tengo que aceptar que no es de esos tipo de amor que cuando pierdes al objeto de tu afecto te hacen querer morir, no para nada quiero matarlo, pero morirme jamás, si fui capaz de superar la trágica muerte de mis padres, no va a ser un patán quien me vuelva cenizas, ya llore, me desahogue, saboree el desengaño pero hasta allí; el tiro a matar pero yo me niego a morir.

 La verdad no entiendo a esas mujeres que dicen ese hombre me destruyo, no yo no,  jamás— Solo pueden  destruirte si tu se lo permites y Soraya Russo no tiene alma de mártir, no se dio pues bien Roberto Irazuri se lo pierde— Agradecido debiera estar de que una mujer como yo, puso sus ojo en él, pero así es el mundo esta lleno de gente mal agradecida— La verdad, al principio no pense en vengarme, pero de repente me apeteció. Además siempre es bueno un poco de diversión, mucho más con me pongo creativa; ya tengo planeado lo que haré, solo estoy esperando el momento oportuno. 

—Estás lista pelirroja, ya estan llegando tus invitados— Dice Naty al entrar a la habitación— Wao  Soraya te ves súper— 

—Gracias ya lo sé, mi reina— Contesto— 

—Tú y tu modestia— responde Naty 

—A esa señora no tengo el gusto de conocerla, nadie jamás me la presento— Además que mis papitos hayan hecho un buen trabajo al concebirme, no es mi culpa— Yo solo disfruto de los beneficios de su esfuerzo y dedicación— termino diciendo. 

—Ya cállate— Dice naty— Tus invitados ya empezaron a llegar y mi madre quiere verte, ya esta al tanto de tu no boda— Supongo que quiere darte los parámetros de la alta sociedad con respecto a estos temas. 

— Vamos rubia, oye tu también estas espectacular—A propósito donde dejaste al peor es nada de tu marido— Pregunto curiosa. 

— Andrés esta de viaje, no vendrá— responde Naty, seria. 

— Ok— respondo. 

Solo hay personas allegadas a mi en la recepción, son conocidos, el adjetivo de amigos solo lo uso para Natasha y Víctor.  

—Buenas tardes, saludo al ingresar a la sala de mi apartamento donde se encuentran los pocos invitados—Estoy sumamente agradecida por su asistencia, digo sonriendo— Antes de iniciar la celebración, porque definitivamente que se que vinieron aquí, para celebrar y todo lo que ven ha sido preparado con ese propósito; quiero ponerlos al tanto de un ligero cambio de planes— La mirada de todos los presentes esta sobre mí— suelo disfrutar ser el centro de atención pero en este momento no es muy placentero, pero bueno, las reinas no bajamos la cabeza porque se nos cae la corona así que aún siendo presa de los nervios decido continuar  con mi intervención.  

—Veo a Víctor y a Naty, moverse de sus lugares, caminar hacía mi  y pararse a mi lado en señal de apoyo— Naty toma mi mano, mientras Víctor me da un beso en la frente y me abraza—Como les decía hubo un ligero cambio de planes, esta tarde no estaremos celebrando mi boda, sino mas bien mi soltería, por desavenencias irreconciliables entre mi ex–prometido y yo, la boda fue cancelada hace un par de horas.  

—La expresión de asombro de algunos de los presentes, no se hace esperar— 

—Por favor disfruten de la velada, dice Natasha rompiendo el incómodo momento—Cuando sea grande quiero ser como tú, dice Natasha. Mientras me da un fuerte abrazo— 

—Gracias por no dejarme sola, en un momento sentí ganas de salir huyendo— Digo seria.  

—Jamás, te dejaríamos sola pelirroja— Dice Víctor— 

Los invitados se acercan a saludarme de manera cortes,  mientras que  los más imprudentes  no pierden oportunidad para preguntar detalles de lo sucedido,  pero en general, la velada transcurre de forma normal. 

—Hola nena— dice Leticia Rivas la madre de Natasha— Estás hermosa, como siempre— 

—Gracias por venir— digo mientras le doy un abrazo que ella corresponde. 

—En un primer momento me pareció una locura, pero cuando te vi de pie allí tan bella y segura, entendí que lo necesitabas para cerrar este tedioso capítulo de tu vida, mi niña— Dice Leti. 

—Supongo que sí— respondo con una amago de sonrisa— De lo que si estoy segura, es que no te devolveré el regalo de bodas, Leti. 

—A no, seria bueno saber como te irás de luna de miel si sigues siendo soltera— Dice Leti, en tono sarcástico. 

—nimiedades, mi Leti, nimiedades, ya me veo en el caribe, bronceándome y disfrutando de ricos cócteles— 

—Ay Soraya, cuando cambiarás— termina diciendo la mamá de mi amiga. 

Esa maldita mujer, no vino a buscarme— Estaba seguro que Soraya cedería a mis presiones, si de algo me encargue todo este tiempo fue de que se enamorara de mí— Tampoco puedo negar que es un verdadero deleite, estar con una mujer como ella, Soraya Russo es hermosa, sexy, inteligente y para cerrar con broche de oro millonaria, me gusta, me encanta y hasta estoy seguro que la quiero—Pero no puedo permitir que me deje fuera del manejo de su fortuna, tengo problemas de deudas de juego y la única manera de poder pagarlas es con el dinero de ella, porque yo no tengo ni donde caerme muerto— Intente hacer unas inversiones con un dinero que tenía ahorrado pero perdí todo, por lo que mi matrimonio con Soraya es mi tabla de salvación— Tal vez debí ser mas inteligente, menos visceral, persuadirla en lugar de enfrentarla  de manera tan brusca— Fui yo el que propicie todo con ella, porque Soraya es del tipo de mujer que atrae con su sola presencia, luego supe que era una de las mujeres más ricas e influyentes de New York, así que mi interés en ella creció—Tal vez deba ir a su apartamento a buscarla, seguramente esta devastada, por nuestra ruptura, ya debe haber recapacitado y en este momento si me presento y le pido que reconsideremos lo nuestro, lo hará— Tal vez no logre todos los beneficios de esposo de una vez, pero si logre algún tipo de prebendas— Bueno Roberto Irizari, toca humillarse un poquito para lograr que esa mujer, retome los planes de boda, así que manos a obra, muchacho.