Sorin: Aces

Prologo

Recuerdo cuando era pequeño, todos me veían un niño solitario, extraño y un débil. Mi madre siempre se ha preocupado por mí, siempre llegaba a casa y me veía con moretes en el ojo o sangre de mi nariz. Mi madre siempre se angustiaba por mí, sanaba mis heridas. Mientras mi padre se enfadaba conmigo y me decía que solamente seré débil si no me enseño en defender.

Recuerdo que todos los fines de semana, mi padre me enseñaba en defenderme. Me agotaba demasiado que ya no quería seguir practicando. Cuando me detengo, mi padre me empieza a golpear. Duele. Lloro sin importar las cosas que dice mi padre, mi madre siempre se interpone y ella siempre sale lastimada.

Cada cuando voy a clases en el camino me encuentro varios tipos altos y rudos, se veían que no tenían miedo a nada. Se veían muy rudos, cada vez que pasó por ahí ellos me llaman. Ellos siempre me acompañan al llegar hacía la puerta de la escuela. Me siento seguro estando con ellos ya que los niños que me hacen bullying les temen.

Esa misma noche, no llegué a casa como lo suelo hacer. Siempre llegaba a las 7 punto o a veces solo me voy directo a casa cuando salgo de la escuela. Pero, esta vez decidí no regresar a casa, decidí buscar aquellos tipos que me acompañan a la entrada de la escuela. Han pasado más de una hora y no los había encontrado, me acerqué hacía al parque donde había juegos y columpios. Me senté en un columpio cuando miré varios tipos acercarse al parque. No eran los mismos tipos que conocía, era otros. Son muy grandes, fuertes, tenían tatuajes en sus brazos y rostro. Sentí demasiado miedo que decidí esconderme en los juegos. El ambiente estaba un poco tenso, mi corazón empezaba latir un poco más rápido. Mi cuerpo temblaba con tal solo ver esos tipos. Luego llegaron otros grupos, eran los tipos que me acompañaban. Ambos grupos se veían molestos y furiosos.

-Vaya! ¡Jamás creí que vendría el cobarde! –

Miré a un hombre salir del grupo que yo conozco.

-No puedo creer lo que acabé de ver – Pensé. ¿Era mi padre, acaso el conocía a estos tipos? ¿Qué es lo que está haciendo aquí? ¿Por qué mintió a mamá? No sabía que pensar, solo observaba la escena de ambos grupos molestos con mi padre. Mi padre tenía miedo, su cuerpo temblaba. El jefe del otro grupo se acercó y empezó a golpear a mi padre. Sentí como el aire frio pasó por todo mi cuerpo. Regresé a casa con demasiado miedo. Desde aquella noche supe que mi padre era igual que yo… cobarde.

Ahora he estado practicando para defenderme y no ser un cobarde como mi padre, todos los días cuando salía de la escuela siempre me reunía con los tipos que siempre me acompañaba hasta la puerta de la escuela. Ellos me enseñaban de todo para defenderme. Gracias a ellos, finalmente logré en defenderme de los niños que siempre me hacían bullying pero, siempre me disculpo al último. Han pasado los años y sigo igual, inútil, débil y cobarde. Los mismos niños que me hacían bullying siempre eran los mismos compañeros de la secundaria y preparatoria. Recuerdo una vez que me defendí y me expulsaron. Me han expulsaron en varias escuelas.

Sé que algún un día aquellas personas que me han tratado de esta manera será perdonados, pero, también tendrá una lección. Ya me cansé de ser el chico débil y cobarde. Ya es hora de cambiar la historia y salir adelante. Quiero demostrar a mi padre que no seré un inútil, débil y cobarde para toda la vida.

...

-El comodín se encargará de distraer a los de la seguridad mientras nosotros, haremos el trato con el tipo – Hablaron por el micrófono. – Comodín! ¡Hemos logrado hacer el trato, sal de ahí ahora! – El tipo con mascara, guantes rojos y un suéter largo color negro con blanco de mangas largas se dirigió hasta la orilla de una ventana.

-Ya no tienes a dónde ir! – Dijo uno de los de la seguridad. El tipo enmascarado miró ambos lados, él sabía muy claro lo que haría. Sentía un poco de presión, pero también sentía confianza. Se lanzó por la ventana, él se sentía relajado en lanzarse de la ventana de un edificio de tres pisos. El tipo es diferente que los demás, tenía mucha habilidad en puntería, atletismo e inteligencia. Todos de la ciudad le temían porque era un tipo que la policía lo buscan. Era el más buscado de la ciudad.

El enmascarado cayó al suelo, sintiendo un dolor fuerte en su pecho. Se sintió relajado de que había escapado de la policía o al menos eso pensó. Encendieron las luces, el enmascarado miró a su alrededor que estaba rodeado de soldados. Sabía que no habría escapatoria.

-Comodín! ¡Sal de ahí ahora! ¡Busca la manera de salir! – Le advirtieron, el enmascarado solo escuchaba como sus compañeros le advirtieron tarde.

-Debemos ayudar a Comodín! ¡No podemos dejarlo solo! – Reclamó una chica. El enmascarado sabía que si ella ayudaba también la atraparía. Colocó su mano derecha en su oído dónde tenía puesto su audífono. Presionó el botón para hablar con sus compañeros.

-No, no quiero que te atrapen. Ustedes váyanse, no quiero que los atrape por mi culpa. – Dijo el enmascarado. Los soldados dispararon gas hacía al enmascarado, el gas se esparció por toda el área, el enmascarado solo se tiró al suelo tosiendo. Se sentía débil, su cuerpo no le estaba respondiendo correctamente y su vista se estaba nublando.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los personajes me pertenecen.

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En el texto hay: lgbt, comedia y venganza, ansiedad accion

Editado: 09.10.2021

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