Ace
Primera advertencia, los chicos se separaron y se han robado los 10 millones de dólares. Creí que el dinero ya estaba en un lugar seguro. ¿Que estuvieron haciendo los chicos todo el tiempo?
Era noche, pedí permiso al dueño del restaurante salir de paseo en la noche por la ciudad. Haría unas compras para mi habitación. Salí de una tienda con dos bolsas, cuando salí miré un auto lujoso detenerse enfrente del club. El chofer se bajó del auto y abrió la puerta. Dentro del auto estaba una mujer hermosa, su cabello color negro azulado oscuro le hacía lucir su vestido color oro. En uno de sus brazos tenía un tatuaje. Tenía el mismo signo que la mujer que me interrogaron.
-Algo no cuadra aquí. – Pensé. La mujer volteó hacía mi dirección. Sonrió levemente, seguí haciendo compras.
Iba de regreso, estaba caminando por el callejón ya que llego más rápido. Mientras caminaba por el callejón me encontré a dos chicos enfrente de mí.
-Finalmente lo encontramos. – Dijo. Reconocí su voz, decidí regresar por dónde vine, pero aparece Adrián detrás de mí. Rodee mis ojos.
Adrián- ¿Creíste que me olvidaría lo sucedido? – Dijo en un tono de molestia.
Ace- Enserio seguirás buscando problemas? – Pregunté irritado. Tenia mis manos en mis bolsillos del suéter. Adrián se río levemente. – Dime Adrián… acaso no temes en buscar problemas a un criminal? – Le pregunté. Sus amigos estaban en silencio, Adrián solo me observa en silencio. – Eso lo pensé. Bien debo regresar, me esperan.
Adrián- ¿A dónde irás idiota? – Me volteó hacía su dirección. – Tu no irás a ningún lado.
Bonno- Adrián, sería mejor dejar al criminal. – Intervino.
Ace- Tu amigo teme que cometa otro crimen de asesinato. – Miré a Adrián.
Adrián
Ace mi observó seriamente, sus ojos ya no brillaban cuando mencionó otro crimen de asesinato. Bonno temía a este chico, Dax estaba en silencio observando la escena. Bonno quería que me decidiera en no hacerle nada.
Adrián- ¡Él no puede hacernos nada! Está bajo condición. – Grité, volteé ver hacía Ace. Cerré mi mano en puño y golpeé tantas veces a Ace. Ace no se defendía, sabía que solo trataba asustarnos. – Solamente son rumores de este chico! ¡Él no es el Comodín como todos creen! ¡Ya lo comprobé!
De repente aparece dos tipos, uno era sonriente y el otro era que nos patio el trasero. Ambos se acercaron, sentí como me golpearon con sus puños. Era una pelea de puño limpio. Bonno y Dax se fueron corriendo dejando a mi atrás. El tipo grande me sostuvo de mis brazos dando la mirada hacía a Ace que me observaba seriamente. Está molesto, puedo ver en su rostro molesto.
Ace- Acaso creíste que estoy solo desde que me detuvieron? – Se acercó hacía mi tomando de mi cuello. – Te metiste con la persona incorrecta, aun que sea un crimen no significa que seré igual que el Comodín. – Dijo seriamente – Vale más que te detengas en ser el chico de la academia que todos te temen. No es así. Tus amigos no tuvieron el valor en defenderte y ellos fueron los primero en huir. – Sonrió levemente.
Adrián- Q… ¿qué me harás? – Le pregunté con nervios. Este chico se parece igual al comodín que todos temen. Cerré mis ojos. Sé que él me apuñalará una navaja que tiene escondido o me disparará con su arma.
Ace- No te haré nada. – Dijo, me soltó. – Ozias, suelta al chico.
-¿Qué? ¿Acaso me dejará ir después de lo que le hice? – Pensé. El tipo me soltó, mientras observaba a Ace dando la espalda decidí huir. Ni crea que esto se dejara así.
Ace
Adrián huyó, por suerte no tenía nada a la mano si no ya lo hubiera asesinado juntos con sus amigos. Ozias y Reki se alegraron en verme de vuelta por las calles.
Ozias- Bienvenido de vuelta. – Dijo.
Reki- Tenemos cosas que contarte. – Añadió. Tomé las bolsas.
Ace- Los escucharé cuando lleguemos a mi nuevo hogar. – Dije. Los chicos me siguieron hasta llegaron al restaurante. El anciano estaba limpiando unas mesas, cuando entramos él volteó hacía nuestras direcciones.
-Ya estaba sospechando que estabas cometiendo otro crimen. – Dijo. – Veo que traes amigos.
Ace- Si, son mis compañeros de la academia. – Dije.
-Bien, espero y no los asesines, por que luego voy a perder clientes si se llegan enterar homicidio. – Dijo. – Tengo que ir a casa, te encargo que cierres el restaurante con llave después que tus compañeros se vayan.
Ace- No hay ningún problema. – Dije. El anciano se retiró dejando a nosotros solos. Entramos a mi habitación, aun tenia muchas cosas por desempacar. Dejé las bolsas a un lado mientras tomé asiento.
Reki- Aun no terminas! – Dijo mientras sonreía.
Ace- No, no me he dado el tiempo de desempacar. – Dije.
Ozias- Ace, Los Phantoms se han separado por un tiempo. No queríamos tomar medidas, pero era por el bien. – Me contó. Asentí.
Ace- Yo les entiendo. Me enteré que se han robado los diez millones. – Informé.
Reki- ¿Pero, no lo habíamos entregado al dueño del banco? – Preguntó, negué con la cabeza. – ¿Qué?
Ace- Los HRTS están detrás de todo esto. – Dije mientras observaba mi celular.
Ozias- ¿Cómo sabes? Acabaste de salir de prisión – Dijo.
Ace- La mujer que me interrogó tenía el tatuaje de HRTS. Cómo no me daría cuenta, en mi juicio ella estuvo ahí anotando todos mis crímenes. – Expliqué.
Reki- De hecho, hay rumores sobre el HRTS han repartido el dinero a los crímenes más buscados del HRTS – Dijo.
Ozias- Nosotros ya cumplimos con entregar el dinero. – Aclaró. Negué con la cabeza.
Ace- Me culparon por robo de aquel dinero. – Aclaré. Ambos se sorprendieron. – Mi abogado reclamó que los HRTS son los responsables del robo. Pero, todo fue a lo contrario.
Ozias- Qué haremos jefe? – Preguntó.