Ace
Cuando volteé no me esperé algo que nunca pensé que iba a suceder. Miré el tubo manchado de sangre. Levanté mi mirada y pude ver aquel tipo con cabello largo, me observaba con tristeza y arrepentimiento.
Ace- Zad… - Susurré. Le retiraron el tubo, Zad cayó al suelo. Kae corrió hacía nosotros, Ozias golpeo a Quinn, todos detuvieron los disparos. Me acerqué hacía a Troy, sin pensar saqué mi arma y le disparé.
Troy- Están jodidos… - Escupió sangre. – Acabaron de meterse con la gente equivocada. – Acerqué mi arma hacía su frente. – Tanto tiempo sin verte detrás de la máscara Ace… jódete. – Le disparé. Quinn se acercó hacía a mí, tocó mi hombro.
Quinn- Comodín, perdieron a Zad… es un empate. – Dijo. - ¿Cómo quieres arreglarlo? – preguntó.
“¡Comodín!” Miré hacía la entrada, era Isa. Miró el cuerpo de Zad y Troy, estaba aterrorizada por lo que acabó de ver.
Quinn- Hagamos esto… Si le disparas aquella chica. Se quedan con el dinero, solo recuerda… siempre has tenido un traidor en tu grupo y jamás te quiso mencionar sobre los francotiradores. Ese traidor poco a poco se está ganando la confianza del los Phantoms y te entregaran con la policía. ¿Qué harás cuando te abandonen de nuevo? – Preguntó. – Eres el líder, ellos no deben dejarte solo.
Levanté mi arma y apunté directo a Isa. Isa me observó en silencio, puedo sentir que está aterrada y trata contener su ataque de ansiedad.
Quinn- No creo que eres capaz en dispararle a la chica… - Dijo. Tenía mi dedo en el gatillo, estaba apunto de tirar el gatillo. Solamente puedo escuchar mi corazón latir, escucho los gritos de Kae y la respiración de Isa. – Comodín, ¿qué esperas?
Kae- Zad! ¡Zad resista! ¡Zad! ¡No te vayas! – Gritaba de desesperación. Volteé ver a Sorin, él tenía esperanzas que hiciera el bien… pero…
Ace- Sin mí, ellos no pueden hacer un plan bien hecho. Cuando yo me sacrifico, siempre me abandonan. – Bajo mi arma y volteó hacía Quinn. Quinn sonrió, levantó ambos brazos al aire.
Quinn- Tenemos a un nuevo miembro! Bienvenido Líder… - Me llevó hacía su grupo. Miré de reojo a los chicos, todos estaban sorprendidos, molestos, irritados y furiosos por mi decisión que elegí.
Kae
No puedo creer que mi mejor amigo haiga hecho algo así, me siento desbastado, desesperado por no poder ayudar a mi mejor amigo.
Kae- Zad, llamaremos a una ambulancia! – Dije, Zad negó. Isa se acercó con nosotros llorando.
Isa- ¡Zad! – Tocó su mejilla. – Resista, por favor… te necesitamos.
Zad- Ya no me queda tiempo. – Su respiración se cortaba. – Hice mi deber como capitán de la primera división. – Tosía. – Kae, ahora te toca… capitán… Isa, cuida mucho a Kae ambos se merecen estar juntos hasta el final.
Isa- ¡Zad, no digas eso… vas a estar bien, te llevaremos a urgencias! – Lloraba.
Zad- Sorin… cumplí nuestra palabra… solo espero que Ace y los chicos me perdonen. – Dijo, cerró sus ojos. – Hasta luego hermano. – Isa lloró, me abrazó con fuerzas. No pude contener más mis lágrimas, mis lágrimas salieron, sentí como bajaba por mis mejillas.
Kae- Zad! ¡Despierta! ¡Despierta hermano! ¡Despierta! – Empecé a gritar, Lev y los fundadores se acercaron conmigo, me retiraron del cuerpo de Zad. Miré a Isa levantarse del suelo y miró furiosamente a Ace.
Isa- ¡Murió uno de los fundadores! ¿¡Ahora te unirás a ellos mientras nosotros corramos peligro!? ¿Nos traicionaras? – Empezó a gritarle a Ace, corrí hacía a Isa para detenerla ya que Ace se veía muy furioso. – ¡¿Nos abandonas, me abandonaras como le hiciste a mamá y papá?!
Ace no le respondió, los Dioses de la muerte se fueron junto con Ace. Isa volteó hacía mi dirección y me abrazó con fuerzas. Lloraba demasiado como si nunca hubiera llorado. Los Phantoms se llevaron el cuerpo de Zad para entregárselos a las autoridades, los padres de Zad estaban desbastados.
Después de todo lo sucedido, estaba en el cementerio. Miré a la madre de Zad llorando, estaba devastada, aun no podía creer que su hijo murió. Ella exigía detener al asesino, pero el asesino resultó estar muerto. No habrá justicia para Zad, pero Zad fue un héroe, se convirtió en un verdadero Phantom. Todos se fueron excepto yo, observé la tumba de mi mejor amigo.
“Zad Redrick 2003-2021 Descansa en Paz. Te has convertido en un Verdadero Phantom, nos volveremos a ver amigo/hijo.”
-Kae, creí que te habías ido. – Dijo la madre de Zad, negué con la cabeza. – Mi hijo siempre fue muy bueno contigo, él fue que te ayudó salir adelante en los momentos más difíciles. Recuerdo que siempre llegaba a casa y me decía “Mamá el día de hoy iré a jugar con mi hermano.” O siempre cuando siempre ibas a visitarlo, él siempre decía “Mamá, mi hermano hoy vendrá a casa” Zad siempre te veía como un hermano. Cada ves que veo me haces recordar que tan feliz era mi hijo. – Dijo, empezó a buscar algo en su bolso. Mire que sacó una fotografía de Zad y yo cuando éramos niños y otro cuando era su cumpleaños. – Quiero que te lo quedes, Zad me entregó esto ayer, dijo que cuando nos encontremos que te lo entregara. Dijo que era algo entre hermanos.
Tomé las fotografías, abracé a la señora. Ella empezó a llorar nuevamente, sé como se siente perder a alguien que más te importa de este mundo.
-Tu siempre me harás que recuerde a Zad, gracias Kae por ser el mejor amigo, hermano de Zad. Gracias. – Me agradeció. La señora se retiro dejándome solo en el cementerio. Miré las fotografías, sonreí un poco. Al ver las fotografías, aun podía escuchar a Zad decirme miles de idioteces o regañarme por mi relación con Isa. Volteé la carta y tenía algo escrito.
Kae,
No soy bueno escribiendo cartas, pero esta será mi primera y última carta que escribiré a la persona más importante de mi vida.
¿Hermano, recuerdas los sueños que tuvimos cuando éramos niños? Terminar nuestros estudios juntos, terminar la universidad juntos, ¿tener un trabajo y una casa?