Los Milagros de la Espera
Año tras año, Rachel y Roberto mantuvieron la esperanza. A pesar de la espera, siguieron activos en su fundación, inspirando confianza y amor a su alrededor. «La paciencia es una virtud», murmuró Rachel, «y los milagros siempre llegan a quienes creen». Las palabras de la canción les resonaban cada día: «Aunque la esperanza es frágil, es difícil de matar. ¿Quién sabe qué milagros puedes lograr?» Su perseverancia transformó la sorpresa de la espera en un milagro cotidiano, no solo para ellos, sino para todos aquellos a quienes ayudaban.