El apoyo de la comunidad
La noticia del embarazo de Rachel se extendió por toda la comunidad. Padres, niños y voluntarios ofrecieron apoyo y ánimo. Comprendieron que la sorpresa no solo se vive individualmente, sino también colectivamente, cuando los corazones se unen en amor y fe. Rachel y Roberto se dieron cuenta de que todo milagro requiere una red de apoyo y que ningún éxito se construye en solitario.