—¿Una copa? —pregunta mi jefe Alexander acercándose, pensé que ni siquiera me había notado, pues su fiesta de cumpleaños está llena de invitados importantes e incluso a los trabajadores de la empresa nos resultó raro que se extendiera a nosotros la invitación.
—No gracias, me hace daño el alcohol—respondo algo nerviosa pasando la mano de manera inconsciente por mi vientre, no puedo beber, no en mi estado y él tampoco puede saber lo que se oculta en mi vientre.
—Yo diría que te viene muy bien—aparta el cabello de mi rostro y lo coloca tras mi oreja haciendo que mi corazón se acelere y es que prácticamente desde la noche candente que tuvimos en el aniversario de la empresa, ambos hemos optado por ignorarnos mutuamente.
—¡Probando! ¡Probando! —la voz de mi amiga Claudia en el micrófono que hay en la tarima del lugar roba nuestra atención.
—Está ebria—afirma Alexander suspirando, imaginando que puede hacer de su fiesta de cumpleaños un show.
—Y allí está nuestro querido Alexander—dice Claudia señalándolo y sonriendo. —Yo también tengo una sorpresa para ti—agrega, en su voz se nota que ha bebido de más e incluso le resulta difícil sostenerse. Yo rezo en silencio para que lo que sea que vaya a decir no tenga nada que ver con mi embarazo.
—Sorpresa Alexander, serás papá—exclama sonriendo, el rostro de mi jefe se muestra incrédulo, lleno de duda—y Julieta será mamá—agrega mi amiga y Alexander me mira fijamente—¿No es romántico? Nuestro jefe y su secretaria, mi querida Julieta, tendrán un bebé—termina diciendo mientras Alexander me mira con cara de tenemos mucho de que hablar, es el momento en que suplico trágame tierra. Todos empiezan a murmurar y las miradas se dirigen a nosotros, presa del pánico me volteo para irme, pero una mano helada sostiene la mía:
—¿A dónde piensas que vas Julieta? Tenemos mucho de que hablar...
#789 en Novela romántica
#306 en Chick lit
jefe y secretaria, embarazo inesperado amor, secretos y amores complicados
Editado: 20.12.2025