Lo primero que vio Paty al abrir sus ojos fue que estaba en una sala blanca, teniendo que parpadear varias veces ya que la luz que estaba sobre ella de por si era bastante molesta, quiso llevarse la mano derecha hacia los ojos para protegérselos pero cuando la movió hizo una mueca debido a que esta tenía una aguja incrustada y le había dolido bastante.
Movió su cabeza dirigiéndola hacia la voz que continuaba escuchando pero no había nadie allí, exceptuando James quien la miraba con una siniestra sonrisa en el rostro capaz de matar hasta la persona más ruda que existe. ¿Qué no estaba muerto?, ¿Acaso su madre estaba…?. No llego a pensar la última palabra ya que el ambiente, cálido y acogedor, se convirtió en una escena digna de una película de terror, las paredes se agrietaron y de estas salieron muchas manos sintiendo como la propia cama en la que estaba era arrastrada hacia dichas manos.
Abrió sus labios para gritar pero de estos no salieron palabras alguna, sintiéndose impotente ante no poder hacer absolutamente nada. El lugar cambio rápidamente a un cementerio bastante lúgubre y sombrío el cual estaba lleno de gente, muchos conocidos y también personas que ella ni siquiera había visto en su vida. Su hija, que iba caminando junto a las personas, estaba un poco más grande e iba acompañada de Alex, quien cogía firmemente su mano simplemente en señal de protección y cuando ella se acerco para decirles que estaba sucediendo, su mano traspaso la de él como si ella fuera una fantasma, ¡¡UN FANTASMA!!
- Papi… ¿Por qué tenía que pasar?, mami era un angelito…- Hablaba bastante fluido su pequeña generando que a la muchacha se le derramaran un par de lagrimas.
- Ella ahora está junto a tu hermanito en el cielo, fue una gran mujer mi niña, pero… el destino nos trae sorpresas…- Medito mas consigo mismo que respondiéndole a su pequeña, a quien Alex limpio un par de lagrimas que se le habían caído.
- Pero si estoy aquí…- Paty se les adelanto y se coloco en frente con los brazos abiertos pero ninguno de los dos, Alex y Damaris, se percataron de ella y siguieron adelante traspasándola creando un vacio en el corazón de la muchacha quien rompió a llorar arrodillándose en el suelo.
¿Acaso estaba muerta?, ¿Era una pesadilla?, todos vestían de negro y de seguro la persona del ataúd era ella. Se posiciono a un lado del ataúd observando a todos los presentes, la familia Cullen por un lado quienes se les veía bastante afectados, un par de conocidas lloraban en los hombros de sus esposos, el sacerdote oficializando la misa y cuando llego la hora de bajar el féretro Paty no pudo más y se retiro del lugar quedando petrificada en medio de su “huida” y sin moverse de su lugar cuando Alex comenzó a hablar en el podio.
- Paty siempre fue de aquellas chicas distraídas, habladora hasta por los codos y poniendo siempre a su hija y a los demás antes que ella. Cuando la vi por primera vez pensé en un ¿Y esa quién es?, la trate como una paciente mas, su humildad y capacidad de amar fue lo que me atrajo aun mas de ella, yo solía ser un mujeriego y que me gustaban las chicas con gran anatomía… Ustedes me entienden- Se escucharon algunas risas dispersas, mientras la muchacha aun dándole la espalda no deseaba voltear a mirarlo, escuchando como este continuaba el relato.
-… Me enamore perdidamente de ella, soy muy afortunado o más bien fui afortunado de haber tenido una esposa como ella, es mi princesa, es mi sol y aunque no estuve jamás de acuerdo con que el destino me la haya quitado… se que está bien donde quiera que este ahora, junto al bebe que llevaba dentro… Adiós para siempre amada mía, vuela alto…- Finalizo para escuchar aplausos a su alrededor y el llanto luego casi general generando un ambiente lleno de tristeza y desosiego.
Casada… ¿Cuánto tiempo llevaba casada con Alex?, en otra ocasión estaría dando saltitos de alegría ya que estaba casada con su querido amor platónico y que al parecer este había adoptado a su hija convirtiéndose así en padre adoptivo pero ahora al ver el panorama delante de ella no pudo más que observar como la gente se fue yendo pasando por su lado y cuando ya no quedaban personas ella se acerco hacia donde yacía su propia tumba contemplando las flores puestas alrededor y sobre esta apretando sus puños ya que en cierto modo no entendía que rayos estaba pasando… ¿acaso la muerte se estaba burlando de ella al hacerla presenciar su propio funeral?.
Se debatió internamente que hacer y cuando ya se iba a retirar del lugar, aun mas confundida que tiempo atrás, se encontró con la mirada de Alex sobre ella, más bien ella pensaba que era a ella, pero el rostro de él estaba bastante afectado y miraba adonde estaba antes la tumba viendo como este esbozaba una tenue sonrisa antes de suspirar y marcharse de allí definitivamente.
Tenía que volver… Tenía que volver… Tenía que volver… Esas tres palabras la muchacha se repetía internamente cerrando sus ojos y rogando a todos los santos, dioses o cuanta deidad buena se le cruzara por su cabeza de que alguna la escuchara y la hiciera volver.