Soy... ¿ El Amante De Mi Esposa?

Capítulo 18: Viaje para dos

La suave luz se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, iluminando la habitación mientras Maliah se despertaba junto a su esposo. Rowan respiraba tranquilamente a su lado, dormía como un bebé. Por un momento, Maliah se quedó mirándolo, sintiendo una mezcla de amor, confusión y culpa en su interior.

Esto no era lo que ella deseaba en su matrimonio. Para comenzar, si hubiera dependido de ella, entonces no se habría casado. Esa era la verdad, hubiera escapado lo más lejos posible para evitar su cruel destino, ese que le cortó las alas a ella y a su esposo.

La cercanía física con Rowan solo intensificaba su conflicto interno. ¿Cómo podía sentirse tan dividida entre el deber que sentía por su esposo y los recuerdos de lo que había sentido por Ángelo en este poco tiempo? Era como si dos mundos diferentes estuvieran chocando dentro de ella, y no sabía cómo ignorar el sentimiento que la convertía una esposa infiel.

Rowan se removió ligeramente, interrumpiendo sus pensamientos. Abrió los ojos lentamente, mirándola con una sonrisa soñolienta. 

—Buenos días, cariño —murmuró, acariciando suavemente su mejilla.

Esa era la primera vez en la que Rowan la llamaba de esa manera, era que, los recuerdos de la noche anterior permanecían frescos en su memoria. Se sentía mucho más cerca de su esposa, aunque ella sentía que se perdía a sí misma.

—Buenos días —respondió Maliah, devolviendo la sonrisa con un nudo en la garganta.

No podía sentirse como la peor mujer del mundo, inmerecedora de ese amor tan grande que su marido le demostraba día a día. Solo había dos maneras en la que su esposo podría ser feliz: Si se enamoraba de otra mujer, o si Maliah fingía ser feliz en ese matrimonio.

Su mente la dividía constantemente contra sí misma, pues, esa sensación de culpa la obligaba a querer sacrificar su vida al lado de ese hombre, que, pensaba, no podía amar.

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ Una Semana y unos días después ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Maliah se encontró con Ángelo en el estudio de baile para practicar para la competencia. Desde que se hablaron por última vez, los pensamientos revoloteaban en su mente como un enjambre de abejas agitadas. La confusión entre lo que no reconocía haber sentido por su esposo y lo que creía que había sentido por Ángelo la había dejado en un estado de inquietud constante.

Ángelo, con su habitual encanto, intentaba coquetear con ella mientras practicaban los pasos de baile. Pero Maliah, sintiendo un nudo en la garganta, no podía corresponder a sus insinuaciones. No podía permitir que su camino se estrechara mucho más con el de su amigo, no era lo correcto.

Sentía que lo mejor era dejar atrás esa amistad tan confusa para ella, por el bien de su estado mental y su relación de pareja.

—¿Estás bien, Maliah? —preguntó Ángelo, notando la distancia en su mirada. Estaba actuando mucho más fría que un témpano de hielo ambulante para con su amigo.

—¿Eh? Sí, sí… estoy bien —respondió desviando su mirada. —Solo he estado un poco distraída últimamente, por la supuesta enfermedad terminal de mi suegro. Fueron momentos difíciles —se escudó sonando demasiado convincente en su argumento.

—Bueno, si necesitas hablar sobre algo, estoy aquí para ti, ya sabes. Para eso estamos los «amigos del corazón». Estaré para cualquier cosa que necesites, incluso si necesitas escapar de esta realidad… o de tu esposo, como la última vez —dijo con una sonrisa enérgica que era realmente molesta para Rowan.

—No es necesario —sentenció algo incómoda. —Las cosas con mi esposo están marchando bien, y… te dije que esos intentos de coqueteo tuyos, no me gustan en lo absoluto. —Sentenció señalándolo con su dedo índice.

La respuesta de Maliah sorprendió a Ángelo por un momento, pero luego asintió con una sonrisa que demostraba que entendía lo que ella decía.

Rowan, se encontraba satisfecho al ver que su esposa era feliz en su relación, bueno, eso no solo era lo que ella estaba buscando demostrarle a Ángelo, sino, hacerse a sí misma creer.

—Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti si alguna vez necesitas ayuda o apoyo, sin importar las circunstancias. O si tengo que secuestrarte para que seas feliz.

Maliah asintió como respuesta, aunque se sentía abrumada por la confusión en su corazón, al menos sabía que tenía a alguien en quien podía confiar para apoyarla en estos momentos difíciles, a pesar de que esa misma persona era la responsable de la mitad del problema.

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ Día De La Competencia ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

El día de la competencia había llegado, y Maliah se encontraba nerviosa mientras esperaba su turno para salir al escenario junto a Ángelo. A pesar de la emoción en el aire, Maliah no podía dejar de sentir esa preocupación que había estado cargando desde el día en el que notó que los sentimientos que tenía por Ángelo no eran solo un producto de su imaginación. La confusión y la culpa, aún estaban presentes en ella, como sombras terroríficas que la seguían a cada paso.

Ángelo, aprovechando como siempre cada situación para poder coquetear con Maliah incluso cuando ella le había dicho miles de veces que no, trataba animarla con sus bromas y sonrisas traviesas. Pero por más que lo intentara, Maliah no podía dejar de sentirse desconcertada por la confusión y la culpa que la acosaban. A sus ojos era una mujer infiel, la peor criminal de todos los tiempos, una mujer que no merecía el perdón de su esposo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.