¿soy el unicó omega?

CAPITULO 8

¿El inicio de una tormenta?

 

Una vez que su hijo se retiró, llamo a su consejero y confidente, así como su mejor amigo.

Su beta.

- ¿Cuántos años han pasado desde el debut del príncipe?.- pregunto el rey dejando los documentos en su escritorio para levantase y dirigirse a la salida de su oficina.

- ocho años señor.- mencionó su beta siguiendo al alfa.

- ocho años....- susurro el rey pensativo mientras caminaba ahora por los pasillos del palacio.- significa que solo faltan cuatro años... la espera a sido larga, ¿están listos tus hombres?.

- Si señor cuatro de nuestros soldados ya se encuentran infiltrados en la mansión de los Olivos, seguimos esperando sus órdenes... ¿pero está seguro que es ese niño? quizás tenga similitudes pero ¿Por qué la madre Luna le daría su hijo a unos simples nobles?.

- ¿Crees que a nuestra diosa le importa el estatus o poder?.- menciono mientras se detenía en medio de un pasillo confrontando al beta.- yo se que ese niño es el omega, no solo por sus similitudes.- dijo y continuo con su caminata.- o por el echo de que esos idiotas de los elfos llevan intentando acecinarme desde hace ya nueve años.- comenzó a decir con rapidez en un tono bastante furioso.-ese niño tiene magia, quizás ellos no lo sepan, pero estoy seguro y no podría equivocarme con algo tan importante.- afirmó entre dientes con una clara frustración en su rostro, recordando también en uno de los expedientes familiares se leía que hace decenas de años la familia D'olivo era una familia de asesinos al servicio de su reino, pero eso fue asé mucho tiempo.

" No me debo relajar" pensó el rey.

- lamento dudar de usted.- hablo nervioso el beta.

- Eso ya no importa, me molesta el echo de que aún no pueda tenerlo en mis manos.- continuaron con su largo trayecto por los pasillos.- pero debo ser paciente, tengo que aparentar no tener idea de esto mientras espero a que llegue su celo, para cuándo eso suceda el ya debe estar en mi castillo, y mi estúpido hijo muerto.

El beta sin decir palabra continuo junto al rey caminando en dirección a las celdas de tortura ocultas bajo el castillo real.

- una semana antes de que cumpla sus quince años quiero a tus hombres en la puerta de su casa para conseguir al mocoso.

- s-si mi rey.- contestó algo abrumado por la irá del Alfa.

Ya en las celdas de tortura, el beta dirigió a su superior en una de las últimas celdas donde se encontraba un ser de orejas largas y un largo cabello negro, totalmente atado a una silla haderída al suelo.

Un elfo.

Al sentir la presencia de sus invitados decidió mirarlos, sus ojos opacos se llenaron de irá al ver a los dos lobos parados frente a el.

- valla...-susurro el elfo mirando como el beta del rey cerraba la celda detrás de él.- se nota que está desesperado.- menciono en vos baja.

- prefiero evitar llegar a la tortura.- menciono el rey.- debo admitir que es mi parte favorita, pero está vez quiero hacer las cosas rápido con una simple pregunta, que espero respondas.- Hablo de manera amenazante, ya tenían días tratando de sacarle información al elfo oscuro con algunos métodos de tortura, pero este nunca cedía, su paciencia se agotaba.- ¿que les dijo la madre Luna?.

Un silencio se izo notar en la sala de tortura, el rostro sorprendido del elfo se mostró sin ninguna pena pues asta hace algunos días... quizás, nunca le preguntaron eso, siempre fueron preguntas como ¿A nacido el Omega? O ¿Sabes dónde se encuentra?... pero si este rey sabe del contacto de la Luna hacía nosotros, entonces conoce la existencia del Omega.

¿t-tu como lo.

- No a todos los tuyos les gusta ser torturados, uno de ellos hablo después de unos cuantos cortes y golpes.

- ¡¡Es mentira!!

- no tiene casó fingir, ella me contó muchas cosas y gracias a su humilde ayuda.- susurro de manera burlona mientras se acercaba lentamente al de orejas largas.- ella logro vivir.

- N-no

- ¿Puedes imaginarte de quien hablo?

Claro que lo sabe, al menos en su mente; pero su corazón... no desea aceptarlo, no podía creer, ¡no quería creer! que aquella persona que el amaba traicionara a su gente, al Rey, a la madre Luna.... a él.

- creí que... Había muerto...- después de perder la conección con aquella mujer perdió toda esperanza de volverla a ver... almenos con vida.

- perdone su vida a cambio de información, fue tan útil lo que menciono que no pude evitar sonreír.- dijo el rey comenzando a caminar hacia una de las paredes de aquella habitación, tomo unas pinzas y guantes y se los coloco.- ella menciono que tú rey había hablado con la diosa, y que desde ese entonces comenzaron las infiltraciones a los Reinos... Específicamente al mío...- dijo lo último con una sonrrisa mal disimulada.- lo que significa que el está en mis tierras.- susurro.- a mí me interesa saber que les dijo nuestra madre.

- ¡¡Cállate!! ¡ella es la madre de todos! ¡Nuestra salvadora! ¡Tu no-... Fue callado por un golpe del Alfa.

- Tu NUNCA deberás mirarla de esa manera ¿Su diosa? ¡Pero que idiota!.- finalizo con una ligera carcajada.

"Ahora entiendo porque nuestra luna nunca se a comunicado con este rey... Es un maldito" pensó el elfo

- Pero ese no es el punto ¿Verdad?.- continuo el rey.- Solo debes decirme lo que ella les dijo, ¿Porque es tan difícil?.- con brusquedad tomo la mano atada del elfo y la sujeto con firmeza sujetando el dedo anular.- voy a arrancar de uno por uno cada vez que te niegues a responder, primero empezaremos con algo suave.- mencionó colocando las pinzas entre la uña y comenzó a hacer presión para jalarla hacia arriba.- primero serán las uñas y después los dedos, aunque claro solo estoy empezando con tus manos.- dijo con una sonrrisa ansiosa en su rostro.

El elfo pálido miro nervioso su dedo inmobilizado sintiendo como poco a poco su uña se separaba de su lugar.



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En el texto hay: magia, yaoi, omegaverse bl

Editado: 11.07.2022

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