Lita y el villano parte 1: ''Mal Augurio''
(nt: La pareja designada para esto serán estos dos, ya que ambos encajan en las descripciones de los personajes. Espero les agrade besos :3 )
Lita de verita
Desde que tengo memoria siempre fui mirada con lastima, las sirvientas, los guardias y por supuesto las aves que se asomaban a mi ventana... he incluso los animales me tenían lastima uh. Recuerdo pensar cosas como << debo ser realmente lamentable uh>> << ¿soy acaso tan patética? >>
Recuerdo el día de mi nacimiento (cosa que no muchos han de recordar). En aquel momento las personas me veían con lastima e incluso mi hermosa madre, quien vestía un hermoso camisón blanco y se veía exhausta.
También recuerdo la mirada decepcionada de mi padre, el gran rey de verita. Su fría e indiferente actitud hacia mí me recordó algo que en mucho tiempo no había sentido. El sentimiento de tristeza y vacío dentro de mi pequeño corazón, que palpitaba rápidamente.
Después de que padre me echara una breve mirada de desaprobación, ordeno sin pestañar;
''mándenla de una vez''
En ese entonces no lo comprendía, ni siquiera sabía lo que ocurría a mí alrededor, así que con ambas manitos diminutas me tape los ojitos y guarde silencio... esperando que todo aquello acabara.
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Al pasar los años iba aprendiendo palabras nuevas, además había adquirido la habilidad de silbar fufuf* recuerdo lo divertido que era para mí (quien en aquel entonces era una niña mona y tímida) jugar con las aves que silbaban en mi ventana.
Fui criada en una habitación grande y lujosa, el verla me hacía sentir solitaria. Pero consideraba a las aves unas buenas compañeras de piso.
Las sirvientas dejaban mi comida y se marchaban, volvían para el almuerzo y la cena. Todas ellas desinteresadas en ser amigables conmigo... sabía que ellas no estarían interesadas en ser agradables atendiendo a una niña que ni siquiera sabía usar el tenedor apropiadamente.
Pero yo no estaba realmente sola, tenía a mis amigas las aves (aunque esas aves me dejaran sola en temporada de frio) y a mis preciosos y deprimentes recuerdos.
Esos recuerdos en los que aprendía a leer y escribir, aunque no me sirvieran de mucho en este mundo, al menos sabía que en aquí también debían de existir cosas como libros. Así que en esa habitación de lujo logre encontrar libros viejos y un set de plumas mágicas. Logre aprender a escribir y leer gracias a ello. También aprendí etiqueta y otras muchas cosas de este nuevo mundo.
Pero aún seguía sintiéndome sola, muy sola. Y es impresionante lo que la soledad puede causar en una persona.
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En esa habitación yo solo podía comer en silencio y mirar por la ventana. Las aves que se posaban en esta, me observaban unos instantes, cantaban su silbido del adiós para luego alzar vuelo hasta los cielos azules... mirar las nubes y los rayos de luz mientras sentía en mi rosto la suave brisa que anunciaba la llegada del invierno ro... me dejaba un sentimiento de melancolía.
También quería ser libre, como las aves que me visitaban, como los vientos que se las llevaban... pero muy dentro de mí sabía que era imposible.
Al volver a mis sentidos seguía atrapada en aquella habitación o mejor dicho, en aquella jaula de oro.
La jaula de oro a la que había sido confinada por decisión de mi padre, el rey de verita.
Me sentía como un ave lamentable, un ave enjaulada que moriría lentamente en mi soledad y miseria.
Al pasar más años, sola en aquella habitación. Jamás había salido de aquella jaula. No conocía a más seres que no fueran las aves y sirvientas que dejaban la comida y hacían la limpieza...
Pero una noche de tormenta vino a mi cabeza un nuevo recuerdo, uno en el que me encontraba en una casa en ruinas y a mí alrededor dormían muchos niños, yo solo podía ver a los niños dormir mientras una tormenta hacia ruido...
Me sentía confundida.
¿Que había sido ese sueño?
Con el pasar de los años fui teniendo más sueños como esos.
Y recordando mi vida pasada... un día fui llevada por las sirvientas al salón al lado de mi habitación, en este una maestra de etiqueta me empezaría a dar clases.
Luego de un año de clases, el rey Luminius me mando a llamar al salón del trono... fue en ese fatídico día en el que conocí al príncipe y recordé mi propia muerte...
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En ese entonces yo solía pensar que aquellos sueños eran solo fantasías creadas por mí misma.
Fantasías para distraerme de mi soledad, pero cuando cumplí trece años... recordé mi propia muerte.
Yo una chef famosa asesinada por su prometido y traicionada por su hermana menor.
Entre en un estado de depresión que duro meses, creía que quitándome la vida acabaría con todo y quizá en mi próxima vida podría ser feliz... pero no fue así, mis intentos fallaron.
Mi cuerpo se recuperaba rápidamente en comparación con el antiguo, este cuerpo mío podía recuperarse en 24 horas.
Las cicatrices en mis muñecas prevalecieron al igual que mis ganas de morir, sabía que debía de rendirme. Así que deambule en mi habitación. Ya no comía y solo pensaba en una manera de morir.
Todo el infierno acabaría cuando un día en el patio del palacio conocí a la villana katherina Drearllethi, la que sería una amenaza a mi vida en la novela.