Lita y el villano parte 2: ''Encierro''

Lita de Verita

Nikole Alismo, un año mayor que la protagonista. Él irá a la prestigiosa escuela de magia y hechicería  a supervisar a los estudiantes. Algo como un profesor temporal.

En ahí conocerá a la protagonista Estella Soldriet, de la cual quedara intrigado no solo por su magia luminosa sino por su habilidad de sanación.

E irá poco a poco interesándose más en ella. Hasta el punto de obsesionarse.

Pero con el tiempo notara los sentimientos de ella por el príncipe Arthierry de Grandhernal. Tomará la decisión de separarlos pero no funcionara.

Debido a ello, él completamente desesperado y lleno de sentimientos de odio y celos tomara la decisión de secuestrar a la protagonista y encerarla, teniéndola sólo para él, ese es el tipo de personaje que es.

Los planes saldrán frustrado y el príncipe Arthierry salvará a la protagonista y ese será el final del villano Nikole Alismo.

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. (nt: De regreso a la realidad)

La brisa era extrañamente tibia... considerando que estábamos en el subsuelo.

Pero aun así con magia todo es posible ehm.

El cielo es un hermoso atardecer. Pero no es el cielo real, sino uno creado con magia o artificial.

Y esta brisa es mágica también.

Se siente tan real...

Pero esto es como un domo mágico.

Pero eso no es lo más importante ahora ya que...

— anno etto... soy Lita de verita lamento la molestia.. — El apuesto hombre que está semidesnudo frente a mí, es el villano de la novela original.

Y él está muy molesto por que de alguna manera lo moleste.

Además de eso él está encima de mí, sujetando mis muñecas con una sola mano y sometiéndome contra el suelo pastoso.

—Lita de verita?... — dice sospechando de mí.

— así es, eh venido aquí para conocerlo y a proponerle un trato.

— eres la princesa del reino de verita?

Puede ser difícil de creer... pero él no parece para nada convencido.

Así que decido mostrarle el colgante en mi pecho. Es un colgante mágico que desprende un aura mágica protectora, por tanto, pareciera que soy bruja aunque no lo soy.

Recuerdo que ese colgante siempre estuvo conmigo aunque no recuerdo como lo obtuve... nah como sea, es la prueba de que soy de la familia real de verita.

— B-ueno si suelta mi mano le mostrar— siendo interrumpida, él destroza con su mano mi uniforme de sirvienta en la parte de mi pecho. Dejando al descubierto mi colgante, pero también mis senos.

— kyaaa* por favor suélteme, debo cubrirme...— dije avergonzada.

— Veo que dices la verdad— dice muy tranquilo.

— a-así es... ya puede soltarme? — pregunte avergonzada.

El me soltó, y procedió a transformarse en un niño.

Rápidamente me cubro el pecho con ambas manos. Y el colgante cae al suelo.

— Espera tu eres...—dice sorprendido el villano Nikole Alismo.

— uhm?

Él se me acerco y empezó a tocar mi frente.

— ¿q-que hace?— pregunte nerviosa.

— podría ser que tu no posees magia?

— como lo sab— pregunte a medias.

— no desprendes ninguna aura, ni siquiera el más mínimo rastro de poder.

El parece pensativo.

Luego de mirar al cielo por un momento, él me mira a los ojos y sonríe diabólicamente.

— eh? le suced— él me lanza alguna especie de hechizo del sueño y caigo inconsciente.

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Al despertar me encuentro en una habitación bien iluminada.

A mi alrededor hay barreras de hierro. Como una jaula de leones circular, con una cama en medio y flores alrededor.

Cortinas blancas rodean mi cama y me encuentro tibia.

Las sabanas son rosas y el aroma de las flores son agradables.

— donde estoy...—susurro para mí misma.

— estas en mi laboratorio, pero al tratarse de una princesa te puse flores y una cama.

Al voltearme veo al villano a un lado de la barreta de metal.

Nikole Alismo me mira sonrojado, como un niño emocionado por su nuevo juguete.

— ¿p-or qué?.. — pregunté aterrada.

Tengo tanto miedo que podría volverme a desmayar.

— eres un espécimen único, puede que no se lo hayan dicho princesa. Pero en este mundo no existen seres sin magia— dice sereno y sonrojado. — las únicas personas sin magia son utilizados para engendrar héroes.

Que? De que está hablando? Nunca oí tal cosa...

Esto debe tratarse de otro malentendido.

— no, yo no... — dije aterrada, él me mira con una sonrisita maliciosa. — que p-retende? Snif*

— no es obvio? Princesa de verita...

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Me pregunto cómo acabe con él en la misma habitación-jaula.

Sus ojos fríos de color amatista me miran fríos, recuerdo que el antiguo prometido solía mirarme de la misma forma.