Soy la jodida villana

Extra parte 3: Perspectiva de La princesa elfina Gansda [Gansda de Iyandhis]

Extra parte 3: Perspectiva de La princesa elfina Gansda [Gansda de Iyandhis]

 

Narrador

Gansda se paseó contenta por la gran torre de elfos.

No había pasado mucho tiempo desde que fue inducida a un sueño profundo por el hombre al que tanto ama.

Siguió andando por los pasillos de la gran torre hasta que llego a un lugar apartado de todos los huéspedes de Gansda.

El lugar al que llego eran los campos de cultivo en el subsuelo de la gran torre. Un huerto muy bien cuidado y con la seguridad alta, pues plantas cuyo poder curativo se sembraban allí, eran bastante raros e inusuales de encontrar… su valor por supuesto era altísimo.

Observo las plantas medicinales que con tanto esfuerzo había cultivado desde que era tan solo una niña. O como lo recordaba…

Su mente era nublada respecto a aquellos tiempos pero recordaba la lluvia. Recordaba el anhelo de poseer su propia libertad… alejarse de lo que su padre adoptivo, un gran rey tirano, le obligaba a cometer…

Torturar humanos y crias humanas con su habilitada única.

[Intruso]

Hundirlos en sus mentes y dejarlos morir lentamente… pues [Intruso] podía dejar que Gansda abandonara en el pasado des sus memorias a sus víctimas, induciéndolas en un ‘’coma’’ perdidos en su mente… de esa manera se convertían en marionetas para las granjas de humanos de su reino Iyandhis.

Había hecho eso tan atroz con miles de millones de humanos. Desde niños hasta ancianos… no había una noche en la que pudiera dormir con la conciencia en paz.

De hecho la mayor parte del tiempo se metía en las memorias de sus víctimas y los observaba como una espectadora… muchos de los humanos que pasaban sus vidas en la prisión subterránea del palacio Iyandhis, padecían de enfermedades mentales graves, alguno se comían entre ellos, otros eran salvajes y feroces pero a esos mismos Gansda se encargaba de volverlos cuerpos andantes (una vez que usaba intruso podía volverlos marionetas en vida). Todos ellos jamás habían visto la luz del sol. Incluso los que nacían en esas condiciones nunca podían desarrollar capacidades sociables… como ganado enjaulado se podría decir.

Y cuando los enviaba a su mente, Gansda se aseguraba de darles las memorias de un niño que degustaba manjares, disfrutaban de lujos y demás, pero era lo único que podía hacer por ellos…

El destino de todos esos humanos era la muerte…

De hecho ella no era diferente a ellos, no era alguien libre. Solo una marioneta adoptada (Recogida) por Veltra.

La única razón de ser recogida como la hija de Veltra es por la habilidad de Gansda. Una habilidad que uso para torturar y mantener bajo control a los humanos…

— Debes seguir sirviendo al reino como hasta ahora. (Veltra)

Esas palabras siempre eran las mismas cada vez que visitaba a su padre.

Nunca le dirigió una mirada desde su imponente trono. De hecho solo había frialdad en ese exuberante salón del trono. 

Es cuando Gansda bajaba la mirada para encontrarse temblorosa y con miedo. Sabía que si alguna vez osaba revelarse contra el hombre que la ‘’rescato’’ entonces… ¿Cómo podría olvidar lo que le hacen a los humanos? ¿No haría lo mismo conmigo, una insignificante elfina? Pensó.

Con eso en mente se mantuvo obediente a Veltra… por años.

Y esos años en los que torturo ‘’convirtió’’ a los humanos en marionetas, Gansda enloqueció eventualmente. Se debía a todas las memorias de los humanos que estaban en ella.

Es entonces cuando Litus Strauss trato de salvarla, compasivo por la princesita herramienta. Propuso que debían borrarle recuerdos de ella misma y los de los humanos… también que le implantaran los de una mujer astuta y fría de esa manera no sería alguien sensible hacia los humanos.

Veltra trajo consigo a un elfo nigromante [Magia negra, invocador de muertos], y ordeno que le implantaran a su hija adoptiva las memorias de una humana, mercenaria cruel y despiadada que se había adentrado al bosque alguna vez, solo encontrando la muerte y siendo recogida por el elfo nigromante como parte de su colección de muertos.

Y las memorias que le implantaron eran las de una mujer cuyo nombre se mantuvo en el anonimato.

Usaron las memorias de una humana inteligente y astuta para convertir a la princesa Gansda en una herramienta más eficiente…

Después de ser sometida a un experimento descabellado, Gansda despertó y siguió las órdenes con una expresión fría…

.

.

.

Pero como lo había oído de ciertos elfos sabios del templo Keostral.

Nada es permanente…

Es así que Gansda desarrollo nuevas habilidades además de su ingenio y astucia, capacidad para disfrutar el torturar y más tarde conoció el amor.

Este amor lo experimentaría al conocer a cierta persona.

Una mujer humana llamada katherina Drearllethi de Krastruoll.

El encuentro fue muy poco usual entre ambos. Pero Gansda estaba agradecida con el rey, la guerra y los elfos inútiles que no pudieron capturar a la mujer correcta…

Gracias a toda una cadena de sucesos Gansda pudo conocer a su adorada katherina Drearllethi.

Al verla, no solo se sintió atraída por su apariencia feroz y bella de una muer de cabellos rosados… sino también de sus ojos carmesíes como dos gotas de sangre fosforescentes.

¡Pero no era solo eso! diría Gansda. ¡Era la siniestra aura que emanaba del sensual cuerpo de katherina sama!!

Al principio decidió que debía buscar ganar su favor. Aprendiendo de la noche a la mañana a preparar prostres suculentos para ganar su atención y amor.

Por supuesto una princesa como Gansda no sabía cocinar, después de todo era tan solo una niña cuando fue recogida y convertida en princesa, no había tiempo en ello pues los deberes de la princesa herramienta constaban en torturar humanos desde la mañana hasta la noche.



#15057 en Fantasía
#3119 en Magia
#6259 en Fanfic

En el texto hay: reencarnaciones, aventura epica, antiheroe

Editado: 29.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.