Soy la mamá de un niño lobo, ¿y ahora qué sigue?

Capítulo 16: Detesto la idea de ser un reemplazo, detesto ser una «impostora»... detesto tener rival y que esté muerta.

Capítulo 16: Detesto la idea de ser un reemplazo, detesto ser una «impostora»... detesto tener rival y que esté muerta.

Imaginaba que la manada de Imri se trataría de lobos salvajes que no dudarían un segundo en matarme pero no, fue bastante fácil ganarse a la suegra.

Ahora mismo, el problema número uno es la pulgosa que no deja de mirarme con rabia, un corto tiempo de descuido será suficiente para que me ataque, me entierre y diga que me perdí en el bosque.

—¿Por qué te detienes?— cuestiona cruzando los brazos, no sé a dónde nos dirigimos y eso no me agrada.

—¿Por qué mejor no caminas delante de mí?— sonrío abrazando a Lobito —No sé a dónde vamos así que sería más fácil para mí ubicar la dirección.

—¿No será que piensas que te haré daño?

—¿Qué? Claro que no, para nada— niego con la cabeza pero ella achica los ojos —Bueno sí.

—Ash— espeta rodando los ojos —A ver, actué como toda una malcriada y me avergüenzo de eso, le dije a la Alfa que te protegería así que no tengo de otra que cumplir con mi palabra.

—Lo que dije para nada era en serio— sí lo era —Nosotros los humanos somos un virus total, Dios mío, destruimos todo— nada más hay que ver la cara con la que me mira —Además tu nombre es Larimar, no «Esta», qué grosera fui.

—¿De acuerdo...?— mi discurso no la convenció —¿Podrías ser más sincera?

Puede que esta loba no presente una amenaza, así que con una sonrisa seguí caminando sin tener idea de hacia dónde íbamos.

Luego de unos minutos llegamos a una de las extensiones del lago, en los alrededores habían varios niños jugando y algunas chicas lavaban ropa en la orilla.

Es impresionante ver lo grande que es este lugar, en ningún momento de mi vida pensé que coexistiría con una manada de lobos que puede adquirir forma humana.

En el tiempo que llevo aquí puedo decir que su estilo de vida es tranquilo, se siente feo pensar en lo prejuiciosa que fui pero no es mi culpa, ¿quién no habría cambiado su percepción de esta especie después de haber sufrido dos intentos de asesinato? Es más, soy una superviviente, cualquiera en una situación parecida habría huido de inmediato. Bueno, traté de huir en la segunda ocasión pero eso no cuenta, me encontraba en shock.

—Ven aquí— Larimar toma a Ra de mis brazos y se sienta en la orilla del lago, ella con una sonrisa besa al niño en la frente —Pero qué lindo, no sabes cuanto te extrañé.

—Lala— enuncia el pequeño moviendo los brazos.

Umh, pensándolo con seriedad es raro que Ra me quiera tanto, solo bastaron unos pocos minutos para que de la nada me llamara mami. Se ve que Larimar lo trata bastante bien, el cómo actúa ella es prueba suficiente para asegurarlo. Soy como una especie de usurpadora.

Oh por Dios, soy una usurpadora.

—Qué feo— digo de la nada cruzando las piernas, para refrescarme sumerjo las manos dentro del agua.

Una niña que estaba corriendo con unos niños, tropezó detrás de nosotras y cayó al suelo. Ella con lágrimas en los ojos se sentó en la tierra y sonando su nariz miró hacia ambos lados, iba a preguntarle si se encontraba bien pero Larimar me detuvo haciendo una mueca:

—Ssh, no la mires que después llora— señala viendo de reojo a la criatura de algunos cinco años.

Como nadie le prestó atención, la pequeña se levantó, se sacudió y se fue corriendo con los demás niños. Es impresionante como nadie se acercó a ella ni nada, simplemente la dejaron ahí hasta que ella misma se puso de pie y se fue.

—Pero qué duros son— de acuerdo, son lobos, pero aún así.

—Ah por favor, no se hizo nada, ya ves que ni siquiera se raspó— se encoge de hombros —A los niños hay que dejarlos afrontar sus propios problemas, ya cuando ves que la situación es grave puedes interferir, mientras tanto no, los estarás convirtiendo en ñoños

—Vaya— si por mí fuera entonces Ra sería el mayor de los ñoños, no podría dejar de consentirlo —La filosofía de ustedes me parece interesante.

El cielo está nublado lo que me indica que pronto lloverá, nadie parece estar prestando atención a ese hecho y Larimar solo se limita a jugar con el niño. Me pregunto qué estará haciendo Imri, la Alfa fue bastante directa cuando dijo que quería hablar a solas con él. ¿Será que estarán hablando de mí? Es probable. Por más que me sonriera y elogiara no puedo bajar la guardia.

—Oye, ¿cómo es la Alfa?— le pregunto a Larimar. Las posibilidades de que me conteste son muy pocas pero algo es algo.

—¿Para qué quieres saber?— detesto cuando me contestan una pregunta con otra pregunta —Ooh, ya sé— ríe burlesca, esa mirada no me simpatiza en lo absoluto —Quieres saber si lo de hace un rato fue verdad o simplemente se trató de mera pantalla.

—¿Qué comes que adivinas?— arqueo la ceja —Digamos que yo también tengo mis métodos para que las personas no sepan lo que estoy pensando, nadie sabe si la honorable mamá de mi «novio» es igual, así que dime, ¿yo le caí bien?

—Puede que sí, puede que no— eso no me sirve —¿Por qué te interesa tanto?

—¿Cómo no interesarme?

—No me gusta cuando me responden una pregunta con otra— ah pero mira que bien —A ver, para que tengas una idea: Nadie sabe lo que ronda por la mente de la Alfa, es todo un enigma.

La señora me cayó bien, lo que no me cae bien es la gente como ella. Me gustan las personas claras, tal vez por eso imri no me desagrada tanto.

La gente que a menudo esconde lo que piensa, suele ser bastante manipuladora, ya que vamos, a nosotros por naturaleza nos atrae la idea de descifrar lo indescifrable. Quiero pensar que mis suposiciones son erróneas pero de no ser así, la señora podría llegar a ser inquietante, Hmm..., no puedo actuar como una tonta, me mantendré bajo perfil por si las moscas.

—Mami— me llama Ra separándose de Larimar, eso le molestó a la mujer quien rodó los ojos enseguida —La.




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