Soy la mate del alfa

Cap 6 parte 1

Capítulo 6

.+Adolfo+.

Horas atrás, en el aeropuerto.

 

– ¡Gracias a Dios! –exclamó en perfecto español, lo que me hizo pensar que esa era su lengua materna.


«Es latina pero no de aquí» –deduje;  ya que en Brasil se habla  portugués no español.

 

*‘No importa de dónde sea, lo que interesa es que está aquí’* –comentó mi lobo, con mucha emoción, en el mismo instante en que ella se estiró para alcanzar una maleta rosada.

 

«Es tan pequeña que dudo que pueda alcanzarla» –ese pensamiento me dio una idea. Así que tome su equipaje, antes que ella, para tener un motivo para hablarle.

 

Sin embargo, en lo que su mirada se poso en mí me quede mudo ante el resplandor dorado de sus ojos, la señal que necesitaba para confirmar que estaba enfrente de mi mate.

 

«No puedo creer que al fin la encontré» –pensé mientras mi corazón aumentaba sus latidos y una enorme dicha se apoderaba de mí.

 

Después de tantos años de idealizarla la tenía frente a mí y era sumamente magnifica, mejor de lo que había imaginado, era perfecta para mí.

 

Ella se quedó observándome directamente a los ojos, como si así pudiese adivinar mis más profundos pensamientos. Mientras que yo reparé en cada una de sus facciones; la forma tan delicada y natural en que sus cejas enmarcaban sus mágicos y enigmáticos ojos grises, sus mejillas tenuemente sonrojadas, esa pequeña nariz respingada y esos gruesos labios que me dejan sin qué decir, pero que cada vez me incitan más a probarlos.

 

*‘Vamos, dile algo’* –me animo mi lobo, Velika. No obstante, antes de poder pensar en dirigirle la palabra ella cortó nuestro contacto visual para ver su celular.

 

«No sé qué decirle» –admití.

 

*'Que es nuestra y que debe venir con nosotros, idiota'*

 

Al principio le di la razón a mi lobo, debía decirle que nos pertenecía, pero al percatarme de que ella no era como yo, sino una débil humana, me retracte. No podía reclamar a una humana como mi luna, esa sería la estupidez más grande que podía cometer.

 

Sus ojos se separaron de su teléfono, volvió a mirarme con curiosidad y mi cuerpo reaccionó; mis pupilas se inundaron y mis manos comenzaron a temblar, por lo que tuve que aferrarme más a su valija; sentía que si no lo hacía iba tomarla entre mis brazos y llevarla conmigo en el primer vuelo de regreso a casa.

 

– Señor, está es mi maleta –dijo con amabilidad y yo no supe qué decir; aun estaba conmocionado por haberla encontrado. –Do you speak English? {Usted habla inglés} –preguntó y me limite a asentir. –Mr this is my suitcase {está es mi maleta} –ella se inclinó para tocar su equipaje y en el proceso su mano rozo mi brazo; provocando que una corriente eléctrica surcara por todo mi cuerpo, otra señal de que ella era mía.

 

Su mirada se llenó de confusión después que retiró su mano rápidamente, dándome la impresión de que ella también había sentido el toque electrizante, cosa rara siendo humana.

 

*'¡Claro que lo sintió!'* –concordó mi lobo conmigo y eso me hizo sonreír; pocas veces estábamos de acuerdo en algo.

 

'*'Mira esos gruesos y hermosos labios'* –mis ojos se dirigieron a ese lugar y le di toda la razón  –'¡BESALA!' –siguiendo el consejo de mi lobo me acerqué a ella, pero no para besarla, sino para verificar que ese olor tan exquisito provenía de ella.

 

A pesar de las otras señales, aún tenía mis dudas, no concebía la idea de que yo fuese el primer Alfa Superlativo en la historia cuya mate es humana. Y eso en vez de alegrarme me enfurecía y preocupaba al mismo tiempo.

 

La vida de la Luna Superlativa no era sencilla y por supuesto no apta para una débil humana como ella; porque ¿Cómo se ganaría el respeto de la manada sino era demostrando cuán fuerte era?, ¿Cómo soportaría llevar mis cachorros en su vientre si no era una mujer lobo?, ¿Cómo se enfrentaría con nuestros enemigos si el más mínimo golpe acabaría con ella?, y ¿Cómo me ayudaría a proteger a nuestros hijos sino podía protegerse a sí misma?. En definitiva ella no podía ser mi Luna.


Pese a todos mis pensamientos su increíble aroma me embriagó completamente y cuando estuve lo suficientemente cerca disfruté a plenitud de él; pase mi nariz por su rostro, cabello y cuello y una enorme dicha se apoderó de mí cuando no hizo nada para alejarme.

 

*‘Ella sabe que es nuestra, por eso se deja olfatear’*. –Opinó mi lobo.

 

– Mainer {mía =en alemán} –susurro detrás del lóbulo de su oído y luego me posiciono a centímetros de sus labios provocando que ella cerrase los ojos.

 

*'¿Qué estás esperando para besarla? ¿La foto?'* –el comentario de Velika me dio tanta risa que no pude contenerla y terminé por alejarme de mi mate. Ella al oír el sonido de mi risa abrió los ojos, sus mejillas se sonrojaron e inmediatamente apartó su mirada de mí; demostrando cuan avergonzada estaba.

 

*'No seas insensible ¡DILEE ALGOO!'* –me gritó mi lobo.

 

– Sorry, my moon  –digo en lo que dejó su maleta en el suelo. Ella, sin decirme nada,  agarra su valija y se aleja a toda la velocidad que le permiten sus cortas piernas.

 

«Mide como 1,59 metros» –supongo mientras observo esa forma tan extraña de caminar; como cojeando y saltando al mismo tiempo.

 

*'¡Por qué no la besaste! Ella deseaba ese beso tanto como nosotros'* –me reclamó Velika antes de añadir:  –*'Adolfo, se está yendo, ve tras ella'*

 

«No lo haré, Velika, ni hoy ni nunca  y espero que sepas respetar mi decisión».

 

*'¡Estás loco! Nosotros no podemos vivir sin ella y la manada necesita una Luna'* –repuso.

 




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