Soy la mate del alfa

Cap 6 parte 3

Capítulo 6 parte 3


.+Adolfo+.


– Iván, se supone que iríamos a un bar –le reclamo en lo que bajo del auto.


– Aquí también hay alcohol y mujeres bellas –elevaba y baja varias veces sus cejas. –Vamos, cosito, no seas aguafiestas –me abrazó por los hombros. –Tómalo como tu despedida de soltero.


– No Iván, esto no era lo que tenía en mente así que me vo... –no termine la oración porque percibí ese magnífico olor a coco con chocolate.


– ¿Y esa cara de bobo? –se mofó.


–Ella está aquí.


–¿Quién? ¿Liliana? –mira a todos lados exasperado, creyendo que es su ex.


La chica era una obsesiva compulsiva, literalmente una loca, porque solo una aseguraría ser la mate de un lobo sin serlo realmente. Así que no culpo a mi hermano por reaccionar así; él ya le ha dicho muchas veces que no quiere nada con ella y sencillamente se hace la que no entiende porque está obsesionada con mi hermano.


– Mi mate, idiota –sus músculos se relajaron.


– ¿Dónde está mi cuñis? –cuestiona al mismo tiempo que ella pasa frente a nosotros con un minúsculo vestido rojo.


– No la mires así –le gruño al notar que él se le queda mirando los glúteos.


– ¿Es la del vestido rojo? –pregunta y yo asiento. – Me retracto de lo que dije en el aeropuerto, tu mate está buenísima; ni en mis más locos sueños hubiese imaginado que ella es escondiera ese trasero de negra –lo empuje porque su comentario me molesto mucho.


– Deja de comértela con los ojos o te mataré –lo amenazo y él comienza a reírse.


– Tranquilo, bájale dos rayitas a tus celos, sólo estoy detallando a mi cuñis –dijo entre risas.


– No me gusta que la mires así –le advertí.


– Pues con ese vestido MUCHOS la miraran –dijo irónicamente.


*'Él tiene toda la razón, ese vestido es demasiado corto'*.

– No dudo que logrará divertirse en TODOS los sentidos –agregó con una sonrisa socarrona en su rostro, sabiendo que con ese comentario conseguiría su cometido; que me quedara en este lugar con él.


– Tú ganas, me quedo.


Luego de que él celebrara su victoria, saltando, aplaudiendo y gritando “Iván, Iván ra ra ra”, entramos en el establecimiento e inmediatamente localicé a mi mate en la barra acompañada de una rubia.


– ¿Dónde está? –preguntó Iván.


– En la barra –digo y me le quedo viendo con detenimiento para admirar su belleza.


Con ese vestido se marcaban muy bien sus voluptuosas caderas, su cintura fina, sus enorme trasero y esas piernas totalmente parejas que hacen que mi lobo quiera tomar el control.


*'¡Es sencillamente perfecta!'* –comentó Velika


–Su amiga no está nada mal –habló mi hermano sacándome de mi epifanía. –Vamos a socializar con ellas.


– No todavía.


–Entendido, mi general –hizo un saludo militar y desapareció de mi vista. Creí que regresaría pronto pero al ver que las horas fueron pasando y no regresó supe que me había dejado solo.


–Hola, guapo, ¿Quieres bailar? –me preguntó una chica bastante mona, pero como a todas las otras que se me acercaron, la ahuyente con solo una mirada de asco y repulsión. Yo solo tenía ojos para ella, mi mate, mi Anna, porque así la había llamado su prima.


De un momento a otro ella se fue a bailar, junto con el idiota que le presentó su prima, y eso me enfureció.

No quería que bailara con nadie, no quería que estuviese al lado de nadie, es más lo que quería era tomarla entre mis brazos y sacarla de aquí para que nadie más que yo pudiese contemplarla.


Sin embargo, haciendo uso de todo mi autocontrol, me abstuve de ir por ella hasta que ese miserable híbrido (mitad vampiro mitad lobo) le tocó el trasero.

Me levante de mi mesa, dispuesto a darle una paliza por tocar lo que no le pertenece, pero cuando estuve cerca ella lo alejó, le dio bofetada y siguió bailando sola, por lo que no vi necesaria mi intervención.


–  ¿Alguien quiere. . Bailar co...nmigo...oooOOOOoooOO...? –arrastró cada palabra por lo ebria que estaba.


*'¿Qué esperas? Ve por ella'*.


«No puedo, hace años que no bailo esta música».


*'Solo sigue tú instinto, es solo perreo del bueno'* –antes de que replicara él añadió –*'Toma en cuenta que si no lo haces tú el que está a tu derecha bailará con ella'*.


Mi mirada viajó en esa dirección y efectivamente estaba un maldito mirando a Mi Luna. Sin pensar en mis actos me acerqué a ella y la tomé por la cintura, para acercarme a su oído.


– Yo deseo bailar contigo, belleza. Claro si eres capaz de seguirme el paso –susurro lentamente en su oído.


– ¿Me estás retando? –inquirió en lo que se giró para quedar frente a mí.


– Tómalo como quieras –digo al mismo tiempo que esbozó una sonrisa en mi rostro, porque  con su respuesta me acababa de demostrar que le gustaban las competencias tanto como a mí.


– ¿Te conozco de alguna parte? –me pregunta frunciendo su entrecejo, como queriendo enfocarme mejor –No...porta...Acepto..eldeto –dijo e inició nuestra pequeña competencia de baile.


Bailamos varias canciones y con cada una las ganas de besarla y hacerla mía aumentaban.


*'Estamos por llegar al límite, es mejor que la lleves a descansar un poco'* –me aconseja Velika.


Sin embargo, yo hice caso omiso cuando la canción “Despacito” comenzó a sonar; nuestros cuerpos se juntaron más, volviendo los movimientos más candentes y seductores.


– Tus movimientos están haciendo que pierda la cordura –susurro en la parte trasera de su oído mientras deslizo una de mis manos por una de sus piernas y la otra se sitúo en su abdomen para evitar que escape de mí.




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