Soy la mate del alfa

Cap 21

Capítulo 21

 

.*Adolfo*.


Desde un principio supe que esta ceremonia iba a ser complicada, puesto que la novia no me tolera, y para que aceptara casarse conmigo tuve que chantajearla. Pero jamás llegue a pensar que ese desgraciado de Luis Miller se atrevería a aparecer, no lo creí tan tonto como para desafiarme, pero me equivoqué y estoy pagando las consecuencias.


—Hermano, trata de disimular tu enojo, solo provocas que los chismes incrementen —me recomendó Iván mientras intentaba detener la marcha que tenía frente a la puerta de mi despacho.


Por intervención de mi hermano le di permiso a Anna para que hablara con Luis por última vez, pero ahora me arrepiento de haber accedido.


—No debí hacerte caso, llevan mucho tiempo solos —gruño con molestia e impaciencia.


—Adolfo, ¡Ya basta! —me detuvo y obligó a mirarlo —Controlate o te transformarás aquí mismo y matarás al hijo de Edward, arruinando más tu imagen.


Nadie mejor que yo sabía eso, pero era difícil, Velika estaba loco por tomar el control porque, al igual que yo, estaba furioso con ese miserable que vino principalmente a dejarnos en ridículo; exponiendo públicamente que Anna no me ama a mí sino a él. Sin mencionar que con ello hirió mi orgullo y mis sentimientos, porque ella firmó ese puto papel solo para salvarle su miserable vida, ya que estaba más que decidida a no casarse conmigo.


—No te preocupes por ese infeliz, ya ustedes están legalmente casado, aunque solo por la ley humana... —se quedó pensativo algunos minutos. —Hay que organizar una ceremonia oficial frente a toda la manada... Aunque como ya completaste vuestra unión no tendría mucho sentido hacerla —meditó en voz alta. Estaba a punto de decirle que se callara la boca, que me tenía aturdido, cuando añadió —De todas maneras Vlad y yo la organizaremos, no hay que perder la oportunidad de celebrar un gran reventón.


Lo miro con incredulidad y pasmo, ¿Cómo era capaz de pensar en una fiesta en un momento como este?


—Cuándo será el día en que tú pensaras como alguien normal.


—Jamás —enfatizó su negación —lo normal es aburrido y soso como tú, y yo soy todo lo contrario a ti; alegre, genial, súper guapo, entusiasta, un amigo excepcional, un excelente amante, un ser  único e irrepetible, porque después que yo nací la Diosa Luna rompió el molde —dijo muy orgulloso de todas sus “cualidades”.


—¡Agradezco enormente que haya hecho eso! —exclamo y él me mira con confusión por mi arrebato —Porque me habría suicidado si hubiesen dos como tú —la idea con mi comentario era que borrara esa estúpida sonrisa de su cara, sin embargo lo que provoque fue que estallara en carcajadas.


—¿Qué día te vas a suicidar? Porque Vlad es como yo —dijo entre risas y me entraron ganas de ahorcarlo. —Ya, no seas tan amargado, cosi —intento acercarse a mi cara, seguramente para besarme , pero lo empuje al deducir sus asquerosas intenciones.


—¡Iván! —chille y el volvió a reírse estruendosamente.


—De nada —dijo cuando terminó de reírse.


—¿Estás drogado o qué? No tengo nada que agradecerte.


—Claro que sí, gracias a mis tonterías te olvidaste que mi cuñis está encerrada en tu despacho al lado de su verdadero amor —se mofó consiguiendo que mi sangre hirviera.


—Largo de mi vista —le advertí, porque como volviera a abrir la boca iba a descargar mi rabia con él.


—¿Por qué? ¿Por decirte la verdad? —Gruñí. —¡Ay cosi! Debes bajarle dos rayitas a tus celos, no tienes nada que temer. Luis no es tonto, nunca se robaría a la novia; ella es tuya en todos los sentidos; espiritual, física y legalmente. Además, él sabe que por todo el poder que posees la encontrarías en un minutos, así la esconda debajo de la tierra —dice para tranquilizarme, pero eso no logró disminuir mi ira. Eso solo lo conseguiría cuando ese desgraciado estuviese tres metros bajo tierra. —Y por si fuese poco tienes aquí mismo la garantía para que ella se quede a tu lado.


—¿Garantía? —repetí.


—Su abuela —dijo como si fuese obvio. —Anna nunca se iría de aquí sin ella


—Tienes razón —murmuro y una idea cruza por mi mente.


Con premura llamo a uno de los guardias, que custodian a la anciana, y en lo que está frente a mí hace una reverencia.


—Aumenta la seguridad en el hospital, quiero más ojos sombre el abuelo de mi esposa, además quiero que un grupo rodee a los padres de Brad, si intentan irse mantelos.


—¡Esa es una medida muy drástica! —opinó Iván detrás de mí.


Nunca sería capaz de lastimar a los abuelos de Anna, para salirme con la mía, pero los Miller formaban parte de otro costal. Ellos por ser los padres del desgraciado tenían que saber que su hijo intentaría arruinar mi boda y debieron evitarlo.


—Casi lo olvido —dije ignorando completamente a mi hermano —más te vale que no pierdas de vista a la abuela o date por muerto.


El guardia tragó grueso antes de marcharse y cumplir con lo que le ordene.


—¿Adolfo, estás loco? No puedes ordenar que maten a la familia de Luis así como así, recuerda que ellos son los lideres de esta mana... ¡QUÉ LE PASA  A TU BOCA! —Gritó horrorizado y por el ardor de mis labios supe lo que significaba.


—¡Ahora sí lo mato! —afirmo contundentemente y camino en dirección al despacho.


Estaba tan furioso que no escuché los gritos de mi hermano hasta que se interpuso en mi camino.


—¿Qué está pasando? ¿Por qué tienes la boca al rojo vivo?


—¡HAZTE A UN LADO! —le grité haciendo uso de mi poder alpha para que me obedeciera sin rechistar.


—¿Por qué estás tan molesto? —preguntó después de quitarse de mi camino y no lo soporté más, estalle.




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