Soy la mate del alfa

Cap 26 parte 2

Capítulo 26 parte 2

 

.*Adolfo*.

 

No diré que me siento orgulloso de lo que hice, porque no lo estoy, más bien ese acto me hizo sentir sucio, por lo que en cuanto terminé de desahogar mis ganas con Sophie fui a ducharme.

El baño de agua fría sirvió para que la borrachera se me pasara un poco y el sentimiento de culpa me atacara.

«¿Cómo se encontrara? ¿La habré lastimado mucho?» —No puedo evitar preguntarme, ya que Sophie es una mujer loba que disfruta del sexo duro.

—Debería ir a disculparme con ella y aprovechar de ver cómo está —dije al ver los chupetones que tengo en el espejo.

“Jamás podré aceptar el hecho de convertirme en tu mujer”, “Conocerte fue el peor de los castigos, la más terrible de las maldiciones, que el destino pudo imponerme”,  “Si estuviese en mis manos te borraría de la historia de mi vida para siempre” —sus crueles palabras se comenzaron a repitir en mi cabeza una y otras vez, acabando con la poca cordura que me quedaba.

«No, Sophie es la decisión correcta» —me convenzo antes de salir del baño.

—¿Cómo le pudiste hacer algo así? —me reprochó mi nana en lo que mis ojos se posaron en ella. Estaba parada al lado de mi hermano, con los ojos llorosos y el rostro descompuesto.

—¿Cómo pudiste echar todos nuestros esfuerzos por la borda de semejante manera? —habló Iván que estaba, recostado sobre el piano de mi mamá, notablemente molesto.

—Y de paso con esa arribista —agregó mi nana.

—¡No podías mantener la polla quieta unos cuantos días más! —exclamó enfurecido, consiguiendo que yo me molestara.

Ni él ni nadie tenía porque meterse en mi vida, yo soy el Alfa Superlativo, la máxima autoridad de este mundo.

—Eso era lo que faltaba para que…

—Lo que yo haga o deje de hacer con mi vida no les incumbe —lo interrumpi, adoptando mi actitud de Alfa. —Pero para que no se enteren por terceros les comento que seguiré mi relación con Sophie, como si Anna no hubiese aparecido en mi vida —antes de que replicaran añadí —tal como ella misma me sugirió.

—Te escuchó y no me lo creó —comenta mi nana el rostro lleno de lágrimas. —¿Qué pasó con el chico que estaba ilusionado con formar una familia junto a su mate?

—Anna se encargó de matarlo con su desdén —contesté de forma cortante y ambos me miraron con reproche. —A todos les consta que intenté de mil formas que las cosas funcionarán entre nosotros, pero ella es tan testaruda que....—me interrumpió Iván.

—No debería extrañarte que sea así, después de todo es tu alma gemela, lo que quiere decir que es igual a ti —espetó.

—Iván, —lo miré —tú eres mi hermano. Nana, —dirigí la mirada hasta ella —eres como mi madre, ambos deben entenderme y apoyarme, yo también necesito a alguien que me quiera y So… —levantó la mano para que me callara.

—No queremos escuchar nada —tomó la palabra mi nana.

—A partir de hoy te desconocemos, Adolfo —acotó mi hermano.

—Tu madre —volvió a hablar mi nana mientras acariciaba el piano —y yo pensamos que te habíamos criado para ser un hombre de bien, pero veo que estábamos equivocadas. Y te puedo asegurar que ella, al igual que yo, está decepcionada de ti por lo que hiciste   —sus palabras fueron como si derramaran ácido en mis oídos.

Siempre he procurado ser el mejor hijo, el mejor alfa, el mejor estudiante, el mejor profesional, el mejor líder… Sólo para que mis padres estén orgullosos de mí y ahora soy consciente de que no lo están.

—Le informo, joven amo —continuó —que sólo me quedo en esta casa por los dos seres que necesitan de mi protección.

Me quedo claro que uno de esos seres era Anna, pero ¿el otro?.

«Sera Josefina».

—Y yo, "Alfa Superlativo" —la ironía que uso Iván al momento de referirse a mí no me paso inadvertida —le informo que me iré de la mansión porque no pienso ser partícipe de su estupidez.

Mi hermano estaba tan serio que por primera vez extrañe que me llamara cosito.

—Eso sí, vendré a visitar a mi verdadera cuñis casi a diario —declaró.

—Iván, nana no me traten así. Que yo este con Sophie no… —me vuelven a interrumpir.

—Una cosa más —dijo ella —Le pido el favor que jamás requiera mi presencia, porque no soy capaz de verle a los ojos y mucho menos a su puta particular.

Las palabras de Margaret causaron que mi corazón se oprimiera. Ella es como mi mamá y su indiferencia me duele de sobremanera.

—Después de oírnos te preguntare, ¿Estás seguro que vas a preferir a Sophie antes que a Anna? —tarde en responder.

La pregunta de Iván me tomó completamente por sorpresa; antes estaba seguro de mi decisión pero ver el repudio de mis seres queridos me hizo dudar.

“Yo estoy enamorada de Luis Miller, un hombre que vale mucho más que tú” —de nuevo el veneno que me inyectó Anna me hace actuar sin pensar.

—Por supuesto que sí —mi nana me dedicó una última mirada de dolor.

—Se va a arrepentir toda su vida por haber escogido a "esa" en vez de la dulce muchacha que la Diosa Luna escogió para usted —dijo mi nana antes de tomar la perilla de la puerta y marcharse.

—Con esto pasará a la historia, Alfa —Iván palmeó mi hombro. —Acaba de hacer algo que JAMÁS un Alfa Superlativo había hecho, cambiar a su mate, espero sea muy feliz —se encaminó a la puerta.

—Iván, no te vayas.

Necesitaba decirle que no se fuera, que no me dejara solo en esto. Él era mi único hermano, mi apoyo, sin él me podría venir abajo.

—Casi lo olvido —se giró para mirarme —No vuelva a hablarme hasta que no bote a la perra sintética de Sophie —se fue, dejándome solo con un montón de pensamientos y sentimientos encontrados.

«¿Velika qué consecuencias me traerá esta elección?» —pido el consejo de mi lobo.

Es poco usual que un hombre lobo desprecie a su mate, pero sí llega a suceder y las consecuencias no son tan graves. No obstante yo no soy un lobo común y así como mi lazo con Anna es más fuerte de lo normal las consecuencias de cambiarla podrían ser mucho peores de lo que me imagine.




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