Maximiliano
- ¿Se llama Lena?
Asentí y la miré fruncir el ceño.
- Debo irme - caminé hacia mi auto y marqué el número del tío Víctor.
- Tío Víctor, buenas noticias, ya encontré a la familia de Lena.
- ¿Aún viven?
- Así es tío, su madre se llama Andrea Clark, tiene dos hermanas.
-¿Hermanas?
Suspiré
- Son trillizas, Lena es la mayor, su verdadero nombre es Elizabeth.
- ¿Trillizas?, ¿tenemos que localizarlas?
-No, Andrea crío a sus otras dos hijas.
- ¿Qué? ¿Porque se deshizo de Lena?
- Su madre argumenta que la robaron siendo una bebé.
- Maximiliano, investiga bien el caso, la información que maneja Lena es que sus padres la abandonaron en el orfanato, no concuerda esta historia, ¿padre?
- Aún vive, todos estos días que he estado vigilando no ha aparecido, pediré a mis contactos en la policía me brinden información, solo he conocido a su hermana Elena, por el momento buscaré acercarme a ella para obtener mayor información.
- Muchacho mantente en contacto y no olvides la boda de Salomón y Julieta que será dentro de dos fines de semana, ahí podrás conocer a Lena.
- Con la foto que me enviaste de ella, puedo decirte que son idénticas como dos gotas de agua.
- Amo a esa muchacha como si fuera mi hija, ella no quiere saber nada de su familia, pero desde que me enteré que fue abandonada he creído que tuvo que haber una fuerza mayor para dejarla ahí, sólo que ahora no sé qué pensar ¿si fue raptada por que entregarla en un orfanatorio?
-Honestamente, no confío en las palabras de la madre aún, estaré en contacto tío Víctor.
- Cuídate muchacho - colgué y eche una última mirada hacia la casa de Elena antes de arrancar el auto.
Elena
Suspiré, me alegraba saber que mi hermana vivía, Lena, se hacía llamar Lena.
Entré a la casa y escuché movimiento en la cocina, entré y mi madre estaba afanada preparando la cena.
- ¿Ya se fue Maximiliano? - asentí, no sabía si decirle la verdad a mi madre que él sabía de Elizabeth, ahora conocida como Lena. - Se ve que es un buen muchacho, me alegra que te haya ayudado mi amor.
Nos quedamos en silencio al escuchar que estaban abriendo la puerta, Eloise estaba en el restaurante...sólo podía ser una persona, miré a mi madre quién estaba pálida, Gastón Clark hizo acto de presencia en compañía del detective, por su rostro sabía que venía molesto, desde que desapareció mi hermana, mi padre no dejaba de culpar a mi madre por la desaparición de Elizabeth, día y noche la torturaba y le señalaba que jamás le iba a perdonar todos los años de sufrimiento.
- Ni rastro de mi hija - tiró molesto la silla del comedor, ambas dimos un salto - Es tu maldita culpa que Elizabeth esté pérdida - su rostro se retrajo de dolor - Dos semanas para que se cumplan los 27 años que ¡desapareció! - las últimas palabras las gritó, mi madre lloraba.
-Lo siento, no sabes cuánto sufro por la pérdida de mi niña.
- Tú maldita familia tuvo algo que ver, ese día eran los únicos que estaban contigo cuando ella desaparecio.
El detective carraspeo.
- Lamento Sra. Clark no traerle buenas noticias, pero no hay ningún rastro que nos indique si Elizabeth vive o..... - miré mal al detective que se quedó callado, las lágrimas corrían por el rostro de mi madre.
Iba a decirles lo que Maximiliano me dijo pero pensé mejor las cosas, me daba cuenta que ese detective realmente no la estaba buscando, desde que lo contrataron, jamás había dado alguna pista, sólo nos estaba sacando el dinero, en cambio Maximiliano dio con nosotros, eso me demostraba que era bueno en lo que hacía.
Vi a mi padre pasarse las manos por el cabello.
- Moriré y no volveré a ver a mi hija.
- Gastón... -levantó el rostro y me miró furioso.
- Aunque te duela, soy tu padre, puede que no me llames papá, pero por tus venas corre mi sangre.
Mordí mis labios, no le decía padre porque no soportaba como maltrataba a mi madre, él sufría lo entendía pero con culpar a mi madre no haría que apareciera Elizabeth.
Editado: 02.01.2022