Soy la número 2 [saga Arévalo #4]

Capítulo 4

Salí de la casa para dirigirme al trabajo y me encontré con Maximiliano apoyado en su carro, suspiré y caminé hacia él.

- Buenos días Elena - ese hombre me dejaba sin aliento.

- ¿Qué haces aquí Maximiliano? - me sonrió.

- Voy a llevarte a tu trabajo - enarque una ceja.

- No me vengas con el cuento que es por mi seguridad - ensanchó más su sonrisa - Mi madre te creyó pero yo no.

- Me gusta la gente que es directa, tienes razón, estoy investigando que paso realmente con tu hermana y tú me vas a ayudar.

- No sé cómo, ya mamá te dijo todo - él negó.

- No todo.

- Debo irme, tengo un trabajo - se movió y me abrió la puerta, lo mire a los ojos, me encogí de hombros y subí.

Cuando subió y arrancó, recosté mi cabeza en el asiento.

- Tengo una proposición para ti - giré mi rostro y admiré su perfil.

-Dime.

- Trabaja para mí - fruncí el ceño

- No sé si recuerdas que tengo trabajo.

- Eres amiga de tú jefa, pídele unos días, te pagaré el triple de lo que ganas.

Mi cabeza funcionó rápidamente, podría comprarle una tele a mi madre para que viera sus novelas.

- ¿Y en que consiste el trabajo?

Nos detuvimos en un semáforo, él aprovechó para verme a la cara.

- Iremos al orfanato Santa Clara - mi cara era de confusión.

- ¿Qué haremos ahí?

- Ahí creció tu hermana - fijó su mirada en el frente.

-¿De qué hablas? - fruncí el ceño.

- Lena fue abandonada en el orfanatorio por tus padres - negué con la cabeza.

- Mis padres han sufrido por la desaparición de Lena, su matrimonio se derrumbó porque mi padre culpa a mi madre - apreté los dientes, crecimos escuchando como la acusaba de ser la peor madre.

- ¿Por qué la culpa?

- Según entendí, ese día hubo una parrillada con los familiares de mi madre, Elizabeth... -suspiré - Lena, se durmió porque la noche anterior había pasado inquieta, mi madre la llevó a nuestro cuarto, según dice mi madre, fue a verla para ver si estaba bien pero... ella ya no estaba - me mordí el labio.

- ¿Tu padre?

- Él era vendedor, visitaba a clientes potenciales y ese fin de semana estaba fuera de la ciudad, cuando regresó se encontró con la policía, los vecinos buscando a Lena.

- ¿Viven los familiares de tu madre que estaban ese día?

- Algunos, otros ya murieron.

Permaneció en silencio.

- Necesito que hables con tu jefa, debemos partir hacia el orfanatorio, dile que tienes una emergencia o lo que se te ocurra pero no le digas la verdad, entre menos gente sepa que estamos investigando será mejor.

- ¿La señora Arévalo no se molesta que andes de un lado a otro con una mujer? - me mordí una uña, la curiosidad me mataba.

Él apretó el volante, sus nudillos se pusieron blancos.

- Ya no hay una Sra. Arévalo.

- ¿Eres divorciado? - él asintió.—¿Fuiste infiel? -me tapé la boca, era muy curiosa y Maximiliano despertaba mi curiosidad.

-¿Por ser hombre, tengo que ser infiel?

- Lo siento, no imaginé que ella te fuera infiel - su cara cambio a molestia.

- Un matrimonio no llega a su fin, sólo por infidelidad, puede ser por falta de comunicación, distanciamiento etc.

- Lo siento, creo metí la pata - su silencio lo confirmó - Por tu reacción me doy cuenta que aún sientes algo por ella.

Me miró y calló, estiro la mano para encender el tocacintas, una hábil manera de decirme que me callará.

- No veo cómo te podré ayudar en el orfanatorio - torció los labios en una mueca se sonrisa.

- Ahí no puedo ofrecerles una ayuda por su información, probé a hacerlo y me echaron, así que he pensado que la manera en que podemos saber lo que yo deseo es que tú te hagas pasar por Lena.

Lo miré sorprendida.

- No conozco a nadie, se darán cuenta que yo no soy Lena.

- Tranquila, diremos que has perdido la memoria y estas tratando de recordar tu pasado.

- ¿Te dejarán entrar si te echaron?

Me sonrió.

- Llegando al país, me bajé del avión y me fui directo al orfanatorio, digamos que andaba una muy grande barba.

Lo miré no me lo imaginaba descuidado.

Cuando se estacionó frente a la peluquería, apago el auto y se acomodó para verme a los ojos.

- Necesito que me digas si vas a ayudarme a descubrir la verdad.

- Es mi hermana, también deseo saber qué fue lo que realmente pasó.

Me sonrió y extendió su mano.

- Es un trato Elena Clark.

 




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