Soy la número 2 [saga Arévalo #4]

Capítulo 11

Puse mi bolsa de viaje en el suelo de mi cuarto, tiré mis zapatos y recogí mi cabello en una moña, me giré cuando se abrió la puerta de mi cuarto, Eloise me miraba con el ceño fruncido.

- ¿Dónde estabas Elena?- miré a la menor de las tres, caminé hacia ella y la abracé, ella se quedó quieta un momento pero luego me devolvió el abrazo - ¿Estás bien? - asentí apartándome.

- Lo que te diré, promete que quedará entre nosotras - ella arqueo una ceja para luego asentir con la cabeza - Tengo noticias de Elizabeth.

Ella actuó como esperaba, soltó un gritó de alegría y dando saltitos, sonreí con tristeza al verla tan emocionada.

-¿Dónde está?- le hice señas para que se callará, ella me miró extrañada.

- Sientate - ella obedeció - Para comenzar ella se llama Lena - comencé a relatarle la historia de nuestra hermana mayor y la poco información que encontramos en el orfanato.

- Todo lo que me dices es extraño - se acomodó sus anteojos que hasta el día de hoy no entendía por qué los usaba - Veo que conseguiste un buen detective, ¿nos cobrará caro?

Miré hacia el suelo.

- El suegro de Lena lo contrato.

- ¿Está casada?- asentí -¿Cuándo podemos verla? Mamá se pondrá feliz cuando la vea, ¿Elena?

Sin poder evitarlo comencé a llorar, era todo tan distinto a lo que habíamos imaginado que pasaría cuando ella apareciera.

- Eloise - limpié mi nariz - Nuestra hermana no quiere saber nada de nosotras - callé al verla ponerse roja.

-¿Fe qué hablas Elena?

- Lena piensa que nuestros padres la abandonaron en ese lúgubre lugar, ella... - sorbí por la nariz - No nos busca Eloise.

Mi hermana me miró sorprendida y luego dejó escapar las lágrimas, se quitó sus anteojos caminando por todo el cuarto.

- Tantos años privándonos de lo que nos gustaba para pagar al detective y ¿ella no quiere saber de nosotros?

Asentí con tristeza.

- No es su culpa Eloise, yo no la entendía pero al estar en ese lugar entendí su sufrimiento - sequé mis ojos - No quiero que mamá lo sepa, ella ya sufrió demasiado con la desaparición de Lena, su rechazó la destruiría.

Eloise me miró en silencio.

- Yo... - pasé mi mano por mi falda - Tengo novio.

- ¿De qué hablas? - se cruzó de brazos.

- Tengo novio Eloise, es el detective, él es familia del esposo de Lena.

- Según lo que me contaste, ¡Lo acabas de conocer!

- Eloise...

-¿Qué te pasa Elena?, lo acabas de conocer, ¿cómo vas y te haces novia de un desconocido?

Miré molesta a Eloise.

- Me paso lo mismo que a ti con tú jefe, fue amor a primera vista pero la diferencia entre tú y yo es que yo me estoy arriesgando para ser feliz, no me quedo adorándolo de lejos - tapé mi boca cuando termine de hablar - Lo siento Eloise, no debí decirte eso - ella me miró con los ojos vidriosos girándose para salir del cuarto, me lancé hacia ella y la abracé, no podía dejarla ir molesta.

- Perdóname por favor - ella tenía los ojos cerrados.

- No te preocupes por eso, ya paso.

- Te quiero Eloise, deseo que seas feliz, quizás deberías hacer algo para que tu jefe al fin se de cuenta que eres mujer y estás trabajando junto a él.

Ella negó.

- Olvidemos esto.

Cuando sonó el timbre de la puerta, ambas nos dirigimos a abrir, me sorprendí al ver a Maximiliano con una sonrisa torcida.

- ¿Estás bien? - hacia menos de 30 minutos que él se había ido.

- Si, sólo me olvidé de algo -

- Yo te puedo ayudar a buscar, dime que es - sin pena por la presencia de mi hermana, que estaba con la boca abierta.

Maximiliano no dijo nada, sólo se me acercó y se apoderó de mis labios, era un beso tierno y posesivo a la vez, el carraspeo de Eloise, nos separó.

- Listo, ya puedo irme tranquilo - sonreí, me parecía tan tierno que se hubiera regresado sólo para besarme.

- Max, te presento a mi hermana Eloise - acerqué a una ruborizada Eloise.

- Mucho gustó Eloise - estrechó su mano con delicadeza - Mi nombre es Maximiliano Arévalo.

- Mucho gusto Maximiliano - miré a mi pobre hermana que seguía ruborizada ante él, siempre le pasaba lo mismo ante un hombre guapo.

- Debo irme - me sonrió y se dio la vuelta para salir de la casa.

Mi hermana suspiró y me sonrió.

- Con un hombre así, comprendo que no hayas esperado a conocerlo mejor -le sonreí a mi hermana - Es un hombre romántico, regresarse sólo por un beso tuyo.

Sonreí y cruce mis dedos, esperaba que la relación funcionará entre nosotros dos.

Sé que la boda no era mañana ni estaba cerca pero desde el fondo de mi corazón quería que él y yo funcionáramos.











 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.