Soy la número 2 [saga Arévalo #4]

Capítulo 18

Llegué tarde a la casa de tío Víctor, me iba a disculpar con Salomón por haberme perdido la boda.

Decidí entrar por el jardín, por el lado donde entré escuché una voz furiosa, decidí investigar.

Mi sorpresa fue encontrarme a la que estaba seguro era la novia siendo apuntada por un arma, a tientas busque la mía, la saqué y empecé a acercarme lentamente, no quiero que ¿Laura?, le dispare a la esposa de Salomón, ella ya era parte de mi familia y la iba a proteger, mientras me acercaba pude escuchar a Laura.

-¿Qué haces maldita? - deseaba correr para ayudar a la esposa de Salomón pero en el estado que estaba Laura podía disparar.

La vi empuñar el arma con sus dos manos.

- Te daré la lección de no meterte con lo mío, él me ama, quité de en medio al bastardo que llevaba Natalie, fue tan fácil cortarle los frenos a su auto, no iba a permitir que ella le diera un hijo a Salomón y ahora tú, desaparecerás junto con los mocosos - Laura era una asesina, me acerqué hacia ella y puse el arma en su cabeza.

- Suelta el arma, hazlo o disparó - la esposa de Salomón abrió los ojos y me miró asustada, me di cuenta que estaba embarazada y la loca de Laura quería hacerle daño, con más resolución quité el seguro, Laura empezó a temblar y tiró el arma lejos de ella.

Escuche pasos y miré que Salomón venía corriendo y detrás de él venían más hombres.

Su pobre esposa se tiró a sus brazos, esperaba que lo que acababa de pasar no afectará su embarazo.

- ¿Maximiliano?- Salomón aún estaba pálido.

- Así es Salomón, llegué a tiempo, estaba a punto de dispararle a tu esposa.

- Salomón mi amor, aquí estoy, ya regresé, suéltala que ella nos está separando, mírame el color de mi cabello es mejor que el de ella - Salomón la miró y negó con la cabeza.

- Jamás te he amado Laura, fuiste un error y hasta el día de hoy me lamento porque casi le haces daño a la mujer que amó - Laura se revolvía pero la sujete de ambos brazos que los tenía hacia atrás.

- Suéltame Maximiliano, ¿no me reconoces? Soy yo, Laura, me conoces desde niña como vas a ayudar a esa maldita que me está robando a Salomón.- podía que la conociera de toda la vida pero ante mí tenía a una asesina y jamás le ayudaría a escapar.

Sébastien se acercó y le dijo a Salomón.

- Ya llamé a la policía -Salomón asintió.

- Ella confesó que provocó un accidente- no podía callar lo que escuche, mi primo debía saberlo.

- ¿De qué hablas? - Salomón me miró con el cuerpo tenso.

- Mi amor, ella provocó el accidente donde Sébastien perdió la vista y Natalie el bebé, no quería que naciera tu hijo - ambos mirábamos a la esposa de Salomón.

Lo miré que se quedó quieto procesando la noticia, yo me sentía sorprendido por la maldad de Laura.

-¿Sabes cuál será tu castigo? -se acercó a ella - Que estarás sola pudriéndote en una cárcel, no supiste valorar a las personas que te querían, eres tan egoísta y enferma que te crees Dios para decidir sobre quién vive y quien no, en la soledad extrañarás sentir un abrazo, ver una sonrisa, morirás sólo Laura porque te juró que te hundiré por la muerte de mi hijo y el atentado contra la mujer que amó y mis hijos - las lágrimas corrían por las mejillas de Laura ante las palabras de Salomón.

Luego todo se volvió un caos, la llegada de la policía, los gritos de súplica de Laura para que no la apresaron, era increíble cuánto daño podía hacer una persona.

- Muchacho - mi tío Víctor se me acercó, me abrazó - Me alegra que estés aquí, me siento agradecido porque salvaste la vida de mi nuera y mis nietos.

Fruncí el ceño.

- ¿Nietos? -mi tío asintió.

- Son gemelos - sonreí.

- Bien por Salomón, ¿y los pequeños de los que me hablaste?

- Están en su habitación, no queríamos que escucharán todo este relajo, increíble la maldad de Laura, nunca lo hubiéramos sospechado.

- A veces la persona que no esperamos es la que ataca - me quedé en silencio - Hoy me traerán el verdadero expediente de Lena, ahora estoy seguro que en el orfanato había alguien que apoyo el secuestro.

- ¿Ahora estas seguro que fue secuestrada?

- Si tío, Lena fue secuestrada.

- ¿Es verdad?- me giré al escuchar a Sébastien.

- Si primo, hoy vendrá alguien a entregarme el expediente de Lena, el verdadero.

-¿Cómo así muchacho?

- Encontramos un expediente falso donde no detallaba nada de la vida de Lena pero la asistente de la directora me llamó indicándome que por casualidad lo encontraron.

- ¿La familia de mi esposa es adinerada?- negué.

-Sospecho que lo hicieron por venganza hacia la familia Clark.

- Que triste que exista gente inescrupulosa que haga daño sólo por venganza, vamos voy a presentarte al resto de la familia.

Entramos a la casa.

- Muchachas - mi tío le habló a las mujeres -Les presento a mi sobrino Maximiliano Arévalo, quien estuvo ausente por un par de años, él regreso al país a petición mía, Lena, él es quien acaba de encontrar a una de tus hermanas.

Me acerqué y estreche sus manos.

- Maximiliano, te debo la vida de mi esposa y mis hijos - negué

- Era mi obligación Salomón.

Miré a Lena, era como estar viendo a mi ángel de ojos azules.

- Tú y tu hermana son idénticas, como dos gotas de agua - ella asintió pero no me preguntó nada, ni siquiera el nombre de su hermana.

Sébastien se me acercó y me susurró.

- Compréndela.

- Lo hago el lugar donde creció como dijo Elena, le roba las esperanza a los niños, ella lo comprendió bien, pero Elena desea verla no es culpa de ella ni de Eloise lo que pasó.

- ¿Elena, Eloise?- me giré pero miré a Sébastien, él suspiró y con un asentimiento me autorizo a hablar.

- Son tus hermanas, tú eres la mayor, Elena es la segunda en nacer, Eloise es la tercera - me pasé la lengua por los labios - Tu verdadero nombre es Elizabeth.

 

 




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