Escuché el grito seguido por el llanto, corrí descalza hasta la cocina, casi chocamos con Eloise, ambas entramos asustadas a la cocina donde mamá estaba sentada en el comedor con el periódico abierto.
-Mamá, ¿estás bien?- me agaché y su rostro estaba bañado de lágrimas.
- Está viva - Eloise se acercó a la mesa y pudo ver la página de sociales del periódico, me apuntó con su dedo la sección que mamá estaba viendo - Mi Elizabeth vive - sus lágrimas eran más abundantes - Mira asistió a una boda ayer, dice aquí: " El escritor famoso Sébastien Arévalo junto a su esposa Lena Arévalo con su pequeño hijo Marco, haciendo acto de presencia en la boda de su hermano Salomón, futuro presidente de todas las empresas Arévalo."
- Se llama Lena - las tres nos quedamos absorta viendo a nuestra hermana perdida, sin evitarlo las tres mujeres ahí presente, derramamos nuestras lágrimas de felicidad porque muchas veces el miedo nos embargó de no volverla a ver jamás pero Lena estaba cerca de nosotros, levanté el rostro, mamá y Eloise se abrazaban fuerte con lágrimas en los ojos.
- Debemos ir a buscarla, no debe ser difícil dar con su esposo, son familia conocida.
Eloise y yo nos miramos, ¿cómo explicarle a mamá que Lena no quería saber de nosotros? Negué con la cabeza para que Eloise no dijera nada, salí de la cocina a buscar mi móvil, pediría ayuda a Maximiliano, que Lena permitiera que mi madre la viera aunque sea una vez en la vida.
Me mordí el labio mientras sonaba el móvil, cuando escuche su voz me senti mejor.
- Angel
- Max
- ¿Estabas llorando? ¿Qué pasó?
- Es mamá, vio a Lena en el periódico, esta inconsolable, desea verla, es su madre, que acceda si desea solo que mamá la pueda ver una sola vez - silencio.
- No le diré nada ángel, te enviaré unas instrucciones por mensaje, cumplelas al pie de la letra, si vienen de sorpresa Lena no se negará.
-¿Me estas diciendo?
- Si ángel mio, pediré a Salomón nos reciba en su casa que queda en la ciudad, hasta la noche Elena.
Me levanté y me dirigí donde mi madre, me partía el corazón verla llorar mientras miraba el periódico, esperaba que Lena no fuera cruel con nuestra madre.
Maximiliano
Sébastien y tío Víctor habían sacado a Lena con engaños de la casa, necesitaba que estuviera en la casa de Salomón.
- Espero sea lo correcto, no quiero exponer a mi esposa y a mis hijos.
Frunci el ceño.
- ¿Hijos? Marco se quedó con la nana - Sébastien se pasó la mano por el cabello.
- No le digas a Salomón, no quiero que lo sepa aún, pero Lena y yo tendremos trillizos.
- ¿Tres? - abrí los ojos sorprendido - Me imagino que es porque tu eres gemelo y Lena trilliza que pasa esto - me pasé la mano por la frente que de pronto estaba sudada.
- ¿Miedo Maximiliano? - su sonrisa era de burla - Tienes la misma posibilidad que yo.
- Ya no quiero tocar este tema, espero que cuando seamos padre sea solo una hija - sonreí.
-¿Hija?- levantó una ceja.
- Si, quiero una pequeña que sea como mi ángel de ojos azules.
Sébastien soltó una carcajada.
- Estás enamorado primo, ya suenas cursi.
- Como tú, no creas que no te he escuchado - me puse serio - ¿Viste el fax que me envió mi contacto de la policía?
El asintió.
- Mi teoría es que el orfanato sólo fue un lugar de paso para Lena, pero no contaban con la intervención de la policía.
- Espero tengas razón Maximiliano y caiga está noche.
- Temo la reacción de Elena.
Sébastien puso su mano en mi hombro.
- Elena entenderá que todo es justicia.
Salimos del jardin y entramos a la sala, Lena estaba conversando con Julieta, le habia pedido a Salomón que los niños no estuvieran presentes, él y Julieta accedieron, ahora sólo faltaba esperar a que Elena llegará.
- Sébastien, ¿cuantos hijos tendrás?
Sonreí al ver la cara que ponía Sébastien ante la pregunta de su gemelo, ambos eran orgullosos y bromistas, me hacían extrañar a mi hermano menor, pero ahora no me sentía sólo, tenía a Elena aunque me preocupaba que iba a pasar.
El jefe de seguridad que ahora había en la casa de Salomón, se me acercó y me notificó la llegada de nuestros invitados.
Mi mirada se cruzó con la de Sébastien y tío Víctor.
Me pusé de pie al ver entrar a Elena seguida de Eloise, ambas vestían sencillas pero elegante, Andrea Clark una rubia pequeña que era igual a las trillizas sólo con más años encima, caminó con paso dudoso pero al ver a Lena se detuvo, fue el momento más emotivo, Lena al ver a sus hermanas idénticas a ella se fue levantando lentamente con su cara de sorpresa, Andrea no lo pensó y corrió hacia Lena y la tomó desprevenida, sus brazos la estrecharon fuerte, acompañado de fuertes sollozos.
- Nunca perdí la esperanza de volver a verte mi Elizabeth.
Editado: 02.01.2022