Soy la número 2 [saga Arévalo #4]

Capítulo 25 [Final]

Mi abuela Magdalena reparó en Max.

- Vaya muchacho, me alegra saber que tú no eres tonto como mi nieta - abrí los ojos sorprendida.

- ¡Abuela! - Max sonrió.

- Un placer conocerla señora - Max se acercó y estrechó su mano.

Mi abuela reparó en Max de la cabeza a los pies.

- Eres muy guapo, lástima que ya estoy vieja, te aseguro que yo no hubiera sido tonta como Elena, se reconocer a un buen hombre - negué con la cabeza - Vayan a hablar al jardín, esta niña necesita que la saques de su tristeza.

Eloise nos miraba con una gran sonrisa, enarque una ceja porque sabia que estaba de acuerdo con la abuela.

Salimos al jardín en silencio.

- ¿Porqué te marchaste?

Frunci el ceño y desvié la mirada.

- Yo tenía dudas.

- ¿Tenías? Significa que ya las aclarastes.

- Creo que si y espero no equivocarme -él se acercó a mi y acarició mi cabello.

- Elena, estos tres días para mi han sido lo más triste, gris, duros, amargos etc.

Me pasé la lengua por los labios.

- Los míos también han sido duros.

- Mi familia ni yo te juzgamos por los errores de tu padre - lo miré sorprendida -Eloise me lo dijo - lo vi sonreír - No es nada callada como me hiciste creer.

- Lo es, pero cuando abre la boca te dice lo que piensa, igual la amo.

- Te amo Elena Clark.

Lo miré a los ojos y me emocione, mi Max me amaba.

- Y yo te amo a ti Maximiliano Arévalo ¿no tienes dudas de que me amas?.

El negó con la cabeza.

- No, eres la segunda mujer en mi vida pero serás la última porque contigo siento que al fin llegue a casa.

Lo abracé fuerte y sonreí porque nunca me había equivocado... era la segunda en todo pero esta vez no me molestaba, de hecho me hacía feliz porque esta vez yo sería la definitiva o eso esperaba.

- Vaya ya era hora que hicieras razonar a esa niña - me separé de Max para ver a mi abuela con los brazos en las caderas - ¿Cuándo es la boda?

- En un mes -miré a Max.

- Es poco tiempo Max para preparar todo.

- Te lo dije está niña es un poco tonta, nos tienes a nosotras querida y en un abrir y cerrar de ojos tendrás lista tu boda de hecho antes de un mes.

- Si es antes de un mes yo estaría encantado.

- Es un trato Maximiliano, mi nieta se casara contigo en menos de un mes.

El me abrazó fuerte.

- Mía para siempre Elena Clark.

Sonreí.

Al fin había llegado mi día de ser feliz con el hombre mas grandioso que jamás pensé conocer.

Diez días antes de la Boda.

- Bien, yo pienso que deberías luchar por Adrián - Eloise miró a Lena.

- No sabe que existo - se encogió de hombros.

- Sigo sin entender porque usas esas gafas no las necesitas.

Eloise se metió las manos en sus bolsillos.

- Quiero que me amén por lo que soy no por mi físico.

- Pero son horribles - declaró Lena.

- Ese es el punto mi querida hermana, el hombre que me ame mirará más allá de estas gafas horribles, mirará a la verdadera Eloise - levantó su brazo y miró su reloj - Debo irme me alegro estar reunida con mis dos hermanas favoritas.

- Somos tus únicas hermanas Eloise - puse los ojos en blanco mientras Lena negaba con la cabeza.

- Lo sé - salió de la habitación.

Lena y su esposo nos habían regalado una casa mas grande y en un lugar que ya no era peligroso, no acepto un no por respuesta, cuando conocio nuestra pequeña casa destartalada recordó que todo nuestro dinero fue a parar a los bolsillos del detective fraudulento, así que insistieron hasta que mamá aceptó la casa que quedaba más cerca de la casa de Lena.

- Creo mi querida Elena que tú y yo ayudaremos a Eloise con Adrián.

- ¿A que te refieres?

Lena sonrió con malicia.

- Somos tres querida y totalmente idénticas, su amado Adrián no sabe que Eloise es trilliza así que lo aprovecharemos.

- No creo que Eloise acepté es orgullosa.

- Eloise no lo sabrá aún.

- ¿Y nuestros esposos que opinarán?

- Opinamos que ayudaremos - miré a Sébastien que entraba junto a Max.

-¿Estas de acuerdo?- Max asintió y se me acercó.

- Se lo debo a Eloise ella me dijo porque te marchaste.

- Entonces no me negaré a ayudar a Eloise.

Todos asentimos.

- Ven - Max me tendió la mano.

Me levanté y caminé junto a él, me llevaba a la pequeña terraza de nuestra madre.

- Creo que hoy no te he dicho que te amo - me abrazó por la cintura.

- Unas diez veces - sonreí.

- Entonces por si lo has olvidado vuelvo a repetirte que te amo con locura - mordió mi labio inferior suavemente.

- Y yo a ti Max.

- Ya no seré más detective.

- Amas serlo -él negó

- No quiero perderme ni un día de estar contigo, Salomón me ofreció un puesto en la empresa, estudié finanzas pero creo estoy obsoleto pero me arriesgare.

- Max yo te apoyaré en lo que te haga feliz, no renuncies a ser detective por mi, yo no soy Paula.

- Lo hago por mi Elena, quiero una vida estable y la única aventura que quiero vivir es la de pañales sucios, caritas sucias.

- ¿Caritas?

- Si, en esta familia ya vi que los bebés no viene por uno vienen de dos o de tres.

- Entonces vivamos esa aventura Max.

Descendió su rostro y me besó lentamente ese era mi Max, él hombre mas tierno del mundo que siempre se sintió poca cosa por su ex esposa pero ahora me tenia a mi quien lo amaba y lo valoraba por lo valioso que era y él era mío.

FIN

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.