Soy La Villana En Un Mundo Paralelo Con Un Novio Posesivo

Capítulo 1: ¿Dónde estoy?

—Mi nombre es Masumi Suzuki, el tema que voy... —el repentino tono de llamada de mi celular interrumpió mi ensayo de exposición.

Suspire, tomando el celular, mientras podía ver de reojo mi reflejo en el espejo, tratando de corregir todas mis imperfecciones para obtener una buena calificación.

“Mami”

Al leer el nombre en la pantalla conteste, poniendo en altavoz el celular para poder dejarlo en la mesa.

—Hola cariño, ¿Cómo estás? —sin darme a tiempo en decir nada, escuché su voz atentamente, para mirar mi reflejo, no había dormido nada.

—Estoy bien, ma. Estoy practicando para mi exposición de mañana—respondí tratando de no sonar cansada.

—¿Limpiaste tu habitación? La última vez que te visite estaba hecha un desastre, tuve que limpiarla—me avergoncé a mí misma de solo recordarlo.

Miré a mi alrededor, viendo como la habitación estaba más que desordenada.

—Sé que fue difícil obtener esa beca y la habitación en la universidad, te esfuerzas, me enorgulleces. Pero no dejes que todo ese caos domine tu habitación Cariño… recuerda—ante mi tardía respuesta, mi madre se dio cuenta que sus sospechas eran ciertas.

—Habitación ordenada vida ordenada, si, si, lo sé—la interrumpí para decir su repetido dicho

—No te desveles Cariño—me reí, pero su silencio sepulcral me decía que hablaba en serio.

—Si mami…—respondí seriamente a la brevedad.

Al colgar la llamada, di un suspiro, seguido de un bostezo, haciendo que mis ojos lagrimearan por el cansancio. Me pare de mi asiento frente al espejo y tome una botella de agua que estaba al lado de mi cama, pateando ropa sucia y alguna que otra basura.

—Al terminar la exposición limpiare…—hable para mí misma, y me eche un momento en la cama, para luego tomar lo que quedaba de la botella de agua.

Me arrepentí en ese momento de descuido, podía sentir como la cama abrazaba mi cansado cuerpo y no quería soltarlo, di otro suspiro y cerré los ojos sin darme cuenta.

Me queje sabiendo que tenía que seguir estudiando, pero antes de que pudiera reaccionar ya estaba durmiendo.

(…)

Me desperté de un salto al sonar mi alarma, me fregué los ojos con las manos y mire la hora, estaba a tiempo todavía. Sin siquiera haber despertado del todo, tome mis cosas que estaban todavía en mi escritorio y salí dando un bostezo.

Todos parecían mirarme extraño, ¿Será que tengo algo en la cara?

Di mi exposición a la perfección y el profesor me dio una calificación buena. Cuando finalmente volví con las notas de nuestro último 1er año de universidad, sonreí satisfecha, la beca seguía asegurada al igual que mi habitación en el campus.

Mis ojos brillaban de felicidad al tener finalmente vacaciones después de sobrevivir un duro primer año.

—Sorprenderé a mamá y papá con una visita sorpresa—murmure para mí misma, mientras la gente seguía mirándome de lejos con extrañeza, al ver mi sonrisa.

Al no tener la exposición como cosa primordial, ahora era más consciente de las intensas miradas, esto me hizo correr a mi habitación cerrando la puerta con un suspiro de alivio de poder estar yo sola.

—¿Por qué todos actúan así? —Me pregunte, pero me quede estática mirando el interior de mi habitación.

No solo estaba limpio, era mucho más grande de lo normal, podía ver muebles y cosas caras en su interior, incluso un mini frigorífico. Salí inmediatamente, asustada, creyendo que me había equivocado de habitación. Mire con cuidado el nombre en la puerta y sin duda era el mío.

“Masumi Suzuki”

Entonces pensé que se trataba de una broma y volví a entrar, a lo mejor era una ilusión. Pero al poner la mano en donde se supone estaría una pared, me caí hacia adelante, definitivamente era real.

—¿muy divertido? Ahora puedes salir—Ante mi pedido espere a que alguien saliera riéndose o haciendo una escena, o incluso escuchar si contenían la risa pero nada.

Me senté en la cómoda cama, tratando de pensar.

“¿¡En donde carajos estoy!?”

Vi una puerta que no había visto, al abrirla era un baño. Mi corazón se detuvo ante la magnífica bañera, un baño personal y privado, cada cosa hecho a mi gusto y medida.

Comencé a asustarme y trate de salir de allí tomando mi mochila, cuando mi teléfono sonó, era un tono que no reconocía, al mirar quien me llamaba tenia escrito

“Yevhen Adley”

—¿Quién? —Todo esto comenzaba a asustarme lentamente.

No tenía idea de lo que pasaba pero sabía que no era normal. Trague en seco y atendí la llamada, sin decir nada, solo escuchando el silencio sepulcral al otro lado de la línea, hasta que pude escuchar su respiración pesada.

—¿H-hola? —Finalmente y arrastrando mi voz, me anime a preguntar.

—¿Tengo que recordarte que no puedes faltar a nuestros encuentros? Sé que me tienes en la palma de tu mano, pero también soy exigente, Masumi—Abrí mis ojos de par en par con sorpresa.

—¿Quién eres? —Pregunte asustada, escuche el suspiro agotador al otro lado de la línea, su voz parecía volverse un tanto grave.




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