Soy La Villana En Un Mundo Paralelo Con Un Novio Posesivo

Capítulo 2: Extraña

La espera para ambos parecía ser larga, hasta que, sin siquiera ser consciente, Masumi ya estaba frente a la puerta en donde se hospedaba Yevhen.

Mikha abrió la puerta y dejo que Masumi fuera la primera en entrar, podía notar desde lejos su nerviosismo, era extraño pero a la vez cómico de ver.

(…)

Al entrar al lugar podía ver la espalda de un chico con cabello gris a lo lejos, este parecía mirar a la ventana con concentración, el chico de antes me había guiado a su oficina, no tenía idea que decir o por dónde empezar.

“Oye no somos novios, oye desperté y todo estaba raro…”

Pensara en lo que pensara para decir, todo parecía sonar como una condenada excusa para un rompimiento en donde al parecer la única beneficiada era yo.

No quiero verme como una aprovechada.

—Hola, Cariño…—Musité, el chico volteo la mirada y finalmente pude verlo.

Sus ojos cansados y ojerosos, su cabello enmarañado, su traje desalineado y el vello creciendo descuidadamente en su barbilla. Me miraba detenidamente, podía sentir su mirada como hacía agujero en mi cuerpo y cara.

—Estas usando el vestido que te regale—escuche su murmuro ante el cruel silencio que comenzaba a estresarme, lo mire ladeando la cabeza, sino fuera por su expresión de dolor y desconcierto me habría emocionado de escuchar que era para mí.

—Es muy lindo, gracias por el regalo—dije apenada y avergonzada, la tensión podía cortarse con tijera y si me preguntabas podía palparse la incomodidad.

—Dijiste que lo habías tirado a la basura…—Sus palabras atravesaron mi corazón como cuchillo, mis latidos comenzaron a sentirse con violencia en mi pecho.

“¿Qué?”

Pensé, no podía decirlo en voz alta, sabía que era imposible que hubiera hecho tal cosa, SIN DUDA hubiera recordado tener un novio como él. Agarre la falda del vestido con fuerza y sonreí con tristeza.

—Lo siento, te mentí—podía ver como sus ojos comenzaban a brillar, pero era un brillo raro, un brillo expectante de confusión y un sentimiento que no podía descifrar.

—Los zapatos también te los di y dijiste que los regalaste—al escucharlo decir lo mismo de los zapatos, comenzaba a sentirme pequeña.

No sé qué estaba pasando, no tenía idea de donde estaba, pero no me gustaba que me acusaran de cosas que claramente no cometí.

—Eso tampoco era verdad…—Musite triste, desviando mi vista completamente incomoda, quería salir corriendo.

Sentía que me estaban acusando, solo suspire, sabía que realmente no se trataba de mí, pero aun así me sentí responsable y culpable.

—Tu cabello está mojado y desordenado, eso no es propio de ti, Masumi—sus palabras a mi oír las sentí frías, y en ello comencé a temblar, recordando las palabras de aquel chico.

“…muestra su verdadero ser en mi opinión”

Comencé a sentirme una burla total, me había esforzado en mi conjunto para nada, solo me llamaron para burlarse de mí.

—¿No dirás nada? —Al mirarlo finalmente, estaba parado frente a mí, con una posición firme, sus brazos cruzados y su apariencia cansada y descuidada me daban aún más temor.

Lo miré por unos minutos sin decir nada, sus ojos hostiles hacia mí no cambiaba.

“… tal vez se trataba de un rompimiento que una cita…”

Pensé, y me convencí al volver a mirar a sus ojos que parecían despreciarme totalmente. Forcé una sonrisa comprensiva poniendo mi mano libre en mi pecho apretando mi puño con fuerza, que a su vez apretaba más el borde del vestido.

“me siento tan ridícula”

—Entiendo, está bien, me iré y ya no tienes que preocuparte por mí. Pero antes de irme, solo me gustaría decirte que lamento mucho todo lo que te hice y espero seas feliz con alguien que verdaderamente te aprecie y valore todos tus esfuerzos—Hable con calma, transmitiendo calidez y seguridad, convenciéndome que era mejor así—realmente no tengo excusas, lo siento mucho—con respeto incline mi cabeza, en forma de disculpa por todo—te devolveré todo lo que me diste—afirme con confianza, dando una amplia sonrisa.

La expresión de Yevhen parecía molesta, dejo caer sus brazos a sus costados, apretando su puño.

“realmente me desprecia”

Pensé.

—No compre todas esas cosas para que me las devolvieras—gruño descontento.

—Aun así dejame hacerlo—sonreí, este parecía mudo ante mi gesto cálido, volví a inclinarme y le desee lo mejor—deseo que te vaya bien, adiós Yevhen—Salí de su oficina y sin mirar al chico que fue a buscarme, salí de la suite.

Di un suspiro cansado y deje caer todos mis músculos, toque mi cabello, lo sentía húmedo y enredado.

A toda prisa salí de ese infame hotel en donde se habían burlado de mí, al finalmente estar fuera en la calle, miré el cielo nublado, comenzó a llover con fuerza, apreté mis puños.

—lo que me faltaba…—murmure, dando un salto al escuchar el trueno caer, sin duda el cielo demostraba su descontento con la tormenta.

“¿Qué carajos está pasando? ¿Podré volver a mi vieja vida?”




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