Masumi estaba acostada, durmiendo, mejor dicho, intentado dormir. Para ella, Yevhen era su primer novio, y era la primera vez en que compartía cama con un chico.
En sus recuerdos, ni siquiera recordaba haber dormido con su hermano mayor de pequeños. Sin duda era una situación un tanto complicada para la chica, quien en este momento estaba siendo prisionera de los grandes brazos de Yevhen, quien dormía plácidamente a su lado. Miró su semblante tranquilo y relajado, como si dormir fuera lo único que necesitara, comenzaba a sentir envidia de lo bien que dormía.
Escuchaba en su oreja la calmada respiración del chico, mientras podía sentir su pecho subir y bajar, y su aliento chocar contra su cabeza. Masumi intento acomodarse, pero Yevhen la apretó más, contra de él, frunciendo el ceño, ahora sabía que si se apartaba se despertaría y por lo visto de mal humor.
Suspiro.
(…)
No sabía en qué momento se había quedado dormida, pero se despertó al siguiente día sintiendo que no había descansado bien. Intentó girarse, y al hacerlo se encontró cara a cara con Yevhen, quien ya estaba despierto y mirando a la chica.
Masumi se asustó y pego un salto.
—¿Estás bien? —Pregunto Yevhen confundido por su reacción mientras se levantaba.
—¡Si, lo siento, Cariño! Solo me sorprendiste—Dijo la chica intentado recobrar el aliento, Yevhen miró con cariño a la chica.
Se acercó a ella y besó su frente, levantándose de la cama, él parecía de buen humor, Masumi suspiro y volvió a echarse sobre el tibio colchón.
(…)
Después de ir al baño, fue a la sala aun despeinada, dando un pequeño bostezo que la hizo lagrimear un poco.
“Sin duda no pude dormir bien”
Se quejó mentalmente, cuando miró hacía el sillón, se encontró con la directa mirada de Mikha que la observaba sorprendido, mientras que un relajado Yevhen tomaba su taza de café con tranquilidad, se lo podía ver disgustando el sabor amargo de su bebida al tener los ojos cerrados.
Por alguna razón se sintió como si esos dos estuvieran burlándose de ella otra vez, pero no caería en provocaciones absurdas como la última vez.
—¡Buenos días, Mikha! —Sonrió ampliamente con una sonrisa única e inigualable, solo sonreía así porque estaba enojada y realmente estaba intentado ser amable, con todas sus fuerzas. Mikha miró a la chica como si esta se hubiera golpeado la cabeza.
—Conejita, a partir de ahora, no le sonrías así a otros hombres—Dijo Yevhen un tanto molesto, el cursi apodo hizo que se sonrojara. Este miraba a la chica apoyando su cabeza sobre su mano, tenía sus piernas cruzadas, su sonrojo le parecía lindo.
—S-si…—Musito, sin poder objetar nada. Mikha ahora observaba a su jefe como si él también se hubiera golpeado la cabeza…
(…)
Masumi se adentró rápidamente a la cocina, preparando un pequeño tazón de cereales y leche. Fue al sillón en donde ese par hablaba cosas aburridas de trabajo, que sinceramente no le interesaban. Hasta que escucho algo
—Señor, debe hacerse cargo de esto también. Los gerentes están estresados, los empleados no tienen idea con que trabajar, todos están perdidos sin usted, la empresa esta echa un caos—Masumi miro con preocupación a Yevhen, quien parecía pensativo.
Este volteó a mirarla, estaba intentado decirle algo con su mirada, Masumi intento comprender su mensaje. Era como si le estuviera pidiendo permiso. Pero… ¿Por qué?
La chica solo volvió a sonreír como la forma en la que Yevhen le había prohibido hacerlo, pero esta vez era para él. El chico sonrió, quitando su cabeza de su mano en donde estaba apoyada.
—Prepara los documentos y papeles atrasados. Organiza una junta directiva por videollamada. Y preparate para hacer una reunión con los empleados, te encargo el discurso Yevhen—Ante las órdenes de su jefe, quien parecía tan sereno y calmado, Mikha suspiro aliviado.
“Finalmente volviste a ser tú”
Pensó mientras sonreía.
—Como ordene, Señor—Salió de la suite, y su sonrisa se desvaneció.
Frunció el ceño enojado, mientras apretaba sus manos en puños arrugando un poco el papel que llevaba consigo, apretó su mandíbula con fuerza.
“Masumi Suzuki… Sin duda no permitiré que te conviertas en la ruina”
Pensó, esta vez no se quedaría quieto si volvía a pasar.
(…)
Yevhen, disfrutó de su desayuno en compañía de Masumi en cuanto este se fue. La chica miraba atenta un programa de televisión, sus ojos brillaban, concentrada ante el drama que notoriamente estaba planeado.
El peligris sonrió.
—Conejita—La llamó, Masumi miro con curiosidad al chico, sin duda parecía un pequeño conejo ante sus ojos—Debido a que la compañía esta echa un caos, tengo que hacerme cargo. ¿Sabes lo que significa? —Hablo seriamente Yevhen, la chica negó como contestación—Tendré que ausentarme por mucho tiempo, y también es probable que deba volver a Country Of The Sun—Sus ojos brillaron con impotencia, Masumi parpadeo con sorpresa, sin duda era grave.
—Si no hay de otra… Está bien que vayas, Cariño—Hablo con una sonrisa, por alguna razón se sentía aliviada.