Maratón 3/7
A la mañana siguiente despierto con dos hombres en la cama y una mujer, el sueño de cualquiera, pero no es como parece claro unos acaban de nacer hace menos de 24 horas y el otro solo está ahí cuídalo.
–Buenos días Sam.
–Buenos días Andrew.
–¿Ya te sientes mejor? ¿Ya no me odias?
Movió sus cejas de arriba a bajo, yo reí y negué con la cabeza.—Si, me siento mejor y no, ya no te odió.
Desvíe la mirada hacia los bebés y están acostados en la cama dormidos plácidamente entre los dos, yo estaba a un costado de la cámara conectada de unas máquinas y Andrew estaba del otro lado cuidando a los bebés y a mi.
En eso escuchamos como abren la puerta muy rápido y por ahí entran los chicos, Marc lleva una camisa blanca arremangada hasta los codos y unos vaqueros sencillos. Melissa lleva un top rojo con una falda negra que le llega dos dedos arriba de las rodillas y unas botas negras, todo eso está tapado por una chaqueta dos tallas más grande que la de ella, esperen paren el mundo ¿esa no es una chaqueta de su mate? Interesante. Y Mateo lleva unos vaqueros color negro con una playera blanca con tirantes y sus zapatos color negro.
Los tres entran a la habitación como Pedro por su casa haciendo ruido—. Cállense que los bebés están dormidos, los van a despertar.
Todos musitaron un perdón, Melissa fue la primera en acercarse—. Awww están bien bonitos ¿Puedo cargar a uno?
Andrew me miró y yo asentí con la cabeza, agarró al bebé varón con cuidado y se lo paso, ya que la bebé estaba tomando pecho, Marc se acercó a Melissa viendo al niño y haciéndole mimos. Mientras que Mateo se le quedó viendo a los bebés con cara de confusión.
–No jodas ¿Esas cosas te salieron de ahí?
–No son cosas ya te dije y si, salió de mi.
–¿Y como? No jodas, ¿ Tu esa cosa te quedó grande?.
Marc lo miro como si hubiera dicho la idiotes más grande del mundo y vaya que si la dijo—. ¿tu estás idiota o te tiraron de chiquito?
—Las dos, una vez mi padre me tiró y me pegue en la cabeza.
–Vaya eso explica muchas cosas.
Dijo Andrew sarcásticamente viendo a el bebé en los brazos de Melisa como si estuviera temiendo que en cualquier momento Melissa saliera corriendo con el bebé.
–¡Oye! Respétame cuñadito.
–Que no me digas cuñadito o cuñado soy Andrew o alfa para ti.
–Si, si cuñadito como digas.
Mateo tenía una cara de aburrimiento en su rostro mientras Andrew se controlaba de no matarlo ahí mismo.
–¿Cómo les van a poner?
Hablo Melissa viéndome a mi y a Andrew, y la verdad es que no sabíamos cómo le pondríamos.
–Al niño póngale Mateo suena muy elegante. Y a la niña póngale….
–oh oh oh Melisa póngale Melissa.
–Mi hijo no se va a llamar como ustedes y menos como tú Mateo.
Volví al tema antes de que estos dos se matarán entre si.
–La verdad es que no sabemos, con todo lo que paso de la llegada de Mateo y eso no nos dio tiempo de buscar uno pero tenemos una lista ¿verdad Andrew?
Él asintió con la cabeza y del mueble que estaba a un lado de el saco una libreta dónde había varios nombres para bebé.
–Pero hay un problema, en la lista solo hay nombres de varones pues Marc nos dijo que sería varón.
–No hay pedo tu di los nombres de la lista y acá buscamos unos de niñas.
Asentí con la cabeza.–Nombre número uno: Jordán
–Mhm no suena muy común, sería como de “hey mira haya va el Jordán” —. Dijo Mateo y la verdad tenía razón.
–¿Okey? Nombre número dos: Tonatiuh
–Ya mejor ponle Quetzalcóatl
–Mateo de ¿Dónde sacas tantas idioteces?
Él se encogió de hombros—. Es un don.
Seguimos diciendo nombres Andrew y yo pero ninguno nos convenció y a los chicos menos pues Mateo no dejaba de decir idioteces y en un momento se le unió Marc.
–Nombre número treinta y cinco: Enzo, significa «él que reina su pueblo» y para esta belleza encontré este; Cristel, Significa «la que tiene el pensamiento claro». La verdad suenan muy bien para un futuro un alfa y una futura beta.
Todos nos quedamos viendo y asentimos con la cabeza, no sonaba mal.
–No suenan mal, Enzo Henderson García y Cristel Henderson García. Los hermanos Henderson
–Suena bien importante—. Menciono Mateo y es que la verdad es que si suena lindo.
–Entonces ya tienes nombre Enzo —. Le dijo Melissa a Enzo.
–Y tu también hermosura—. Dijo Andrew mirando a Cristel.
Los chicos estuvieron con nosotros un rato más hasta que a Enzo le dio hambre y a Cristel sueño y literalmente Andrew los saco a patadas. Unos minutos más tarde Andrew se acomodo a un lado de mi y los bebés.
–Sigo sin creer que soy papá. Y de dos niños.
–Creme yo tampoco me lo creó, pero aquí estamos una gran familia.
Andrew hizo una muñeca.
–Solo somos cuatro.
–Y eso es suficiente para mí, ¿Tu querías más hijos o que?
–La verdad es que si, no se quería dejar herederos.
–¿Y cuántos querías tú?
–No lo sé unos ocho.
Habría los ojos al más no poder ¡¿Ocho?!, ¿Dijo ocho?.
–¿Ocho? ¿Por qué tantos?
–No se siempre he querido muchos hijos, claro con mi mate.
–Claro como tú no los vas a parir.
–No, pero no te quejes si se que te encanta cundo los engendramos.
Me miro y empezó a subir sus cejas de arriba a bajo mientras tanto yo sentí como el calor llegaba hasta mis mejillas y se tornaban de rojo.
–¡Andrew! No sea puerco por Dios.
Él muy descarado empezó a reírse de mi en mi cara, si, ¡En mi cara! ¿Pueden creerlo?.
{Este tipo me cae bien}. Hablo laska y me sorprendió.
[Vaya que raro a ti no te caigo bien ni yo]. Enserio lo dije con sinceridad, a ella no le caía bien ni Eyolf que era su lobo.
Me iba a contestar pero rompí la comunicación cundo Andrew llamo mi atención.
–Perdón ¿Qué decías?