Andrew
Han pasado dos días desde que Sam se fue para protegernos ¡Dos jodidos días!. Ya no se que hacer, la manada me pregunta cada que voy a la capilla el por qué su luna los dejo, los alfas de las demás manadas a mi cargo me preguntan si la luna se fue.
Con Enzo y Cristel ya tampoco se que hacer, Enzo se la pasa llorando todo el día y Cristel no quiere despegarse de mi lo cual es un problema por qué Enzo tampoco me quiere dejar.
–Enzo por favor deja de llorar.
–mm... ma...
No pude contener mis lágrimas era su primer balbuceo y Sam no estaba aquí para verlo—. Al ser lobos nuestros cachorros empiezan a hacer cosas que un bebé normal hace a su tiempo—. Se escucha un toque en la puerta, me limpio las lágrimas y dejo que entren.
–Perdón por interrumpir alfa pero encontramos a su cuñado...
No lo deje terminar—. ¿Que? ¿A Mateo? ¿Dónde?
–Lo encontraron a los inicios de nuestros territorios estaba golpeado por todas partes y tenía un gran S cerca de su pecho.
–¿Dónde lo tienes ahora?
–Esta siendo atendido en el hospital de la manada aún está inconsciente pero el doctor Mac cree que despertara en cualquier momento y pide su presencia.
–Estaré allá en unos minutos, gracias por avisarme puede retirarse.
Él asintió con la cabeza para después salir, yo voltee a ver a mis hijos y empecé a cambiarlos, les puse un conjunto a juego solo que el de Cristel rosa con blanco y el de Enzo azul con blanco. Era un pantalón con su respectivas blusas y chaqueta en medio tenía el dibujo de un oso.
Los acomodé en sus cunas mientras sacaba su cochecito, era un cochecito para dos bebés cada uno tenía su lugar, después de armarlo los puse en su lugar junto con sus cobijitas pues hacía frío para ellos y salimos en rumbo hacia el hospital.
–Alfa, el doctor Mac lo espera en la habitación 305 se encuentra en el piso tres.
Asentí con la cabeza dirigiéndome al ascensor, ya en el ascensor esperamos hasta llegar a el piso tres al llagar salí del ascensor a toda prisa junto con el cochecito dónde venía los bebés.
Encontré la habitación que me había dicho la señorita y entre. Ahí estaba Mateo conectado a muchas cosas su cara estaba llena de moretones, se veía cansado y con unas ojeras abajo de sus ojos que podían verse a kilómetros. Ya están despierto pues están viendo al techo.
–Mateo...—. Él llevo su mirada a mi en sus ojos se podía ver lastima y preocupación—. Sam... ¿Dónde... Dónde está?.
–No lo sé.
–¿C-Como que no sabes? Se fue contigo debería estar contigo.—. Dejo de mirarme para volver a ver el techo.—. Mateo... ¡DÓNDE MIERDA ESTA SAM!
–¡NO SE!... No... Se.—. Sus ojos se llenaron de lagrimas y nego con la cabeza—. Nos emboscaron todo fue una trampa ellos sabían que nos iríamos de aquí y cundo estábamos por llegar a la cabaña salieron unos hombres y empezamos a pelear después uno de ellos me inyectó algo y caí al suelo pero antes de desmayarme pude ver cómo Sam volteaba a mírame y fue ahí cundo a ella le pegaron e inyectaron lo mismo y después de ahí todo fue borroso, solo recuerdo a ver despertado en una sala de hospital por un dolor terrible cerca de mi pecho
«intente irme sobre las personas que estaban ahí pero estaba demasiado débil y caí al piso arrodillado y me llevaron a una camioneta y me alejaron de ahí cundo llegamos a dónde había bosque empezaron a pagarme dejándome inconsciente de nuevo después desperté aquí.
No sé en qué momento empezó a llorar y yo en qué momento empecé a mirar al piso, nos quedamos en silencio unos minutos hasta que entró Marc.
–Chicos... Han buscado por los alrededores de de encontraron a Mateo pero no hay rastro de Sam.
–Y no va a ver, la tiene lejos y escondida.
La verdad es que después de eso no escuché ni una mierda de lo que decían solo miraba a mis hijos en su cochecito dormidos ajenos a la situación solo podía pensar en que si algo le había pasado a Sam crecerían sin una madre, crecerían sin saber que es es amor de una madre y sin saber que su madre los quería mucho.
–Andrew—. Marc movió mi hombro sacándome de mis pensamientos yo solo lo mire sin decir nada y con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Que hacemos?
–Buscarla no me importa si buscan hasta debajo de las piedras y recluta a más lobos para el ejercicio cundo encontramos a ese bastardo lo vamos a matar.
Él solo asintió con la cabeza y salió de ahí.
Te voy a encontrar Sam lo juro por nuestros hijos.
(***)
Samantha
Han pasado horas si no que hasta días aquí encerrada en esta maldita habitación, solo me han dado de comer siempre entra la misma chica, solo entra revisa que coma y no me robe los cubiertos de plástico para usarlos como armas para escapar o algo por el estilo y sale y no regresa hasta unas horas después y es el mismo procedimiento.
Es demasiado frustrante pues no sé nada del exterior no se si mi familia está bien no se si a Enzo le está dando si biberón como a él le gusta, no sé si a Cristel le cantan antes de dormir para que así no despierte en las noches asustada no sé nada es eso me frustra.
He estado pensando en cómo escapar de aquí de una maldita vez, pensé en qué cundo la chica entre a darme de comer como todos los días dejarla hacer algo para dejarla inconsciente y así ponerme su ropa y salir pretendiendo que soy ella.
Hoy ejecutare mi plan a la hora de la comida que es en unos minutos o eso creo.
Escuchó la puerta abrirse y veo entrar a la misma chica con una charola en sus manos, se acerca cuidadosamente a mi pasándome la charola en ese momento aprovechó para aventarme sobre ella pero no llego demasiado lejos gracias a las cadenas que están en mis muñecas, ella da un salto atrás y cundo está puesto de tocar un botón que está en su reloj saco una chispa de mis manos que después se convierte en un pequeño rayo que va creciendo cada vez más, ella se asusta y a toda velocidad intenta tocar el botón con desesperación pero antes de que su mano llegué a su muñeca un rayo sale disparado a ella. Ella cae desplomada al piso inconsciente, callo solo unos sentimientos lejos de mis así que a toda velocidad intento buscar unas llaves o algo para quitarme estás malditas cadenas.