Andrew
Han pasado dos meses desde que encontramos a Mateo, hemos buscado a Él y creo que no es tan inteligente como todos dicen pues lo hemos encontrado a las afueras de nuestros territorios, exactamente en el territorio de mi estúpido primo si el llega a estar involucrado en esto yo mismo lo mataré con mis propias manos no me importa si es de mi familia, deje pasar que casi me mata hace años por los lazos de sangre pero ahora los malditos lazos de sangre se pueden ir a la mierda.
-Alfa todo ya está listo, las tropas lo están esperando.
-Voy en un momento.
Él solo asintió dejándome solo, es hora de irme pero antes debo despedirme de mis bebés. Me dirijo hasta la habitación de ellos donde Melissa y mi madre los están cuidando, al entrar puedo ver cómo están sentados jugando el uno con el otro me quedo mirando esa maravillosa escena hasta que mi madre nota mi presencia.
-Hijo ¿Ya se van? Andrew cariño está no es tu guerra puedes... Puedes esperar a que llegue o...
-Madre ya tome mi decisión iré a buscarla no me importa si muero intentándolo.
-Eso es lo que me preocupa cariño si ella ya está muerta y tú solo vas y mueres mis niños se van a quedar solos.
-Ella no está muerta.
-¿Cómo lo sabes?
-Solo lo sé, pero de algo si estoy seguro ella está viva está presión en mi pecho me lo dice.
-No quiero que mueras—. Se acercó a mí agarrando mi rostro con sus pequeñas manos, sus mejillas están empapadas de sus lágrimas—. No quiero que vayas tengo un mal presentimiento, no como mujer si no como madre tu ya eres padre ahora comprendes ese sentimiento.
-Te juro que no me pasará nada regresaré a casa contigo con Melissa con mis hijos y traere a Sam de vuelta.
-No vayas... Por favor te lo pido no vayas.
Lo dijo en un susurro casi inaudible, la rodeé con mis brazos y le bese su coronilla—. Perdón madre pero tengo que hacerlo, cuida de mis hijos si algo me llega a pasar, a mi y a Sam. Crienlos y si alguna vez llegan a preguntar por mi díganles que morí salvando a la persona que más ame en este mundo, su madre.
Melissa que hasta hora se mantenía alejada de nosotros y al margen de la conversación se acercó a nosotros y se aferró a mi pecho dejando caer sus lágrimas por sus mejillas.
-P-por favor cuídate mucho.
-Lo haré—. La pegue más a mi abrazándola como si fuera la última vez que nos veríamos o tal vez si era la última vez que la vería no lo sé.
Después de un rato me soltaron y yo me dirigí a mis hijos los abrace fuerte a los dos les di un beso en sus coronillas.
–Papá los quiere y mamá también nunca lo olviden ¿Okey?
Los bese por última vez en sus mejillas regordetas y salí de la habitación no sin antes escuchar como Cristel lloraba y gritanba desesperadamente mientras balbuceaba.
-Pp... Pa...
Me rompió el corazón saber que probablemente era la última vez que vería a mis bebés. Me dirigí a las camionetas que estaban afuera y sin mirar atrás nos fuimos ni siquiera escuché las advertencias de Mateo lo único que tenía en mente era salvar a Sam y nada ni nadie iba a causar que cambiará de opinión.
(***)
The Lord the darkness
Estoy desesperado en estos momentos ya no se que hacer esa maldita niña no ha querido sacar información sobre sus habilidades, si sigue así me temo que no podré ejecutar mi plan y la mataré antes ya no la soporto.
Ha pasado un mes desde que llegó y me presente formalmente a ella pero no copera y eso me está sacando de límite, me levanto de mi escritorio y me acerco a mi pequeño bar que está dentro de mi oficina, me sirvo un baso de whisky y me lo tomo sin más.
Escuchó unos toques a la puerta juro que si es otra vez un guardia diciéndome que la maldita niña se volvió a intentar escapar le pegó un tiro ahí mismo, respondo con un pase y ahí está nada más y nada menos que Roberto el dios de las estrellas.
-Que sorpresa padre.
-Oh cállate que te vez más viejo tu qué yo y no me digas padre.
-Ja ¿Y que te trae por acá?
-¿Tienes a la niña?
Asentí con mi cabeza—. ¿Cuendo yo tu único hijo te e fallado?
-Bueno trabajo Frank no eres tan inútil como creí.
Me le quede mirando mal pero ya me había acostumbrado a escuchar decir eso pues desde que soy niño me a tratado así.
-Bueno nuestro plan va funcionando a la perfección ninguno de los estúpidos de los demás dioses a sospechado, solo quiero el día en el que destruyamos a los dioses y quedarme con todo, ya no soporto a la estúpida de Luna.
-¿Quedarte? ¿Disculpa pero se te olvida quien está haciendo todo esto?
Me volteo a mirar con cara de burla—. ¿Por favor Frank? Tú solo eres mi escudo todo lo que tienes me lo debes a mí o ¿A poco ya sabes que al esposo de tu reen está buscándote?
Mi cara fue sorpresa absoluta pues la verdad no lo sabía.
-¿Lo vez? Yo soy el que está haciendo todo tu solo eres el escudo que no se te olvide cuál es tu lugar.
Yo solo baje la cabeza y asentí.
(***)
Samantha
He estado dos meses aquí encerrada hace unos días me cambiaron a otro lugar no se dónde estoy pero estoy segura que no estamos en el mismo edificio de antes.
Estos meses él maldito de Frank me a torturado queriando descifrar cuáles son mis habilidades pero no a logrado nada, me sorprendí al saber que no sabía que tengo electricidad en mi cuerpo después de mi intento de escape, bueno aunque no es extraño pues la chica sigue inconsciente y no han podido preguntarle por obvias razones.
-Él jefe quiere verte.
¿Se acuerdan del chico que me cargo hasta la oficina donde estaba Frank hace dos meses? Pues es este descubrir que se llama Tyler y tiene 28 años es guapo pero eso no le sirve de nada gracias a qué es una maldito hijo de puta, él es el que ahora me trae mi comida y me lleva con Frank se podría decir que es mi guardaespaldas pero es una maldito dolor de culo.