Soy tu Reflejo

4 Mala idea

Me encuentro esperando a los doctores en la recepción, acompañado de Romina, que está aún muy molesta conmigo pero sobre todo la veo muy preocupada.

—Sabes que es una mala idea, entiendo tus motivos para querer hacer esto pero aun así creo que es una muy mala idea. —La voz de ella sonó realmente seria, provocando que la respeta aún más.

—Todo saldrá bien Romina,  sabes lo que tienes que hacer y por sobre todas las cosas tu puedes cuidarlo mientras hago lo necesario para sanar y con ello conocer más la vida de mi hermano. —La traté de convencer con total honestidad, sacando mi corazón y mostrando lo que sentía realmente.

—Sabes que aunque lo repruebe igual te seguiré en lo decidas, así que tú ve tranquilo. Yo estaré pendiente. —Con sus palabras llenas de seguridad me quedé más tranquilo.

Momentos después llegó Von Trein acompañado con los padres de Esteban. Su madre era bastante hermosa, de baja estatura y con el cabello castaño ondulado, ojos cafés, que resaltaba una piel trigueña. A su lado estaba su padrastro, un hombre de cabello rubio con un corte militar, con una mirada sombría y de ojos hundidos, era de tez blanca y tenía unos ojos verdes, acompañado de una sonrisa falsa al verme. Miraba a todos los lados del hospital maravillado por los lujos que ofrecía. Ja, cómo si en la vida pudiera volver a estar en un lugar así.

—Hijo. —Fue lo que pude escuchar antes de que ella corriera hacia mí y me abrazara con fuerza pero sobre todo amor, cosa de la cual hizo que mi corazón se saltara un latido, logrando que devolviera el abrazo un poco inseguro.

—Eh... Hola.

—Buenas tardes doctor ¿Cómo está él, doctor?— La voz de Mirian estaba preocupada.

Von Trein me miró seriamente por un momento antes de volver a mirar a la madre de Esteban pues él sabía muy bien que yo no era el hijo de esta mujer, sino Christopher. Y aunque estuvo en total desacuerdo en mentir y dar un diagnóstico falso para que yo pudiera seguir mi loco plan, al final termino aceptando después de hablar con Esteban a solas por un tiempo bastante largo.

—Como sabrán su hijo sufrió un accidente de tránsito y fue derivado directamente a emergencia en donde tratamos sus golpes con rapidez y equipos aceleradores de recuperación, la persona que lo atropelló se hizo cargo de los gastos del hospital y como compensación le otorgó un nuevo conjunto de ropa como disculpa, ya que la de él quedó rasgado tras lo sucedido. Él está estable y sin una herida superficial abierta, solo golpes internos y hematomas que tiene que cuidar con una pomada ya proporcionada. Lo más grave que sufrió es un golpe en la frente que, sumado al estrés de un accidente, le provocó una amnesia temporal.

La seriedad de Von Trein al decir todo aquello como también su calma para mentir tan descaradamente me sorprendió. Sabía que como médico tenía que estar preparado para dar noticias muy duras a familiares de quienes se atendían en el hospital, pero esas situaciones eran reales, era profesionalismo, ahora mismo estaba mintiendo por él y un pesado nudo se instaló en su garganta, le debía un favor muy grande.

Luego de eso hablaron un poco más con respecto a mi supuesta condición mientras yo me mantenía callado al lado de Romina. La pesadez y el estrés del día oprimían mi pecho y cerraban mi garganta más fuerte. Cuando el doctor le termino de explicar todo y responder sus preguntas se despidió para luego irse a atender a otros pacientes. Salimos del hospital y nos fuimos hasta un auto medio viejo en el estacionamiento al cual subimos.

El hombre al cual ya me desagradaba gracias a los recuerdos que vi de Esteban me miraba con desprecio de vez en cuando por el retrovisor, tratando de intimidarme cuando no miraba la señora dejando que mi ira y mi rabia superaran mi angustia y mi pesar.

«—Que comience el juego— Me dije a mi mismo mientras sonreía en mi interior.

Llegamos en la noche a una casa bastante linda, de dos pisos y con un jardín enorme lleno de flores de todas formas, colores y tamaños. Bajamos y entramos en la casa, era muy acogedora por dentro pero sentía que le faltaba algo, o alguien. Mirian, que así se presentó la mamá de Esteban a mí llena de mortificación aunque Esteban ya lo había hecho cuando hablamos antes en el hospital, me llevo hasta la habitación de mi hermano y me dejo allí luego de abrazarme con fuerza y besar repetidamente mis mejillas, sus ojos acuosos y llenos de amor, prometiéndome llamarme para que bajara a cenar si me sentía con fuerzas a lo que asentí.

Me acosté en su cama y revisé el teléfono de Esteban, no tenía muchas fotos propias y ninguna con un amigo. Eso me molesto. Se notaba que Esteban era alguien muy bueno y aun así nadie quería ser su amigo. Yo siempre tuve amigos, incluso mi mejor amigo que en estos momentos estaba de viaje estuvo para mí siempre. Crecí rodeado de personas y de amor, mis padres siempre se encargaron de eso y por ello los amaba y ahora extrañaba tanto.

Ya me encargaría de poner a cada uno de las personas que lo lastimaron en su lugar, de acercarlo a ente que también apreciaría lo grandioso que era Esteban, pero para ello tenía solo tres meses.

—Hermanito, descubriré cada falla en tu vida y lo arreglaré, te lo prometo.

En la cena hablé con Mirian y Javier, como se presentó el bastardo, para que mañana me dejaran asistir al instituto. Usando una absurda escusa de "es para ver si recobró un poco más de mi memoria en un ambiente familiar" logré que me deán el sí. Von Trein logró hacer creer que solo perdí recuerdos de personas, lugares y ciertos sucesos pero todo lo demás lo recuerdo y que poco a poco los recuperaría todo por lo que no tenían una razón sólida para evitar que asista, era como un primer día de clases en una escuela nueva, recalqué.

Ya de mañana me vestí como se vestía mi hermano y baje a desayunar.

—Buen día.

—Buen día cariño—. Respondió el saludo Mirian, saludándome con un beso en la mejilla poniendo un delicioso plato de hotcackes acompañado con un vaso de té delante de mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.