Soy tu Reflejo

9 Familiar

El lunes había llegado demasiado rápido para Christopher. Su fin de semana en la mansión fue excepcional, pudo estar junto a Esteban y también ponerse al día con su mejor amigo, pero se sintió como muy poco tiempo. Mirian no había pedido explicación cuando el domingo llegó a altas horas de la noche, tan solo lo beso y le ordenó que llamará la próxima vez que saliera para avisar que se quedaba a dormir en otro lado y posteriormente me manda a acostar que al otro día tenía clases.

Después de ducharme y cepillarme los dientes llamo a mi hermano y habló con él hasta que me quedó dormido.

En la mañana cuando la madre de mi hermano vino a despertarme vio que por hablar por teléfono hasta tarde no lo había conectado al cargador, ahora estaba muerto y se le había pasado la hora. Me visto lo más rápido que puedo y bajo a desayunar, con un beso en la mejilla me despido de Mirian y corro al instituto ya que se me había hecho tarde.

Llego justo a tiempo y entro a clases. Hoy comenzaba la jornada de entrenamiento y pruebas de poder de todos los estudiantes que cursan su último año. También era donde los magos tendrían que mostrar a su familiar y medirse en combate con otro en un mini torneo. Lo mismo sucedía para los otros seres sobrenaturales, por ejemplo, los hombres lobos mostraban su transformación completa en lobo y habilidades como también así los vampiros. Era un evento de prueba, pues era el comienzo de la preparación para desarrollarse al máximo en sus capacidades para conseguir el interés de las universidades si estaban interesados en formar parte de sus selecciones. También estaba  la competencia anual entre institutos, dónde se batían a duelo con alumnos de otros institutos por un trofeo y una ayuda escolar. Los ganadores recibirían un pase directo a la universidad que eligieran y una suma de dinero para los gastos. Cuando él y Celeste habían escuchado sobre todo eso quedaron muy emocionados, él obviamente no por lo de la universidad, pues con el dinero que poseía no tendría problema en entrar a la universidad que quisiera, sino por Esteban, pues lo ganaría para él. La competencia se llevaría a cabo dentro de un plazo de cinco meses, por lo que aún tenía tiempo.

Cuando estaba en la mansión le habló a Esteban de que lo inscribiría al evento, él le aclaro que todos podían participar pero tenía que ser muy buenos, que tenía que pasar primero las preliminares. Luego, cuando tocó el tema de los familiares, confesó que él poseía un dragón llamado Kodak como familiar. Esteban, bastante perplejo, había dicho que el también poseía como familiar a un dragón al que llamó Drack, pues no se le ocurrió nada mejor cuando lo nombró. La coincidencia de familiar facilitó las cosas a ambos, pues si Christopher en la prueba mostraba un dragón y luego cuando Esteban volviera y mostrara otro familiar generaría confusión y duda haciendo que todo su plan se viniera abajo.

También hablaron de la conexión mágica entre ellos. Como cada vez que estaban cerca, se formaba entre ellos un lazo mágico que incrementaba exponencialmente sus habilidades a límites incalculables en ambos. Eso explicaría por qué la primera vez que Chris uso un hechizo en Esteban, esté se salió de control mostrando más de lo que debía, o sentir cuando solo era un hechizo para mirar y no vivir, como fue también el caso.

Eso abrió la puerta a muchas interrogantes, pues no era de conocimiento público que los gemelos o mellizos fueran incrementado el poder del otro por la cercanía, solo las joyas mágicas tenían esa habilidad.

Cuando el almuerzo llegó estaba muy emocionado, pues después de que terminara todos teníamos que ir al campo de entrenamiento y yo podría avanzar un paso más en mi misión.

— ¿Estás nervioso por lo de hoy? —Celeste, que estaba almorzando conmigo se veía muy emocionada y ansiosa.

—No tanto como tú, por lo que veo.

—Ey, sabes que puedo cambiar el color de tu cabello con un hechizo. —Amenazó, pero no pudo ocultar la pequeña sonrisa en sus labios.

—Deberías estar nervioso, ya que eres una decepción para cualquiera que se digne de llamarse mago.

Dijo una voz a unas mesas de distancia de la suya con burla y ponzoña. Era nada menos que  Douglas Marsh, el "mejor de la clase" junto a su grupito de idiotas millonarios. Él era de una familia rica del pueblo, obviamente no del nivel del de la fortuna de los McWhithe, pero si mucho más que la de los O'Neill, por el cual se creía con derecho de menospreciar a su hermano.

Aprieto el tenedor con enojo, todos los días recibía comentarios de esa clase de persona en el instituto. Unos lo hacían de frente, como Douglas y sus amigos, para humillarlo frente a todos y otros a sus espaldas, esparciendo rumores y mentiras.

—No le prestes atención, ya le demostrará cuan equivocado está.

Celeste me animó con una sonrisa, pero la rabia en su mirada y la que sentía provenir de Kodak crecía. Sabía que no podía mostrar a su familiar en un ambiente sin una barrera, pues solo su presencia había hecho temblar la casa de Esteban, no quería saber que desastre podría provocar en la cafetería de la escuela.

— ¿Cómo es tu familiar? —Preguntó Douglas con sarcasmo, hablando fuerte para que todos pudieran oírlo—. De seguro algo igual de patético que tú.

Kodak rugió furioso en mi interior ofendido, tomo toda mi fuerza de voluntad mantenerlo a raya y calmarlo, usando cada recuerdo de mis padres para distraerlo tal como había aprendido. El insulto y las burlas que lo siguieron solo aumentaban su ira que, en consecuencia, disminuía mi control sobre él y me provocaba dolor al tratar de suprimirlo.

— ¡Douglas! —Rugió una voz desde el otro lado del comedor, sacándolo momentáneamente de su lucha interna para mirar de donde vino.

Celeste miraba a alguien detrás de él con mucha sorpresa. Giró y vio a Isaac parado mirando a Douglas con odio y escondiendo un gruñido muy mal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.