Soy tu Reflejo

17 Declaraciones

El viernes, después de pensarlo y meditarlo mucho, de una larga plática con su hermano y con Miriam, Christopher había decidido contarle toda la verdad a Celeste y como prueba hacer una video llamada con Esteban. Estaba consciente de que era muy arriesgado, pero ella en verdad le caía bien y también era la amiga de su hermano, por lo que merecía saber toda la verdad, aunque los adultos no pensaran lo mismo.

Cuando ella se enteró de la verdad se decepcionó muchísimo, pero del mismo modo se alegró a la vez, pues ahora Celeste tendría dos amigos que serían idénticos. Ella prometió hablarle a Esteban y no perder su amistad ni dejarlo de lado pese a que no podían verse y juro guardar el secreto al igual que Isaac.

Gracias a esa aclaración pudo entender el repentino cambio de actitud y manera de ser de Christopher y el asentó de Nueva York que tenía pero apenas se distinguía.

Luego de esa larga charla tomaron un helado con Isaac en la plaza. Fue bastante incómodo pues Christopher lo ignoraba completamente aunque Celeste trataba de hacer que participará en la conversación. También cada vez que eran muy cariñosos entre ellos él lanzaba un bajo gruñido haciendo a Celeste sonrojarse furiosamente y pedir perdón. Todos los que pasaban a su lado les quedaban mirando pues el lobo caminaba detrás de ellos con el ceño fruncido.

En el cine eligieron una película de terror, bueno, en realidad Christopher, divertido y guiado por la actitud de Isaac con respecto a Celeste, eligió una película de terror para sentarse en medio de ambos chicos. Una vez está empezó se reía de cada reacción que daba su amiga y como se sujetaba a él. Isaac a su lado parecía a punto de saltar allí mismo a degollar a la pobre chica pero no lo hacía. Sí, definitivamente Christopher haría sufrir por largo tiempo a Isaac.

El sábado Isaac había ido a la casa de Christopher para visitarlo pero este se había ido a ver a Esteban y llevar a Mirian con su hijo por lo que se cabreó y deprimió en gran medida. Estuvieron todo el fin de semana en la mansión de los McWhithe, riendo y conociéndose más entre todos. El tema de los Ludy lo dejaron de lado.

Franco ya se había auto titulado guardián de Esteban, por lo que en todo momento estaba detrás de él, cuidándolo y atendiendo cualquier necesidad que le surgía. Esteban había dejado de tartamudear y se recuperaba rápidamente, y según Erik en la semana sería retirado su molesto yeso para comenzar a caminar con muletas. Romina estaba manejando una nueva adquisición para la empresa en la cual necesitaba su firma y aprobación. También en el fin semana lo visitaría su primo político, el cual nadie quería pues era alguien que le gustaba vivir de arriba sin trabajar, un parásito según palabras de la misma Romina. Por lo que Esteban tenía que tener mucho cuidado y presentarse como si mismo ante él.

Cuando el lunes llegó lo primero que recibió fue el rostro decepcionado de Isaac a comienzo de la clase, parecía un cachorro pateado. Celeste, que ahora al parecer también era su amiga, tratando de subirle el ánimo y mirándome seria. Cuando fue la hora del almuerzo le traje en modo de disculpa una charola a Isaac con lo que siempre él comía, la que aceptó y por la que él estuvo feliz todo el resto del día y mi amiga, viendo mi ofrenda de paz, me sonrió feliz mientras comenzábamos a hablar de las clases.

Faltaba una semana para que comenzaran las clases mágicas y su entrenamiento con sus familiares.

La sociedad estaba ligada en gran medida al aprovechamiento de las capacidades de cada ser. Por ejemplo, los vampiros al ser los más rápidos y al no dormir se dedicaban a los sectores que requerían mucha velocidad y muchas horas, como la administración, registro y en su mayoría, el papeleo y leyes. Los hombre lobos se dedicaban al ejército o la seguridad pública, siendo detectores de mentiras, de bombas y de posibles delincuentes, en su mayoría eran grandes trabajadores y muy respetados. Los brujos en cambio eran los educadores, los investigadores y los doctores, desarrollando maneras más sencillas de vivir e interactuar con las otras especies. Las tres especies dominantes trabajaban bien en conjunto, gobernado en número sobre las otras, y manteniendo una sociedad prospera y justa.

Había excepciones a estos estereotipos, pero en su mayoría la sociedad los seguía y los respetaba. Y Christopher no se podía quejar, sus padres no cumplían con el estereotipo pero eran sumamente respetados por sus aportes.

Por fin había llegado el día que tanto había esperado Christopher, hoy era martes. Día en que se levantaba la suspensión de Douglas y volvía al instituto.

Isaac estaba ahora en el lugar que había reclamado como suyo en medio de Celeste y Christopher. Según palabras de su amiga, para que no estén tan juntos y para, en términos de hombres lobos, proteger lo que les pertenecía. Antes de causar problemas y llamar la atención más de lo que quería, lo deje pasar y como mí amiga no se quejó no vi tampoco el motivo.

El lobo no hablaba mucho con Celeste y solo se dedicaba a mirar y gruñir. Como un animal, dije en mi mente con ironía.

Sus amigos lo miraban desde su mesa. Al parecer la señora Teresa les había comentado de su situación por lo que todos los miembros de la manada se disculparon delante de Isaac por lo que me habían dicho o hecho. Como su mayor pecado para con mi hermano fue no hacer nada cuando otros lo lastimaba o golpeaba los ignoré. Si veían la situación de abuso y no hacían nada para detenerla o defender al abusado ellos erna tan culpables como el mismo agresor.

— ¿En qué piensas? —Me dijo Celeste mientras comía su ensalada.

—Douglas está por llegar.

Dicho y hecho. Apenas acabe de hablar él ingreso a la cafetería para con pasos decididos llegar hasta mí mesa y mirarme con absoluto desprecio.

—Esto no acabará así. Haré que te arrepientas de existir. —Me amenazó fuerte y claro.




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