Soy tu victima mi amor

Capítulo 5: "Espada y Navaja // Hombro con Hombro"

La situación era densa, aun así, eso no impidió que el vuelo empezara, mientras tanto, las espaldas de los dos hombres más fuertes de la mafia Miracle y Parisi, se rosaban mutuamente y preparaban para una confrontación sin cuarteles. Ahora, por el lado contrario, nuestros enemigos desenvainaban sus armas, las cuales, parecían ser todas en su gran mayoría del tipo cortante, así que sólo tendríamos que preocuparnos de no ser rebanados. Por otro lado, ese era un interesante detalle, pues llegué a entender que a su líder (a quien yo aún desconocía de cara) era lo suficientemente considerado con sus subordinados, como para procurar que no cargaran con cierto arsenal que les brindara desventaja.

—¡Adelante! —gritó Davis como señal.

—¡Oui chéri! —contestó mi hermano en francés, y enseguida, para mí sorpresa, empezó a salir una música de los parlantes bien posicionados en las esquinas superiores del avión; en consecuencia Louis y su novio se lanzaron.

—¿Cuándo no él, eh? —mencionó con una sonrisa ladina mi amado, quien de inmediato se puso a espiar entre los asientos para entretenerse con la pelea, y por supuesto, yo hice lo mismo.

—¡Dale su merecido hermano! —exclamé agitando mi brazo desde una altura segura.

En primera instancia, admiré el proceder de Louis, pues era quien por ahora más me interesaba. Su asalto fue realmente temerario, tanto como el de Davis, pues se arrojó a las fieras, quienes no tardaron en tratar de mojarlo con una lluvia de cuchillos conjunta, y que valientemente esquivó con elocuencia, pero que además también interceptó con su bastón.

—Parece que no cargan con armas de fuego —escuché decir a Davis desde su lado, quien se había dado cuenta después de mí.

—¡No seas tan confiado, ya te dije como tres veces que te concentres y no bajes…! —en ese momento, noté que en medio de la devolución de golpes, que mi hermano nos miró a mí y a Dalton—. ¡Cuidado! —exclamó bajando un ligero instante la guardia, lo que le permitiría a sus enemigos descubrir su punto ciego. En ese instante, pasaron muchas cosas, tantas que me es complejo relatar de una sola vez, en cambio, lo que sí visualicé en primer lugar, fue una queja inminente cerca de mí, y también, a alguien siendo penetrado violentamente por algún objeto filoso. En cuanto me fijé, vi a Dalton ser atravesado de costado en su brazo con un pica hielos, y eso hizo que le restara importancia a lo demás.

—¡Daltón! —grité desesperada mientras me llevaba mis manos al rostro con horror.

—¡Mantente atrás Lili! —me ordenó completamente agitado por la nueva lesión; se notaba que le dolía bastante.

—¡Abajo! —ordenó Davis, quien arrojó algo que pasó raspando la espalda del hombre que nos atacaba, el cual se vio un poco sorprendido por ello, pero aun con todo retomó sus movimientos.

Los gritos no cedían, y mucho menos los forcejeos entre el amor de mi vida y ese sujeto. La música, por su parte, empezaba a taladrarme tanto el alma, que ya la veía como algo desubicado. No obstante, Dalton le dio un giro al asunto, por no decirlo que literalmente cambió de posición su brazo, complicándole la movilidad al sujeto entre los asientos, el cual luchaba por traspasar  aquella defensa que poseía el traje de mi novio.

—No creas que voy a dejar… —desde mi posición, discerní cómo algunas gotas de sangre caían al suelo, pero al mismo tiempo, mi amado liberaba estas palabras— ¡… qué toques a Lili! —enseguida, él se encogió velozmente usando de apoyo su otra mano contra el asiento, e inmediatamente, apoyó los pies que contra su torso, y se estiró de tal manera, que le propinó una fuerte patada a su atacante, mandándolo así a volar sobre las butacas cercanas, y logrando que éste se golpeara la cabeza. Aquel porrazo lo noqueó.

—¡Dalton! ¡Tu brazo! —me acerqué desde detrás de él tomándolo por sus hombros, pues después de que realizara ese movimiento, ya lo veía con cara de sufrimiento y sujetándose cerca de la zona afectada con el arma aún ahí.

—Estoy bie- —pero cuando apenas iba a responderme, sus ojos se hicieron hacia atrás volviéndose blancos, y al poco, perdió el equilibrio en la butaca. En un comienzo, pensé que estaba reaccionando así por la herida que se hizo con Gael, pues sus acciones fueron tan bruscas que seguramente volvería a abrirse, no obstante, podría estar equivocada.

—¿Qué te ocurre Dalton? —dije con rapidez.

—Veo… veo todo borroso —me notificó con dificultad; parecía que le costaba respirar.

—¡Hermano, algo le sucede a Dalton! —me asomé entre los respaldares sin dejar de aferrarme a mi novio.

Louis estaba terminando de golpear a un par de sujetos, y en su mayoría ya todos parecían estar muertos, especialmente uno que tenía una navaja que le había atravesado la sienes. Por otro lado, al término de su dramática obra, él se acercó con su pareja, es decir, Davis, pues al parecer él también había logrado barrer el piso con el resto de mafiosos, así que ahora los tenía a ambos a mi disposición.

—Su expresión no es buena Louis; se ve mal —mencionó el pelinegro con el mechón rojo.

—Está pálido —declaró mi hermano, quien se había inclinado para tomar el rostro de Dalton y una vez ahí, lo examinó—. Probablemente ha sido envenenado.

—¿Envenenado? —pregunté exaltada, entonces me apresuré a actuar. Si eso era cierto, lo mejor era quitarle ese pica hielos del brazo cuanto antes, por lo que eso hice. Sujeté el mango del objeto y sin dudarlo siquiera, tironeé arrancando, no sólo el dichoso, sino que también fue acompañado de un grito de parte de mi amado.

—Eso debió doler —sonrió Davis.

—No digas eso —la mala expresión de mi hermano, denotaba que no le había hecho gracia la broma de su novio.

—¿Qué hacemos Louis? ¡No hay tiempo para tomarle una muestra y analizar el veneno! —le rogué a él por su ayuda.

—Para ser honesto… no lo sé —dijo con cierta angustia. Imaginé que no cargaba con una fórmula que nos librara de esto, y en ese sentido creo que Louis fue superado—. Sin embargo, tengo algo que nos dará algo de tiempo —aclaró, y entonces sacó de entre sus ropas una diminuta jeringa, la cual inyectó en la muñeca de Dalton—. Esto es un remedio temporal. Por lo general siempre se usan las mismas sustancias para matar en las mafias, así que será un remedio a contra tiempo.



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Editado: 10.06.2020

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