Vuela mi sangre sobre el techo ¡Soy un pecador!
Arriba vuela la oficina y el gobernador; adicto a las reglas como un perdedor.
Tus eres las alas que me salvan de mi oscuridad.
Siguiendo la rutina ¡Este no soy yo!
Sujetando mi cabeza intento reaccionar, sabiendo que no puedo quedar tirado en el bulevar.
¡Siempre he sido un pecador!
Mi estómago revuelto no tiene que votar, alcanzando con mis manos la inercia del lugar.
Tú eres las alas que me salvan de mi oscuridad.
Tus cabellos negros los recuerdo ya; sabiendo que a tu cuerpo tengo que llegar.
El grito de tu voz me hacen sonreír, y tus ojos me llenan de culpabilidad.
¡Sé que soy un pecador!
Te amo porque soy un pecador, y tú eres las alas que me salvan de mi oscuridad.
Cabellos negros por doquier. Te amo porque soy un pecador.
¡Soy Pecador! ¡Soy Pecador!
¡Te amo siendo un pecador!