Soy un temerario mi amor

Capítulo 48: "A lo que me enfrento"

Cuando estaba teniendo un momento intimo con mi dulce flor, nos interrumpieron unas voces que estaban cerca, y como yo mismo reconocí algunas, pensé que era mejor ir a ver de quiénes se trataban. Esta situación me recordó a un viejo dicho, el cual es muy utilizado en nuestros tiempos, y ese es que las coincidencias no existen, y que el destino está escrito. Quizás esas palabras no sean realmente negativas, es decir, siempre y cuando creamos que todo puede llegar a considerarse como una enseñanza. Sin embargo, es verdad que hay “coincidencias” que dejan mucho que desear, por lo tanto, aun cuando lo anhelamos, no podemos controlarlo todo, ya que son cosas que nunca pensamos que pudieran llegar a pasar. En este caso, detrás de aquellos arbustos, pudimos ver a mi antiguo grupo de amigos, es decir: Marco, Alan, y los demás chicos.

—Es Marco —obviamente me quedé sin aliento, pues no esperaba que pudiera encontrarlo en semejante lugar, más que nada, porque eran altas horas de la noche, y ellos no acostumbraban a salir a esos horarios.

—¿Ese es el amigo del cual me comentaste? Espera, ¿no son también los chicos que fueron al funeral? —señaló ella sutilmente con su fino dedo tanto a Marco como a Alan.

—Sí, son ellos. El que está de ese lado es Marco, y el otro de allá es Alan —le confirmé.

—¡Oh, Marco! —dijo con cierta sorpresa, pero a un nivel en el que ellos no pudieran escucharnos—. Aguarda un momento, ese chico Marco… hablé una vez con él por teléfono —¿ahora se ponía a recordar eso? Bueno, no la culpaba, pero al parecer cierta duda empezó a deambular por su mente—. Recuerdo que él dijo que yo te salvé, en ese momento lo tomé con calma y no le di mucha importancia porque ando ayudando siempre a mucha gente, pero… —bajó un poco la mirada, y se mantuvo un momento en silencio.

—Fue hace cinco años —la interrumpí.

—¿Eh?

—Sí, hace cinco años nos conocimos Lili —por fin había llegado el momento de decirle; de hacerle recordar lo que había pasado en esa época—. Yo era tan solo un niño, y es de esperarse que no lo recuerdes, aun así… yo no podría olvidar como valientemente me defendiste del depredador de Gael —le confesé.

—Hace cinco años —murmuró, y me volteó a ver con gran impacto en su rostro. Su cara parecía iluminada por lo que había dicho; ¿tanto así le había afectado? Sin embargo, de algún modo parecía feliz—. ¡Eres ese niño! —ella no pudo ocultar su emoción, y el resultado obtenido por haber subido su tono de voz, hizo que los chicos se enteraran de nuestra presencia.

—Shhhh, ¡no grites! —ella se cubrió su boca rápidamente, aunque la advertencia como su acción llegaron tarde. Nuestro descuido hizo que uno de esos muchachos se levantara para llamarnos la atención, aunque no fue cualquiera de ellos, sino que más bien, era Marco.  

—¡Hey, ustedes! ¿Acaso vinieron a espiarnos? —preguntó él.

—Espera Marco —dijo Alan—. ¿No son esos Dalton y la chica que vimos en el funeral?

—¿Qué? —el otro entre cerró los ojos para poder divisarnos bien—. Tienes razón —mencionó—. ¡De todas maneras nos están espiando! ¿Por qué están aquí? ¿Nos están siguiendo para matarnos? —el grupo alarmado, también se levantó.

—¡No, nada de eso, no somos asesinos! —le aclaró Lili preocupadísima.

—¡Es verdad, nunca haríamos algo así! —apoyé la lógica de mi amada.

—¡Pero el funeral! —alegó mi antiguo amigo.

—¡Puedo explicarlo Marco! —me acerqué a ellos.

—¡No vengas! —gruñó mi contrario.

—Pero, ¿por qué? —le dije preocupado a la vez que acataba su pedido; apenas había llegado a estar a unos pasos más por delante de mi Ángel.

—No confió en ti. Primero nos mientes respecto a que ella es tu novia, luego casi nos matan en el funeral de tu familia. ¡Está claro que estás loco, y que, además, estás metido en quien sabe qué cosa peligrosa!

—¡No! —cuando iba a defenderme, Lili empezó a hablar por mí—. ¡Dalton es un buen chico, me ha tratado muy bien, e incluso a mi hermano le agrada mucho! ¡No está envuelto en problemas porque así lo quiera! —sin embargo, detuve a Lili poniendo mi brazo entre ella y los otros.

—Déjame esto a mí —la miré por sobre mi hombro sonriendo suavemente—. ¿Sí? —ella me dedicó una expresión de preocupación, no obstante, bajó ésta para luego asentir aún con algunos rastros de dudas en su cara, a lo que poco después me dirigí a Marco—. Voy a responder tus preguntas ahora mismo, y lo haré con la verdad. Así que adelante, pregunta cuanto quieras.

—Bien… —con cierta desconfianza, Marco empezó a hacerlo—. ¿Ella es tu novia realmente o no?

—No, no lo es, pero confío que puede llegar a serlo a futuro, es por eso que he dicho que es mi novia, y que la considero así aún ahora —les fui más que sincero, a lo que tampoco me daba vergüenza decirlo frente a mi dulce flor, ya que ella misma sabía mi condición de acosador, aun así, la amaba sinceramente, y no quería incomodarla; así que eso, quizás, marcaba la diferencia entre la cordura y locura.

—Ya veo… ¿Por qué tus padres murieron? ¿Tú los mataste?

—No, no los maté, quien lo hizo fue Gael, el mejor amigo de Lili. Él también está enamorado de ella, y supongo que él hizo eso para quitarme del camino, además, también intentó matarme e inculparme por lo sucedido, ya que las pruebas que lo incriminaban desaparecieron. Por si fuera poco, su familia está ligada con la mafia, y eso me dio una ligera desventaja, pero a pesar de todo, y gracias a la ayuda del hermano de ella, pude salir sin ningún problema, después de todo él también tiene su propia organización.

—Supongamos que todo lo que dices es verdad, entonces… ¿estás buscando venganza?

—¡No! Yo sólo quiero proteger a Lili de Gael, y en lo posible, detenerlo —le aseguré, y luego él se cruzó de brazos.

—Bueno, para serte sincero, es una historia demasiado rebuscada, y poco creíble, aunque teniendo en cuenta tu obsesión con esa chica durante todos estos años, puede que sea verdad —él suspiró y luego dijo lo siguiente apoyando su mano en su cintura—. Mira Dalton, una mafia es difícil de detener, y probablemente tenga sus consecuencias. Como fuimos amigos durante mucho tiempo, voy a decirte lo siguiente… te conviene apartarte de esa mujer por tu bien y buscarte un psicólogo —y dale con el psicólogo—. Hay muchas mujeres por ahí, y no sé qué tenga de especial Lili, pero no creo que valga tu vida. Tienes dieciocho años, y te queda mucho por delante.



#47260 en Novela romántica
#31178 en Otros
#4434 en Acción

En el texto hay: acosador, romance, accion

Editado: 15.06.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.