Dos días después del encuentro con la Loli influencer…
Llegamos a otro enorme sector cubierto por tiendas de campaña de goblins y duendes, pero al acercarnos mas notamos que no había nadie, inclusive las armas, pieles, armadura y alimentos a medio terminar, están en el campamento. Algo no anda bien.
Norman revisa algunas tiendas y nota un cierto patrón extraño:
Norman: “Meridithia, parece que sin duda alguna…”— señala unas estatuas de goblins apostadas dentro de la tienda— “Son estatuas de los que Vivian aquí…”
Meridithia: “Esto no tiene sentido, ¿qué demonios ha pasado aquí?”
A metros de nosotros Andrya nos llama a fuertes gritos, y rápidamente nos acercamos donde se encuentra, solo para encontrarnos con decenas de estatuas de las criaturas:
Andrya: “Estas estatuas no tienen mucho tiempo, hasta podría decir que tienen solo unas horas” — revisa las estatuas, notando que el material usado era barro pero que se endureció a una velocidad muy anormal
Norman: “¿Sera esa criatura?”
Meridithia: “Andrya…tu magia era de viento, ¿cierto?”
Andrya: “Así es”
Meridithia: “Necesito que uses un poco para poder empujar el barro, quizás podamos usar esas grietas sobre la superficie”
Andrya: “No hay problema, pero ¿cuál sería la razón por la que haremos eso?”
Meridithia: “Tenemos que procurar que estas criaturas estén muertas”
Andrya: “De acuerdo”
Andrya se acerca y levanta ambas manos, extendiendo sus palmas cierra los ojos y comienza a conjurar un hechizo que involucra un magnifico control de viento que es dirigido hacia las grietas de la estatua del goblin.
La capa de barro duro se debilita hasta que comienza a caer al suelo como trozos de papel que se esparcen.
Cuando nos damos cuenta, la criatura transformada en estatua por barro, acaba convirtiéndose al quitar las capas en solo un cuerpo putrefacto, sin vida y cubierto de gusanos:
Norman: “Esto…esto no es solo un hechizo ordinario de naturaleza…”— retrocede impactado por tal siniestro resultado
Andrya: “¿Qué esta pasando?” — cae sentado al suelo, con rostro petrificado
Meridithia: “Cálmense…”— los tranquilizo, aunque no estoy lejos de lo que sienten, inclusive muerdo mis dedos con mucha incertidumbre— “No se que clase de criatura haría algo así, ¿podría ser el golem? Existe esa posibilidad, pero entonces… ¿cómo es que existe un hechizo que te envuelva en barro, y succione energía vital hasta matarte? Algo aquí es extraño, o quizás el ver ese cadáver me allá puesto nervioso. No, debo mantenerme firme y seguro, sino ¿cómo podría liderar a estos dos imbéciles? — pienso muy perturbado por culpa de la mazmorra, que desde que entramos a ella no dejo de sentir un escalofrío muy fuerte en todo mi cuerpo
Norman: “Tendremos que seguir avanzando, este lugar me da mala espina”
Meridithia: “¿También lo presientes?”
Norman: “¿Qué opinas de el?” — señala a Andrya
Meridithia: “A juzgar por su reacción, él ha reencarnado hace tiempo. Y creo que aún nos oculta algo”
Después de la conversación con Norman, decidimos descansar un poco en uno de los túneles, evitando ese lugar que tan mala espina nos da.
Aun estando en la mazmorra, no tenemos noción de tiempo, descansamos todo lo posible para mantener nuestra mente lista para enfrentar al Golem. Sin embargo, mi mente no deja de pensar en la extraña sensación de que algo esta fuera de lugar en toda la mazmorra, algo siniestro acecha, inclusive entre las paredes de barro, piedra y vegetación, cubierta por olores putrefactos y sangre desparramada por doquier.
Preparamos una pequeña tienda de campaña, donde los tres descansamos los ojos, con pequeños intervalos de vigilancia.
Por unas horas vigilo de que ningún enemigo se acerque, aunque las pocas criaturas que aparecen, rápidamente huyen al verme, como mirando a la mismísima muerte.
Tras un breve tiempo, Andrya sale de la tienda improvisada y se sienta a mi lado, completamente en silencio, produciéndose un ambiente tenso, algo que no había imaginado que podría suceder con mi nuevo colega.
Sin embargo, Andrya es quien acaba con el tenso clima:
Andrya: “Está haciendo mucho frio”
Meridithia: “Si, y este idiota aun duerme” — señalo a Norman que ronca como un animal salvaje — “Podría haber creado una pequeña fogata…es un idiota inútil”
Andrya: “Jajaja, si…pero hacen buen dúo…”— sonríe muy cómodamente
Meridithia: “Bueno, si lo miras de esa manera…es muy competente…aunque sea Oda Nobunaga no deja de ser un ser humano común y corriente…pero me ha ayudado mucho…”— sonrío al recordar toda la ayuda que me ha dado como si fuera mi guardián en este mundo tan estúpido
En ese momento Andrya mi mira fijamente y sonríe de nuevo:
Andrya: “Es bueno tener alguien en quien confiar” — deja escapar, apoyado en sus rodillas con mirada en el suelo y pensativo
Meridithia: “Si, aunque la lealtad y confianza…son cosas muy escasas hoy en día”
Andrya: “Palabras muy ciertas, y ambos sufrimos lo mismo…bueno casi jejeje. La deslealtad, muerte, y esto que ni en sueño habría imaginado. Solo quería ser una persona que ayudara a las personas en tristes momentos, que sonrían y sean felices, apenas lo suficiente que dure mis streaming”
Meridithia: “Tus seguidores comprenderán como fueron las cosas, estarán más que agradecidos”
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Editado: 26.10.2023