Spoiler

2.2

Caminamos despacio por el estacionamiento del gran edificio donde ambos trabajamos, ambos en silencio pero siento que simplemente mi mente no puede callarse y es que sí, todo salió bien en el restaurante y ambos intentamos no tocar temas incomodos pero estuve pensando demasiado en ese diario. No quería hablar de eso, al menos no todavía que estábamos como si apenas nos conociéramos.

– ¿Estás bien? – me doy cuenta de que se detiene antes de subir al elevador, pero no me giro para mirarlo. En cambio, miro mis zapatos un poco avergonzada.

– ¿Por qué no lo estaría? Necesitaba mucho este trabajo y desde el primer día está saliendo todo bien.

– Sabes perfectamente a qué me refiero, Kath… – cierro los ojos esperanzada de que no se acerque pero esas esperanzas se desploman cuando su mano se encuentra alrededor de mi brazo y me hace girar – no nos vemos, ni hablamos desde hace ocho años – está demasiado cerca y un poco agachado lo suficiente para que pueda mirarlo correctamente a los ojos.

– No entiendo – murmuro con la voz entre cortada – fuimos amigos mucho tiempo y… nos volvimos a encontrar, ¿eso está bien, no?

Se toma el cabello frustrado y suspira. Cuando se gira de nuevo para mirarme mi corazón se rompe un poco, ya que sus ojos se ven algo rojos y cristalizados.

– No, no “fuimos amigos por mucho tiempo” – da un paso y con eso ya se encuentra tan cerca de mí que hasta puedo ver algunas pecas casi invisibles – nos amamos por ocho años, Katherine. No lo digas como si no fuera la gran cosa.

Me quedo con la boca abierta, sin palabras. Porque realmente no me creo que él lo haya dicho así, tan abiertamente y como si aún sintiera algo. Estoy a punto de reclamar pero él vuelve a hacerlo, adopta una postura demasiado seria. Se pone completamente recto y me mira a los ojos desde arriba, sus manos están cruzadas detrás de su espalda y aunque quiero huir, no puedo.

– Bueno, también podría estar el caso de que me hayas olvidado en serio – frunce el ceño – ¿estás con alguien? – asiento despacio e inmediatamente lo veo decaer un poco – oh, eso es una lástima.

– ¿Por qué? – me atrevo a preguntar por fin.

– Porque entonces, no puedo besarte… sería una falta de respeto – ¿por qué me besaría? – y, por si te lo preguntas, lo haría para demostrarte que el primer amor nunca muere, pequeña.

Acaricia mi cabeza y deja un pequeño beso en mi frente, todo demasiado rápido para mi gusto. Las puertas del elevador se abren y él entra, para cuando yo lo voy a hacer su brazo me detiene y las puertas comienzan a cerrarse.

– No quiero hacerte sentir incomoda estando junto a mí en un espacio… cerrado – me guiña un ojo y se le escapa una pequeña risa.

Quedo completamente sorprendida, porque el Luke que había conocido seguía ahí. Yo creí que se había vuelto más sentimental y se pondría a llorar.

 

Llego a mi cubículo  y mentiría si digo que no me fijé en el de Luke, pero extrañamente no se encontraba ahí. No le tomé mucha importancia, ¿o sí?, podría estar en el baño o con el jefe. Da igual. Recibí otro mensaje de Michael, vendría hasta acá en autobús para recogerme y que no tuviera que irme sola a la casa. Y, justo en ese momento me sentí completamente mal, porque había pasado un día genial con Luke y ni quiera había pensado en mi novio hasta que él lo preguntó. No puedo hacerle este tipo de cosas a Mike, es un chico genial con un corazón tan grande… ¿pero qué cosas estoy pensando? No tiene sentido, Luke es sólo un amigo, hace bastante lo olvidé y ya ni siquiera creo tener cariño por él.

Veo que entra por el pasillo largo, caminando relajado con algunos documentos bajo el brazo y le sonríe de forma coqueta a una de las chicas que andaban de aquí por allá. Mi estómago se revuelve de una forma extraña y siento mis mejillas ardiendo.

No, ya no siento nada por él.




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