Spoiler

5.2

Sus manos hacen presión en mi cintura, inmediatamente de mi boca sale un pequeño jadeo. Luke se percata de esto por lo que juega un poco con mi cuerpo y comienza a mordisquear mi cuello y clavículas, a cómo puedo me sostengo de sus hombros para no caerme ya que en ese preciso momento sentía que mis piernas se habían vuelto gelatinas. Me toma por los muslos para alzarme y siento como me deja sentada sobre la mesa. Envuelvo mis piernas alrededor de su cadera para atraerlo más a mí y besarlo en los labios. Cuando nos hace falta aire, Luke se separa de mí lo suficiente para poder quitarse la camiseta de botones, luce tan desesperado que rompe estos sin cuidado alguno. Cuando he desviado la vista hacia sus hombros donde habían quedado las marcas de mis uñas, pude escucharlo hablar

– Katherine, mírame – hago lo que me pide y veo el brillo que hay en sus ojos – quiero que sepas que te amo, más de lo que podrías imaginar.

 

Abro los ojos sobresaltada, todo me da vueltas y estaba sudando. Intento recordar en donde estaba, escucho voces a mis espaldas. Ashton, Michael y Luke siguen sentados en la mesa mientras hablan de posiblemente lo mismo que hace unas horas. Me he quedado dormida en el sillón y lo único que quiero en este momento es que ellos ignoren mi existencia. Me pongo de pie un poco mareada y cuando veo a los chicos me vienen a la cabeza los recuerdos del sueño que acabo de tener. Todo me da como un baldazo de agua fría.

– ¿Estás bien, cariño? – Mike me mira preocupado desde su silla – parece como si hubieras tenido una pesadilla.

– Yo… ¿cómo saben que estaba dormida? Ni si quiera ronco o algo así.

– Eh, antes de dormirte llamaste a Luke desde el sillón para decirnos que no te molestáramos porque ibas a dormir – habla Ashton, que realmente se veía muy confundido, (pero no tanto como yo)

– Luke – lo miro con una sonrisa forzada – ¿podemos hablar afuera?

El rubio asiente y se pone de pie. Mientras salíamos, posó su mano en mi espalda baja cosa que me había puesto bastante nerviosa.

– ¿Qué sucede cariño? – sonríe mostrando los tontos hoyuelos. Demonios, ¿acaso no puede evitar hacer eso? Suspiro intentando concentrarme.

– Nosotros en ningún momento hablamos antes de dormirme, ¿qué fue todo eso?

– Ah, cierto. Bueno, dijiste mi nombre mientras dormías, me acerqué para saber si necesitabas algo y escucha bien esto… – se le escapa una carcajada, pasa una mano por su cabello y me mira – ¡estabas gimiendo!

Quedé en shock unos segundos ya que sinceramente no me había preocupado mi sueño, pero ahora que él lo supiera cambiaba mucho las cosas. Luke seguía riéndose de mí como si fuera lo más chistoso del mundo, mientras yo sentía un nudo en mi estómago y garganta que posiblemente me harían llorar.

– Te moví un poco para que dejaras de hablar dormida y les inventé esa historia a los chicos – limpia sus ojos suspirando de manera dramática – entonces, ¿compartirás el sueño…

– No seas estúpido Luke – lo interrumpo intentando hablar sin que se me corte la voz.

– … o tendré que descubrirlo yo? Porque en serio me gustaría, en realidad… me gustaría cualquier cosa contigo – chasquea la lengua y después lo veo negar lentamente – mierda, no puedo hacerle estas cosas a Mike.

Daba vueltas por el jardín, yo aún seguía sin saber qué decir por lo que me rendí a estudiar cada uno de sus movimientos. Se pasaba las manos por la cara luciendo bastante frustrado y murmuraba cosas que para mí no tenían sentido. Desde aquí, sus labios se veían más rosados de lo común debido al frío de la tarde y su cabello estaba tan desordenado que ya sus rulos no tenían forma. Estaba hecho un desastre, sí, pero simplemente se veía genial. Y justo ahora, observándolo como lo hacía cuando escribía en aquel diario me di cuenta de que había estado toda mi vida enamorada de la misma persona.

Pero, por Dios, ¿cómo se puede amar tanto?, ¿acaso nunca iba a superar a Luke? Porque después de todo, no puedo decir que él sea la persona que tiene mi “otro extremo del hilo rojo”. ¡Yo ni siquiera creía en eso!, pero no, ahí estaba el destino de nuevo dejándome sin palabras. Porque este rubio idiota había vuelto después de justamente ocho años, me hizo llorar muchísimo y posiblemente lo volvería a hacer… pero de algo estaba muy segura y es que no importa cuánto tiempo pase, aunque odie esto, todos saben que siempre tendremos temas pendientes. Aunque sea bastante vergonzoso admitirlo, siempre volveré a él.

– No puedo creer que hayan pasado ocho años y siga enamorada de ti – dije, bastante insegura de si era lo correcto o no.

Pude ver cómo se tensaba, se giró hacia mí y lo tuve frente a mis narices demasiado rápido como para darme tiempo de prepararme para lo que estuviera a punto de decir.

– ¿Dijiste algo? – abrí los ojos como platos y quedé completamente muda – No, claro que no dirías nada sobre esto… ni siquiera te interesa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.