Sr. Dorlan

7. La cena

Me fuí de casa de la Srta. Drake  pasada una hora de haber charlado un poco, fué agradable conocer un poco sobre ella... -Ya debería haber llegado-  abro mi caja para relojs y selecciono un Quadro Pressed Ashfield, antes de ponermelo observo la hora, 7:15 a.m.

Me acerco al receptor al lado de mi puerta. -Hola Sr. Dorlan soy al Srta...- y presiono el botón de acceso al escuchar el timbre.

Tómo mi celular y le envío un mensaje "En la nevera está todo, espérame bajaré en un segundo" me apresuro en ponerme la corbata o al menos eso intenté tomo mi celular, las llaves del auto y la carpeta sobre mi nochero, finalmente me dirijo hacia el primer piso.

Finalmente bajé y vi dos emparedados en un plato junto a un vaso con jugo de naranja. -Buenos días  Srta- ella me observa incrédula -¿Que pasa, no me queda el traje? Pero si me luce todo- ahora su expresión era de molestia, ¿quién las entiende?

-Su corbata, ¿si la amarra así de mal, como hace para tenerla bien en la empresa?- cuestionó y de inmediato observo mi intento de atado de corbata.

-Ahh, el Vicepresidente me la arregla en la empresa o a veces Khatering- es muy bonita, ahh pero ese mechón de cabello... inconscientemente lo tomé y puse tras su oreja, su rostro hecho colores me observo por segundo y se apartó. -Podrías  arreglarla por mí,  a veces necesito un cambio- Jessica se cruza de brazos y niega. -Ahh, lo comprendo... mi belleza puede asustar a muchas muj...- sus finas manos cubren mis labios sin previo aviso. -Ohh pero que atrevida- creo que ya está avergonzada, ¿Me habré pasado un poco? No lo creo. -Muchas gracias Srta. Drake ¿podrías  arreglarla por mi desde ahora? tomaré  su silencio como un si- tomo el vaso con el jugo de naranja y bebo de el por otra parte ese emparedado se ve todo menos comestible.

-Sr. Presidente ¿no lo comerá?- toma el plato y lo lanzo dentro del tarro de basura para reducir las posibilidades de ser envenenado en este momento, su expresión lo dice todo, jajaja... se ve tan linda enojada ¿linda? vamos James, no te puedes enamorar.

-Sr. Dorlan para ti... ¿Acaso piensas matarme? No lo entiendo me ayudas y luego intentas matarme- me observa incredula. -Odio los tómates apuntalo en alguna parte- de hecho no

-¿Entonces porqué  los tienes en tu...?- la interrumpo  y señalo.

-Mi madre los compra para mi, no puedo simplememte botarlos... así  que los guardo para que las visitas los consuman- en ese bonito rostro está escrito "no sé que argumentar ante cierta mentira". -¿Podemos irnos?- pregunto tomando su hombro para seguir hasta la puerta.

Al salir, me subí al puesto del piloto sin retrasos ¿Que espera ella? -Sr se supone que yo debo conducir- 

-Y se supone que este es mi coche, eres muy lenta conduciendo... vamos 10min tarde yo nunca llego tarde- observa su móvil y esiente sin mas

Ya son las 11:40 p.m, estoy tan aburrido, no hay nada por hacer le doy un vistazo a la carpeta que el nuevo pasante de contabilidad ha traído a las 6:00 p.m, así que son 300 nuevas pasantías, debo repartirlos por grupos y asignarlos a las zonas en que se desempeñan más podría estar terminando a las 2:00 a.m, dos minutos después de dejar la carpeta a un lado se me ha venido en mente ¿que estará haciendo? ¿debería llamarla? no, no... aflojó mi corbata, la excusa perfecta y justo cuando iba a llamarla. -Sr. Dorlan ¿En qué puedo ayudarlo?- pero que eficiencia.

-Acompañeme a cenar por favor- a fin de cuenta no tengo nada que hacer, ahh cierto esa carpeta mañana se la dejo a Sthepeng ¿se enojará? no, no lo creo.

-Sr... su corba- tomándola por sorpresa me aproximó solo dejando centímetros de diferencia.

Siento cierta calidez en la punta de mis orejas. -¿Podrías arreglarla por mi?- como si de un siervo se tratara de inmediato la tomó y comenzó arreglarla, el proceso no demora nada pero el tiempo creo que se hizo más lento.

-¿Cómo se desató si se la he arreglado por la mañana?- niego acomodando mi cabello cuando finalmente arregló mi corbata.

-Soy un hombre muy ocupado y eso hace que me sienta algo asfixiado en momentos... Así que en ocasiones la aflojó o suelo quitarmela- le sonrio pícaramente y abro la puerta cortésmente a espera de que ella salga.

-¿Y los qué no se lo ha pedido a Khatering?- ohh vamos, ¿que sucede con mencionar la todo el tiempo?

-¿Khatering? ¿Acaso Khatering es mi secretaria? a parte de eso ¿por qué debo verme involucrado con ella? es solo una empleada más, es la secretaria de Sthepeng y tú la mía- su rostro sorprendido me deja de observar y finalmente sale de la oficina, creo que entendió mi molestia, eso está bien.

-Disculpe Sr. Dorlan ¿continuará con este drama?- sonrio para mis adentros y subo al piloto.

-Las preguntas capciosas no tienen ningún efecto en mí- al parecer lo ha notado fácilmente.

Finalmente, ya en un rato irán a traer nuestros pedidos, su móvil suena y de inmediato contesta cuando finaliza la llamada toma su bolso mientras la observo algo incrédulo. -Lo siento Sr. Dorlan pero no podré seguir con usted está noche, demo ir a mi casa lo más rápido posible- termina de hablar sin dejar de teclear en su celular.

Yo, Eros James Dorlan acabo de ser rechazado. -Bueno pero mañana vendrás a desayunar conmigo, en la casa de mi madre, te enviaré la dirección por mensaje, cuando llegues llámame inmediatamente- con una sonrisa se despidió todomando nuevamente su bolso. -¡Srta, tenga cuidado!-

 



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En el texto hay: juvenil, romance, oficina

Editado: 18.10.2021

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