Sr. Le Roux

18. ★

 

ALEXANDER

Quince días habían pasado desde la cirugía de Rose, le había dado una semana libre a Nathalie para que la acompañara y atendiera, y me vi yendo a visitar a esa agradable anciana cada día y aprovechaba para ingresar una que otra cosa que no debía al hogar.

Una noche llegue con una pizza, y casi siempre llevaba un ramo de margaritas, eran las favoritas de Rose, la mayoría de días la encontré lucida y compartíamos un muy buen momento juntos, siempre era agradable escucharla hablar, seguirle la corriente a sus juegos y lo mas importante, ver a Nathalie avergonzada por alguna anécdota.

Con Nathalie habíamos creado una buena rutina juntos y la convivencia cada vez era mejor, cada día después de visitar a Rose volvíamos a casa untos y hacíamos todas nuestras cosas juntos como cada noche desde que empezamos a vivir juntos.

Hoy era viernes y después de todo lo que nos había pasado las últimas semanas decidí que salir a un club era una buena idea, llame a Edward y gustoso decidió acompañarnos.

Saliendo hacia el estacionamiento del hospital nos encontramos a Edward y Lexie, ella llevaba un mini vestido que apenas y cubría su trasero, grito al ver a Nathalie y corrió a abrazarla, Edward y yo nos miramos sin entender nada y simplemente nos encogimos de hombros.

Pasamos a mi departamento para cambiarnos, Lexie llevo ropa para Edward, no nos veíamos en un club con un traje, las chicas por su lado se encerraron en la habitación de Nathalie para arreglarse.

Mientras ellas se ponían más bellas de lo que ya estaba, palabras de Edward no mías, nosotros nos encerramos en mi despacho, en el momento en que entramos Edward saco de su maletín unas carpetas.

— Encontré algunos de los informes que me pediste, el día del accidente de tus padres hubo varios movimientos raros de dinero — me paso una carpeta para revisarla, mientras miraba los documentos él cambiaba su ropa.

— El investigador que contrate logró encontrar pruebas de que no fue un simple accidente — yo seguía mirando los documentos mientras lo escuchaba

— y un número de cuenta me llamo la atención — asentí con la cabeza mientras miraba ese numero repetidas veces en los documentos.

— Los movimientos más grandes van a una sola cuenta — resalte los tres movimientos que se hicieron ese día.

— Sí, busque el historial de esa cuenta y tiene un movimiento mensual desde un año antes del accidente hasta seis meses después — me mostró otros papeles. —Rastree la cuenta, estaba a nombre de una compañía de litografía, ¿adivina quién era el mayor accionista de esa empresa? — me miro mientras sacaba más documentos

— Mathews —

— Exactamente amigo, Mathews estaba robando a tu papá desde muchos años antes, más exactamente desde que pasó al puesto de vicepresidencia —

— ¿Sabes algo del dueño de la litografía? —  lo vi asentir y luego negar con la cabeza, ­— Hallé al hombre, pero ya no está entre los vivos. —

Maldición, otro callejón sin salida. Llevaba tres años tratando de buscar pruebas que demostrarán que Mathews había mandado a matar a mis padres para quedarse con su compañía. Afortunadamente él no sabía que yo era su hijo ya que llevaba el apellido de soltera de mamá.


Quería acabarlo para recuperar lo que por derecho me pertenecía.

 

Tres años esforzándose al máximo y trayendo las mejores campañas y los más altos ingresos, hasta que el año pasado conseguí la gerencia general, ahora solo me faltaba llegar a la vicepresidencia y desde allí recuperar todo.

— Algunos archivos fueron movidos a los servidores centrales de la empresa — me dijo mientras guardaba todo en una sola carpeta y la dejaba en mi escritorio.

Edward era el mejor informático del país y aparte de eso era contador, estaba en la empresa en el área de contabilidad y desde allá me ayudaba en la búsqueda de información, en este momento podía decir que era mi mas fiel y leal amigo.

— Pero tenemos un problema — lo mire fijamente, — solo se puede ingresar desde la computadora central —

— ¿Cual es el problema en eso?, puedes hacerlo fácilmente después de todo eres el mejor — negó.

— La computadora central está en el despacho de Mathews — maldición, golpee el escritorio frustrado.

— merde, merde — lance improperios y arroje varias hojas del escritorio.

— ¿Qué paso? — la voz de Nathalie me hizo mirar hacia la puerta, las dos estaba paradas allí mirándome asustadas.

— Adelantaremos la boda — al decir eso me fijé en Nathalie, estaba hermosa, llevaba un vestido ceñido negro más arriba de sus rodillas y de hombros descubiertos, el cabello lo tenía lleno de rizos, se veía hermosa hasta que miré sus zapatos, fruncí el ceño.

— No llevarás esos zapatos — ella me miro enojada, — Están muy altos y tú eres propensa a tropezar hasta con tu sombra, no quiero accidentes — sé que estaba siendo odioso, pero se podría lastimar si salía en esos zancos. 

Asintió y salió hacia su habitación de nuevo. — Eres estúpido Alexander —me dijo Lexie enojada, — Ni siquiera le dijiste que se veía bien, me demore mucho poniéndola bella —




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