Srta. Drake

13

-Hace media hora llegamos y te perdiste otra vez... Estás algo rara ¿te pasa algo?- oh, si... que no dejó de ver cada detalle en ti... Como por ejemplo tus pestañas son... son... ¿ya ves? Es como si callese en el limbo cada que lo veo.

-Vamos- salgo de el auto y me dirijo hacia la puerta para luego abrirla. -Espérame  en la sala- aviso y continúo  a mi habitación. 

Ush,  ess un desastre hoy no pude arreglarla después de despertarme, observo  e reloj de pared y... 7:25 p.m

Que  rrápido  h pasado esto, hace unas horas estaba aquí con un grano en el culo... eso es Ben en mi vida una molestia... creí que ya no lo volvería a ver o que se había ido para siempre pero estaba equivocada.

Retroceso...

Mamá!- llamo pero no veo a nadie. -¡Pa! ¡Ma! ¡Matthew!- ¿a donde habrán ido? Bueno me prepararé un emparedado, saco de la nevera una tajada de queso y otra de jamón, el pan de la alacena  y la mantequilla.

(Ruido extraño afuera) -¿Que mierda fue eso?- espera... salgo deprisa y le enfrento. -Tú- digo con desprecio a el chico que me ha estado acosando todo este semestre. -¿Qué mierda haces aquí? ¿Ahora me sigues hasta mi casa?- pregunto apuntandolo con el cuchillo de mesa.

-Tranquila, solo quería saber donde vive mi novia- comenta picaramente y hala mi mejilla. 

-¡Ya basta Ben, ya no puedo más... No puedes seguir invadiendo mi espacio, no me gustas, nunca me gustarás... Yo sólo fuí amable contigo. Entiendelo por favor!- la frustración  comienza a invadirme  lntamente y el solamente sonríe. 

-Bueno, déjame  pasar a tomar un vaso de agua y me iré- propone y se cruza de brazos.

-¡No, vete ya Ben... hazlo!-  me alejo y comienzo adirigirme hasta la entrada me ha invadido por completo  la frustración, los nervios no tardan en llegar. -¡Ben que te vay...!- sin haberlo asimilado ni sospechado amarra un pañuelo al rededor de la boca.

-Yo me voy cuando lo desee preciosa-

Actualidad...

-Srta. Drake ¿Está  bien?- ¿qué es lo que gotea  en mi rostro? ¿acaso  es sudor? No, no lo creo. -Oh... Dios- y me abrazó, me abrazó muy fuerte lo suficiente como para opacar  los sollozos que venían  de mí.

Sólo fue un maldito recuerdo, un recuerdo que no quiero volver a ver en mi cabeza, el acoso es algo horrible, muchos pueden decir que es algo fácil de superar y de olvidar quizás lo dicen quienes nunca han pasado por esa situación... las experiencias de acoso te dejan con un miedo interno de pensar que alguien te sigue o te observa en cada momento, lo puedes superar pero si vuelves a pasar por lo mismo vuelven esos miedos y no son agradables son tormentosos. -Ya... Ya... está bien, estoy aquí... todo está bien, llora todo lo que quieras- incluso el más  idiota puede tener un lado tan amable y dulce, quiero contárselo  papá a mamá o a Matthew pero aún no puedo hacerlo. 

-Gracias- limpio  alrededor de mis ojos y observo el hombro de su chaqueta el que está ya hecho un paño húmedo. -Lo siento- niega y limpia mi mejilla.

-No hay problemas, alguien también  me consoló cierta vez- me regala una sonrisa y acomoda su peinado.  Habla de aquella vez que llegó todo golpeado y tuve que consolarlo  y sanar sus heridas... al parecer la pasó muy mal y no creo que hubiese sido los golpes creo que había otra razón

 



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En el texto hay: juvenil, romance, oficina

Editado: 25.07.2021

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